No lo soporto más

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Narra TN

- ¿Ella es mi madre?- pregunté tras abrir la puerta de mi cuarto y ver a ambos mirarme.

- Sí, yo soy tú madre. Siento mucho haberte dejado sola.- rápidamente llegó hasta a mí y me abrazó con fuerza. 

No pude evitar llorar, pero en un punto de mi mente pensaba que ella era una extraña para mí y que pesé a decir que ella era mi familia, que era la persona que me había dado a luz y me había tenido en su vientre... No éramos más que desconocidas.

- Ahora podremos estar juntas.- me miró y después limpió mis lágrimas.- Ven, quiero hablar contigo.- respondió tras llevarme hasta la cama y sentarnos en la misma.

- Os dejaré solas.- posó su mano en mi hombro y después sonrió.

- Gracias.- pronunció mi madre tras mirarle.- Tienes como novio un chico maravilloso.- expresó tras acariciar mi cabeza.

- Sí.- respondí escuetamente. Aunque en ese momento no estaba segura de nada. 

- ¿Cómo has estado hasta ahora?- me acarició el cabello mientras que sonreía.

- Estoy bien.- mentí. No estaba bien, no quería permanecer más en esas sombras, en ese lugar sin luz, sin luna, sin nada de lo que había conocido hasta ahora. 

Quería regresar, quería encontrar la manera de volver a tener mis alas. Estaba desesperada por volver a sentirlas, de que aquel vació  desapareciera.

No soportaba ver como se reflejaban en el espejo cada vez que me vestía o cada vez que salía de la ducha. Esas heridas, estaban ahí, estaban presentes.

- Necesito ir a ver a alguien.- expresé antes de levantarme.

Pensaba que no sería doloroso. Qué tal vez podría ser un reencuentro entre madre e hija, pero eso no era lo que estaba en mi mente ahora. 

Podía sentirlo, ella no era un ángel, pero por alguna razón ella no era un demonio. Eso significaba que le habían permitido convertirse en una humana. A ella no la habían cortado sus alas.

- Claro. Te estaré esperando.- contestó.

- Tal vez... es mejor que regreses a la tierra.- ese lugar no estaba hecho para un humano.

- ¿Qué? Yo quiero quedarme a tu lado. Necesito estar aquí para poder protegerte.

- ¿Protegerme? Solo mírame. Soy un maldito demonio.- Grité levemente.

En ese momento me marché de la habitación. Caminé rápidamente y me introduje en la sala en la que estaban guardadas mis alas. Nada más entrar caí ante ellas, mis lágrimas fluían sin parar.

- Quiero regresar.- pronuncié mientras que levantaba mi cabeza hasta ellas y alza mi mano hacia las mismas.

- Tn.- expresó Suga antes de abrazarme con fuerza.

- No puedo soportarlo más.- pronuncié mientras que lo abrazaba.

- Lo sé, lo sé. Solo resiste un poco más.- contestó mientras que me sostenía.- Ven conmigo.- Me cargó a su espalda y me llevó hasta su cuarto.

Gracias por leer💜💜

La verdadera identidad del infierno (2 parte de enamorada del Diablo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora