¿Quién eres tú?

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Narra Suga

Aquella sensación en la que mi cuerpo se estaba desintegrando y se estaba volviendo a crear, sin duda era algo doloroso, pero lo que parecía una eternidad se volvió un instante. Aquel portal se abrió y caí del cielo directo en agua. 

Cerré mis ojos ante aquel impacto, pude sentir como me sumergía en aquel lugar. No obstante, no estaba solo, podía sentir que allí había alguien más. Su aura, su alma, podía sentirla y era tan parecida a la de Tn, que realmente me sorprendió. Aunque no tenía tiempo para pensar en aquello, debía de llegar hasta la superficie.

Sin embargo, no podía llegar hasta allí, por lo que al ver a aquella persona, agarré su pierna y la atraje hacia a mí.  Podía sentir como estaba cerca de mí, podía sentir su aura nuevamente. No obstante, dejé todo aquello a un lado y la atraje hacia a mí. Al poner mi mano en su espalda me di cuenta de que se trataba de una mujer, al sentir que estaba pegada a mí, abrí ligeramente mis ojos y después la besé.

- Tn. - al sentir sus labios en los míos, pude sentir como se trataba de Tn, ya había probado su alma antes y era exactamente la misma esencia. Sin embargo, algo parecía ir mal, nuestra alrededor se lleno de luz y nos separó al instante. Salí disparado hacia fuera de aquel lugar. 

Caí junto en la entrada de la misma, respiré hondo y después me levanté. Llevé mi vista hacia aquella mujer, la cual aun estaba dentro del agua, pero parecía que algo ocurría, estaba desmayada.

- Tn. - grité antes de introducirme en el interior del lago e ir hacia a por ella. Agarré su cuerpo y la saqué rápidamente del agua. La posé en la arena, cuando comenzó a toser.

- ¿Quién eres tú? - preguntó tras mirarme. 

- ¿Qué? Tn, soy yo Suga. - pronuncié tras acercarme y agarrar su rostro con suavidad.

- Halia. - la voz de un hombre nos interrumpió, me empujó ligeramente y después la cubrió con una manta.

- ¿Halia? - pronuncié mientras que la miraba detenidamente, era Tn. 

Era ella, estaba segura de que ella, pero ahora que la miraba detenidamente parecía diferente, más allá de aquel hombre, pude notar como algo había cambiado. Sus ojos ya no me miraban igual, me miraban como si fuera un extraño, y su cuerpo, estaba intacto, aquellas heridas que se convirtieron en cicatrices ya no estaban.

- ¿Estás bien? - preguntó aquel hombre mientras que la ayudaba incorporarse.

- Sí. Hoseok, creo que es un ángel. Acaba de caer del cielo. - pronunció mientras que me miraba perpleja.

- Él no es un ángel, no te acerques a él Halia. - la llevó hasta él, cosa que me enfadó bastante.

La verdadera identidad del infierno (2 parte de enamorada del Diablo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora