» when nobody see us. « jhs + pjm. ｈｏｐｅｍｉｎ. 🍑

» 5 « [ i n t i m i d a d ]

Lo besó. Hoseok lo estaba besando  Y se sentía como si tocara el cielo.

Le siguió el beso un poco torpe al principio pero cuando agarró mas confianza degustó la boca del chico como quiso. Puso sus manitas en la cara del moreno para tratar de profundizar más el beso.

Hoseok seguía agarrado a su trasero, lo apretaba un poco más de vez en cuando.

Lo dejó en el suelo suavemente sin separar sus labios en ningún momento. Lo apegó más a él, haciendo que ambos miembros se juntasen. La falta de aire y las ganas de que la ropa sobrara aumentó en gran medida.

Hoseok con manos expertas quitó la camiseta del chico, volvió a besarlo apoyando sus manos en las pequeñas caderas de éste. Jimin se agarró del torso del contrario, necesitaba apoyarse en algo o se caería, estaba muy mareado.

La creciente erección del alto se hacía notar mucho sobre la tela de sus boxers negro. Y Jimin se avergonzó al verlo.

El moreno se agachó a la altura de la intimidad del ajeno, para deshacerse de su pantalón. Ahora ambos se encontraban en ropa interior. Hoseok comenzó a trazar besos por todo su cuerpo, desde sus muslos hasta sus labios.

Agarró su trasero de nuevo, la sensación era muchísimo mejor sin aquellos pantalones.

Lo volvió a alzar y lo llevó a la ducha, sin dejar de degustar sus labios en ningún momento, no desperdiciaría esa noche.

Se deshizo de sus boxers y de los de Jimin, el cual miró la erección del otro chico y se quedó mudo, ¿Le cabría eso? Sin duda, era enorme. Incluso más que la de su ex pareja Yoongi. De hecho no tenía competencia alguna con Hoseok en ningún aspecto, al parecer de Jimin.

El peligris pensó que no estaba haciendo nada en esos momentos y decidió seguirle el juego mejor. Se agachó tomó el miembro de Hoseok, empezó a dar besos desde la punta hasta los testículos. Abrió su boca lentamente y lo introdujo hasta su campanilla. Tenía buena capacidad de garganta. Sentía sus lágrimas salir, ya que se ahogaba levemente y le encantaba la sensación. Con su lengua le hizo lo que quiso, lamió como si de una paleta tratara. Hoseok gemía gravemente, tomando los cabellos del chico para penetrarse con la boca de éste. Estaba asombrado por como había tomado el control en segundos, era realmente bueno en ello.

Alcanzó su climax y eyaculó en su boca. Jimin tragó todo y volvió a subir para mirarlo, ahora se encontraba en completo bochorno.

- Me encantas Jimin - susurró Hoseok.

Eso le dio algo de seguridad, debía disfrutar de ello y no arrepentirse, pero las palabras de su ex novio lo perseguían.

«Tienes un cuerpo de cerdo Jimin nadie querría verte desnudo, eres un rígido follando, ni para eso vales».

Hoseok notó como la mirada del otro se apagaba un poco. Supuso que sería por lo que le había contado de su ex. Trató de hacerle entender lo que él veía.

- Me encanta tu cuerpo Jimin, eres precioso - musitó.

Lo besó ferozmente y lo introdujo en una de las espaciosas duchas.

Lo apresó de espaldas contra el cristal translúcido. Besó sus hombros, su espalda y sus glúteos como quiso. Mordió su nalga derecha y succionó, dejando una gran marca roja. Jimin gimió alto, agudamente. Las manos de Hoseok lo recorrían por todo su cuerpo y le encantaba la manera en la que lo tocaba.

Se arrodillaron quedando frente a frente. El mayor tomó el miembro del peligris y empezó a masturbarlo fuertemente a la vez que lo besaba. Jimin era un lío de gemidos en ese momento. Se corrió en la mano de Hoseok, éste llevó sus dedos a la boca del menor, el cual gustoso aceptó y empezó a lamer hasta que no hubo rastros de semen.

- Date la vuelta Jiminnie. - Susurró Hoseok en su oído.

Al chico se le erizó la piel al escuchar su voz ronca. Acató órdenes totalmente cegado por la lujuria.

El castaño puso una mano en la espalda de Jimin y lo bajó lentamente, dejándolo a cuatro, dándole una exquisita vista de la entrada rosada del más bajo.

Tomó ambas nalgas con sus manos y acercó más su pene, rozando ligeramente su ano.

Al sentir el pene del chico jadeó suavemente. Pero no lo introdujo, pasó a meter un dedo, luego dos para prepararlo, haciendo tijera con éstos y moviéndolos de forma circular.

- H-Hoseok hazlo ya por favor.

- Como desees, hermoso. - besó su espalda.

Abrió sus nalgas y alineó su miembro para de una estocada hundirse en él. Empezó suavemente pero escuchar al chico gemir lo excitaba tanto que hizo que sus embestidas fuesen duras.

Con una mano alcanzó el grifo y lo abrió, regulando la temperatura. El agua empezó a caer en ambos. La imágen del agua recorriendo la espalda y pelo de Jimin hizo que se pusiese más duro si podía.

- M-más fuerte Hobi hyung, a-aah~.

Hoseok dio más fuerte, haciendo un contraste del sonido de sus pieles chocando con el sonido del agua.

- J-Jimin levántate, cambiemos.

Jimin se levantó rápidamente y Hoseok le dio la vuelta, quedando el menor completamente pegado al cristal de la ducha. El mayor tomó ambas manos de Jimin y las posicionó a los dos lados. Liberó un agarre y con esa mano volvió a adentrar su pene en el chico y comenzó con la misma acción de antes. Ahora si tomó ambas manos de nuevo y las entrelazó como pudo mientras gemía en el oído del menor.

Jimin trató de acallarse sus gemidos, pensaba que sonaba ridículo.

- Gime Jimin, di mi nombre.

- H-Hoseok a-aah~.

- Dime hyung Jimin. - Arremetió más fuerte contra el chico.

- ¡Aa-ahh! H-Hoseok hyung~.

- Buen chico Jiminnie.

- Ah, ah-¡Ah! - El mayor alcanzó su punto dulce. - Hobi hyung ah.

- ¿Si Jimin? - Trató de hablar con claridad.

- Por favor, fólleme más duro, hágame daño.

- ¿S-Seguro de ello Jimin?

- Hágalo de una-ah vez.

Hoseok tomó sus caderas y las movió fuertemente creando un fuerte sonido entre los dos cuerpos. Jimin se corrió, manchando los cristales de aquel lugar, el semen se perdía con el agua que seguía transcurriendo.

- ¡Hyung-ah!

- J-Jimin me vengo.

- Corrase dentro de mi.

Y así hizo, se corrió dentro del chico y el líquido blanco espeso se escurrió por sus piernas, siendo llevado por el agua de igual forma.

Quedaron totalmente exhaustos, eso era más cansado que bailar incluso.

Permanecieron un rato más pegados, mientras trataban de regular sus respiraciones.

Sin duda alguna, la mejor experiencia sexual de ambos.