» when nobody see us. « jhs + pjm. ｈｏｐｅｍｉｎ. 🍑

» 4 « [ r o c e ]

Al día siguiente Jimin prefirió ir una hora después de nuevo, su profesor lo regañaría si seguía así, tenía que hablar con él y cambiar sus horarios. cuanto antes.

Entró inspeccionando y no había nadie aún, algo en su interior se apagó al no ver a Hoseok.

Sintió una mano en su boca y otra en su cintura y comenzó a gritar de forma ahogada, completamente horrorizado.

- ¿Tanto asco te doy?

Escuchó su voz y se relajó por completo.

Dio la vuelta y ahí estaba el chico mirándolo haciendo un puchero. De nuevo la cercanía estaba presente.

- No es eso Hoseok, es que si vienes y de la nada me agarras por detrás es obvio que mi cuerpo reaccione de esa manera, me asusté.

- Que lindo Jiminniee~.

El mencionado rodó sus ojos y entró a la estancia ignorándolo por completo.

El día transcurrió normal, coqueteo descarado por parte de Hoseok, molestia de parte de Jimin, risas, baile y un largo etcétera.

La noche cayó con más rapidez de la que esperaron, ya no había absolutamente nadie. El encargado del sitio estaba cansado de esos dos así que simplemente le entregó las llaves a Jimin para que cerrara y se las devolviera el día posterior. Tendría que ir una hora antes pero merecía la pena si pasaba la noche con Hoseok.

Hoseok acabó sudado del empeño que puso ese día. Así que con la mirada de Jimin encima se quitó la camiseta que portaba.

El menor se alarmó y rápidamente apartó la vista, enteramente ruborizado.

- ¿Q-qué haces?

- Bueno no pretenderás que me quede oliendo a la habitación de un adolescente otaku. Voy a las duchas ¿Gustas acompañarme?

- ¡C-claro qué no!

- Oh venga, me voy a sentir solo y asustado si no me acompañas. - acompañó lo último con un puchero adorable que hizo que sus hoyuelos se marcaran profundamente.

- Está bien, pero duchate primero.

- ¿Era obvio...? ¿Insinuabas ducharnos juntos? Bueno, yo no me opongo a ello.

- ¡No es eso¡ ¡Agh! Da igual Hobi hyung.

- Ooh Hobi hyung, Jimin me matas de ternura.

- A estas alturas voy a no llamarte por nada porque con lo que sea que te diga ya te alteras y empiezas a decir que soy adorable, no lo soy.

- Es que aunque simplemente guardes silencio, eres tierno y bello.

- N-no digas esas cosas.

- El pequeño Jimminie se avergüenza si Hobi hyung le dice cosas bonitas~.

Canturreó en una voz un poco más aguda.

Se rieron y luego sereno silencio reinó el lugar. Jimin miró detenidamente a Hoseok. Su torso estaba muy bien trabajado, tenía abdominales, no tan marcados (los cuales detestaba si se pronunciaban mucho) pero si se notaba que había hecho esfuerzo en su abdomen.

El castaño se dio la vuelta dispuesto a ducharse, dejándole una vista placentera de su espalda al muy afligido peligris. Le entraban ganas de abrazarlo por detrás y dejar cuántas marcas quisiera en aquella medio ancha espalda. Hoseok era todo un Dios griego.

Lo siguió a grandes zancadas, le daban miedo los espacios grandes, más de noche y cuándo solo había silencio.

- Hoseok hyung no vaya tan rápido por favor, espereme.

- Tranquilo Jiminnie, estoy aquí.

El más bajo tomó el brazo desnudo del chico y sintió como si su piel le quemara al contacto. Se sintió tan bien trazar levemente su brazo con la yema de sus dedos. Jimin sintió un ferviente deseo de tocar toda la tersa piel de su hyung.

Hoseok lo miró de reojo y sonrió, ya mismo lo tendría a su disposición y estaba impaciente, deseaba tanto a ese tierno chico.

Llegados al sitio, Jimin tomó asiento en una de las bancas de aquellas duchas. Hoseok se quitó los pantalones y el contrario abrió sus ojos lo máximo que pudo, que tampoco había mucha diferencia, sus ojos eran naturalmente pequeños. Pero se notaba su sorpresa.

- ¡H-Hoseok hyung! Detengase por favor.

- ¿Quieres que me duche con la ropa o qué?

- Obviamente no, pero podría perfectamente quitarse la ropa una vez dentro.

- ¿Qué más da? ¿Acaso te pongo nervioso pequeño?

- N-no hyung.

Jimin se levantó y desvío su mirada.

- ¿Sabes que mentir es malo Jimin?

- Prometo que no miento Hobi hyung.

Hoseok se acercó lentamente hasta tenerlo acorralado en los casilleros de aquel sitio. Sus brazos estaban a ambos lados de la cara del pequeño. El cual no se atrevía a mirarlo a la cara, se sentía diminuto ante la presencia del mayor.

- Mírame Jimin. - Dijo demandante.

Las piernas del peligris se iban a deshacer en cualquier momento, temblaba demasiado. Lo miró lentamente y casi murió. La mirada del más alto era tan intimidante.

- ¿Mentías?

- N-no hyung.

Dijo extasiado. Hoseok agarró la nalga derecha de Jimin apretándola fuerte.

Jadeó cuando sintió la grande mano del chico en su trasero sin previo aviso.

- ¿Mentías Jimin? - Se acercó un poco más a su cara.

- Te he dicho que no hyung, n-no tengo porque mentirte.

Con ambas manos tomó el trasero del chico por completo y lo alzó. Jimin cruzó sus piernas en la cintura del moreno.

- Mentir está mal, Jimin.

Y lo besó.