Una sensación reconfortante [HUNHAN]

Capítulo 6.

Se Hun se sentía un poco culpable por haberse alejado de sus amigos sin explicar qué estaba pasando por su mente, mas se tranquilizó al pensar en que ya tendría una oportunidad para aclarar todo después. Sólo esperaba tranquilamente en la banca de una pequeña plaza cercana al campus, revisando sus redes sociales desde su teléfono para no pensar tanto en cuánto tiempo había pasado desde su llegada y para no sentirse tan ansioso.

Lo único que tenía claro en esos momentos era que debía hablar con Lu Han lo más pronto que fuera posible. Su petición para encontrarse con él realmente había sido súbita, pero el más bajo había aceptado, cosa que le daba gusto.

—¿Se Hun? —De repente escuchó la voz del otro pelinegro dirigiéndose hacia él.

—¡Lu Han! —Exclamó al voltear a verlo—. Qué bueno que estás aquí... Perdón por haberte invitado a salir tan repentinamente —fue el curioso saludo de Se Hun.

—Ah... No te preocupes —sonrió de lado—. Siendo sincero, no tenía ganas de regresar temprano a mi casa —le comentó, omitiendo el hecho de que se enfrentaba a ese mismo caso todos los días. Prefería estar lejos de sus padres, sus comentarios y su manera de compararlo con su abuelo.

El más alto le hizo una seña para que tomara asiento junto a él y pudieran conversar. Decidió ser directo y hacerlo confesar lo que en realidad había sucedido durante la fiesta de Jong In, lo cual no fue muy difícil, para su sorpresa. Era verdad que Lu Han había acompañado a su amiga Jessica, pero también que se había escondido de Yi Fan tan pronto como lo reconoció entre los invitados.

Como el pelinegro más bajo fue sincero con Se Hun, éste hizo lo mismo y le contó que se había encontrado con Kris antes de comer con él en la cafetería de su escuela.

—De seguro te sorprendió que preguntara por él —seguía hablando con calma—. El asunto es que me contó un poco acerca de la amistad que tuvieron...

—Oh... Puedo imaginar qué cosas te dijo, no es necesario preguntar —cruzó los brazos y soltó un suspiro, algo entristecido por el simple recuerdo de Yi Fan que se repetía en su mente.

—Lu Han, debes saber que no salté a conclusiones. Las monedas tienen dos caras. Siempre habrá dos versiones diferentes para la misma historia —se mostró bastante comprensivo—. Ya escuché la versión de Kris, ahora quiero escuchar la tuya.

—Puede que mi versión sea más larga.

—Está bien, no tengo prisa —apoyó su mano encima del hombro ajeno—. Dime qué pasó exactamente. ¿Por qué Kris y tú dejaron de ser amigos?

Lu Han se encogió un poco, pero volteó a ver a Se Hun y hubo algo en él que le inspiró confianza. Fue incapaz de describir la sensación que lo invadió en ese momento, pero era como si pudiera contarle cómo había ocurrido todo desde el inicio sin miedo a ser atacado.

Tal y como había mencionado, su versión de la historia era más larga que la de Kris. Su versión daba inicio con la terrible relación que tenía con sus padres, junto con lo poca cosa que se sentía por culpa de ellos y lo difícil que había sido crecer teniéndolos como única guía.

Desde el primer respiro de su hijo, los señores Lu habían deseado que éste fuera exactamente como su abuelo paterno. Incluso le habían dado el mismo nombre: Han. Siempre le decían que se parecían mucho, que tenía que ser bueno como él y aprender de nadie más que de él... De una manera u otra nunca se le permitió elegir su propio camino y, como cualquiera podría imaginar, eso lo hacía sentirse miserable.

Lu Han contaba la historia de su vida, llena de muros, con un dolor tan evidente que Se Hun en cierto punto tuvo que luchar contra las ganas de abrazarlo, pegarlo a su pecho y decirle que todo estaría bien.

—Kris era como un rayo de luz, ¿sabes? —Le dijo—. A pesar de que me abandonó en el peor momento, creo que no puedo estar enfadado con él. Lo que hizo no estuvo bien y me dolió mucho, pero no ganaría nada si le guardara rencor. Es mejor que estemos así ahora, simplemente separados...

—En eso tienes razón —Se Hun había estado escuchando con atención cada palabra que salía de la boca contraria.

—Oh, no es que él me gustara o algo así. No vayas a pensar eso, por favor... Es sólo que... No sé cómo explicarlo —suspiró—. Había tan pocas cosas buenas en mi vida y Kris era una de ellas.

—Descuida. Entiendo a qué te refieres.

—Mi gato Zhu también era una de esas pocas cosas que me hacían sentir que todo valía la pena... Sufrí mucho cuando falleció. Mis padres no le dieron mucha importancia y yo me sentí muy solo.

—Me imagino lo difícil que fue para ti, Lu Han.

—¿Te puedo decir algo que tal vez suene un tanto loco?

—Adelante.

—No me siento vivo —negó un par de veces con su cabeza—. Claro, tengo pulso y no me encuentro dentro de un ataúd, pero... no me siento vivo —desvió la mirada—. Cada vez que me levanto de mi cama, me siento atrapado en un mundo frío y sin color que me consume poco a poco. Todos a mi alrededor están respirando con normalidad, puedo verlos a diario, pero yo siento que llevo una soga en el cuello y que me estoy quedando sin aire con cada paso que doy. Es... Es realmente horrible, Se Hun. Pronto no sabré qué hacer y... creo que cuando llegue a ese punto, entonces...

—No digas ni una palabra más —lo interrumpió, dejando de luchar contra sus ganas de abrazar a Lu Han con fuerza y acercándose para poder hacer eso mismo.

—Se Hun...

Lu Han se quedó inmóvil, sintiendo cómo su rostro comenzaba a arder. Era obvio que sus mejillas se habían puesto rojas.

—Escúchame... Aún no es demasiado tarde —Se Hun susurró a su oído—. Aún puedes dejar lo que estás haciendo, enfrentarte a tus padres y empezar a tener la vida que en verdad deseas para ti.

—P-pero... ¿Cómo?

—Yo te estaré apoyando —prometió.

Continuará.

.............................

¿Cómo están, lobitos míos?

Parece que Se Hun tiene un plan.

Espero que este capítulo sea de su agrado. Ya casi llegamos al final del fanfic.

Muchas gracias por sus comentarios y votos. ❤️