TodoKiri Week2019

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Boda
TodoKiri
Mpreg

— ¿Qué te parece este lugar? — pregunto un chico bicolor.

— Un poco aburrido — dijo su acompañante.

— ¿Y este lugar? — pregunto por enésima vez.

— Se ve... — hizo una mueca.

— Vamos Eijirou, escoge uno de todos los folletos — suspiro cansado.

— Lo que pasa es que estas aburrido de hacer esto, verdad y prefieres irte a quien sabe donde con tus amigos — se quejo lloriqueando.

— No es eso, tenemos 5 horas viendo lo mismo y no te decides — dijo tranquilo, respirando para no enojarse.

— Ya vale, vete si quieres, yo seguiré viendo esto — dijo triste.

—Claro que no, de todos modos a donde iría — miro a su pareja.

— Llama a tu amigo del alma y vete a embriagar o lo que sea — apretó los folletos en sus manos.

— En verdad quieres eso — lo miro calmado.

— Si, ahora vete — dijo en voz baja.

Shoto suspiro, se puso de pie y no alcanzo a llegar a la puerta cuando una mano lo detuvo.

— ¿Me... me vas a dejar? — pregunto sollozando.

— Ire por unas cosas — suspiro.

— No me dejes solo — pidió con sus ojos llorosos.

Suspiro dio media vuelta y lo abrazo.

— Nunca los dejaría solos — sonrió un poco.

— ¿Enserio? — pregunto limpiando sus lágrimas.

— Enserio — afirmo.

— Entonces ven y sigamos viendo esto — sonrió mostrando una linda y resplandeciente sonrisa.

Y Shoto se pregunto que demonios acababa de pasar, ese chico se estaba volviendo muy manipulador desde que quedo embarazado.

Siguieron viendo los lugares para decidir donde sería su tan ansiada boda, idea después de ver como sus amigos se casaban sin esperar día uno tras otro y ellos no serían la excepción a la regla.

Cuando por fin seleccionaron el lugar empezaron con los preparativos, Eijirou miraba todo con emoción y hacía algunas cosas que a sus 5 meses sólo podía hacer, ya que su histérica amiga no lo dejaba ayudar.

— Chicos ya faltan unos días, ¿No están nerviosos? — pregunto Mina casi ahorcando a Uraraka.

— No — contesto Shoto.

Eiji comia un bote de helado así que ni atención le puso.

El día de la boda llego y Kirishima andaba de un lado a otro.

— Mina por dios, estoy muy gordo no cabré en eso — lloriqueba Eiji.

— Eijirou relajate, si te queda — Mina trataba de calmarlo sin mucho éxito.

— ¡Aah! — gritaba de frustración.

Eiji se metió a bañar para relajarse, tenía casi 9 meses ya, duraron mucho para decidir todo, bueno más él porque Todoroki sólo escogía lo que él quería.

Cuando salio y se estaba vistiendo, se sonrojo al verse en el espejo, se veía bien con todo y pancita.

— Te dije que te verías bien, pero nunca me crees — Mina decía con una sonrisa, Uraraka lloraba en una esquina.

— No me regañes — hizo un puchero y le saco la lengua.

Cuando estuvo listo y era ya la hora en que debía caminar al altar, los nervios estaban más presentes que antes, pero las chicas no lo dejaron huir.

Cuando empezó a caminar su mirada se poso en ese chico que lo volvía loco desde que lo conoció, se veía tan guapo con su traje negro y sus cabellos bicolores acomodados, le encantaba.

Cuando estuvieron uno al lado del otro se tomaron de las manos y se dedicaron una bella sonrisa enamorada.

El hombre que los casaría empezó con la misa, leyó tantas cosas que Eiji estaba durmiéndose.

— Kirishima Eijirou, ¿Aceptas a Todoroki Shoto como tu esposo para amarlo y respetarlo en la salud y enfermedad hasta que la muerte los separe? — pregunto el hombre viendo al chico.

— Acepto — dijo con una gran y bella sonrisa.

— Todoroki Shoto, ¿Aceptas a Kirishima Eijirou como tu esposo para amarlo y respetarlo en la salud y enfermedad hasta que la muerte los separe? — pregunto el hombre viendo al bicolor.

— Si, acepto — contesto sin quitar la vista de su casi esposo.

Colocaron sus alianzas mientras decían sus votos, se dieron el anciano beso que los convertía de prometidos a esposos.

Iban saliendo del lugar sagrado cuando a Eiji se le vinieron las contracciones, que mejor momento para tener a tu bebé que no sea el día de tu boda.

Lo llevaron al hospital en vez de a la fiesta, lo atendieron rapidamente en quirófano y varias horas después se podía ver como Shoto cargaba a su regalo de bodas, un pequeño niño de pocos cabellos de colores.

— Es hermoso — dijo Shoto embelesado con la criatura en sus brazos.

— Lo es — Eiji bostezo y sonrio tiernamente, esa imagen frente a él, era hermosa.

— Bienvenido Kisa Todoroki — dijo Shoto dejando un besito en la mejilla de su hijo.

Fin

Más raro no pudo quedar pero bueno, más vale tarde que nunca...