La primer semana de clases ha concluido al fin y mis amigos me han invitado a salir, pero me he negado ya que me apetece pasar este fin de semana con mi madre, nos encanta ir de compra juntas, al salón de belleza o ver películas. Ella más que mi madre, es mi mejor amiga, mi hermana. Puedo confiar en ella plenamente, me llena de consejos, simplemente la amo.
– Buenos días mamá. – Digo mientras entro a la cocina para servirme el desayuno.
– Buenos días cielo. – Me da un beso en la frente.
– ¿Donde están los hombres de esta casa? – Pregunto mientras me siento.
– Fueron al partido de fútbol de James. – Se sienta del otro lado de la mesa.
– Es cierto, ¿cómo se me pudo olvidar?. – En verdad me siento culpable, siempre vamos a sus partidos para que sienta nuestro apoyo, aunque para ser sincera más que darle apoyo creo que le damos pena, somos la familia que más grita. Sin embargo, siempre le pone muy contento el hecho de que estemos ahí.
– Descuida cariño, el dijo que solo era un "partido amistoso" y que podemos acompañarlo en el siguiente. – Me dedica una sonrisa cálida.
– Está bien. ¿Entonces si iremos al centro comercial? – Digo más animada.
– Por supuesto. Después de eso vamos comprar cosas para la cena, estoy segura que a tu padre y hermano les encantaría un par de mis deliciosas hamburguesas.
Es cierto, mi madre tiene un toque especial para las hamburguesas, o para cualquier comida en si. Se me hace "agua la boca" solo de pensar en estas. Al terminar de desayunar subo a mi cuarto para bañarme y arreglarme un poco. Decido ponerme una blusa de rayas blancas y negras con unos jeans que me llegan a la cintura y mis típicos converse negros. Opto por llevar el cabello suelto y los labios con un poco de brillo. Ciertamente no me gusta maquillarme demasiado además de que no tengo practica, no como Milly, ella siempre carga con su pequeño kit de maquillaje y se retoca cada que tiene oportunidad.
Bajo las escaleras y está mi madre esperándome sentada en la sala.
– ¿Lista Katy? – Apaga el televisor.
– Si mamá. – Tomo las llaves del auto y salimos de la casa.
– ¿Qué quieres hacer primero? –Pregunta mi mamá mientras nos abrochamos el cinturón de seguridad.
– Quiero buscar un poco de ropa nueva. – Enciendo el motor y el estéreo.
Al llegar al centro comercial, mi madre y yo pasamos horas de una tienda a otra. Soy demasiado indecisa cuando se trata de comprar ropa, no cualquier cosa me gusta. Esta vez me atreví a usar comprar algo distinto, compré una falda de mezclilla que, para mi sorpresa, me favorece bastante. Un crop top color vino, una camisa roja y unos tacones pequeños color negro.
Antes de irnos a buscar las cosas para la cena de hoy, decidí invitarle un helado a mi madre. Mientras yo estaba haciendo fila para que nos tomaran la orden, ella seguía viendo el menú.
–¿Katy? –No puede ser.
–¿Tristán? –Me pongo nerviosa de nuevo.
–¿Que te trae por acá? Pensé que saldrías con los demás.
–¿Cómo sabes eso? –Abro los ojos como plato.
–También me invitaron, pregunté si tu irías pero me dijeron que no. Así que tampoco quise ir. –Se rasca la mejilla.
–¿No fuiste porque yo no fui? –Pregunto confundida.
–Eres con la que más me siento cómodo dentro de ese grupo. – Se encoje de hombros.
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Confused
Ficção AdolescenteEl amor es algo confuso. Es un juego difícil de jugar, en el que arriesgas todo y puedes ganar nada; no existen reglas ni tiempos fueras. Si pretendes entrar, las consecuencias deberás aceptar.