It's Too Late To Save A Love That's Died | (Nikki Sixx)

Capítulo 1.

Marzo 22, 1986.

Estaba todo listo para lo que en algunos días, sería mi gran esperado matrimonio con mi prometido, Dave.
Faltaba una semana exactamente, vaya que el tiempo pasa rápido. Parece que fue ayer cuando Dave me pidió matrimonio, pero fue hace casi 10 meses.
Hoy, a las 11:30 a.m. quedé de verme con Dave en mi casa, me había dicho por teléfono que era urgente. Faltaban quiza unos 15 minutos o menos para que llegara. Estaba alistándome, ya casi terminaba. Ya me había duchado, cambiado, solo faltaba terminar unas pequeñas cosas del maquillaje.
Cuando termine, me puse un par de aretes que me había regalado mi madre, también me puse perfume y baje a la sala. Espere a Dave en el Sofa, prendí la T.V para entretenerme un poco. Pasaron al rededor de unos 5 minutos, se escucho que tocaron la puerta, así que fui hacia ella y revise quién llamaba, se trataba de Dave. Abrí la puerta, el solo me miró.

–Hola, cariño. –trate de darle un beso para saludarlo, pero él solo me hizo a un lado– ¿todo bien? –le pregunté extrañada–

–Necesito hablar contigo. –se veía muy serio y nervioso a la vez, realmente me estaba preocupando–

–Claro, pasa...

Entramos y cerré la puerta. Lo miraba con mucha confusión, apenas ayer estaba normal, aún que si lo notaba un poco diferente y extraño.

–¿De qué quieres hablar, cielo? Te noto algo raro. –le dije, pero él ni siquiera me miraba ya–

–Siéntate. –suspiró–

Me senté en el sofá, trataba de tomarle la mano para tranquilizarlo un poco, pero el solo quitaba su mano.

–David, dime ya, ¿qué pasa? Me estás asustando.

Tomó aire, miró a todos lados, para finalmente mirarme a mi.

–Taylor, perdóname, pero no puedo. –me dijo muy nervioso–

–¿Qué es lo que no puedes, Dave?

–No puedo casarme contigo. –dijo tan débil, que apenas lo pude escuchar–

–¿Qué?, ¿Es en serio lo que acabo de escuchar? –lo miré confundida–

–Si, lo que escuchaste.

–Dave, yo sé que estás nervioso por la boda, yo igual lo estoy, pero no puedes mandar todo a la mierda por... –me interrumpió–

–¡Es que no son nervios, Taylor! –me gritó–

–¡¿Entonces qué es?! –le grité, estaba ya muy confundida–

Sentía como poco a poco, se iban aumentando las ganas de llorar, a este punto ya tenía el corazón hecho trizas. Dave, no contestaba, sólo evitaba mirarme.

–¡RESPÓNDEME! –le grité, empezaron a salir algunas lágrimas– explícame, porque te juro que no estoy entendiendo nada...

–Lo nuestro no está funcionando hace tiempo...

–¿Y acaso no pudiste hablar conmigo sobre eso? –me sentía muy enojada ya, pero seguía sin entender– ¿Por qué tenías que esperarte hasta ahora?

–B-bueno yo... –tomo aire– Creí que si te pedía matrimonio y nos casabamos, todo iba a mejorar, pero la verdad, es que aun no estoy listo para algo así.

Me miró algo apenado, como si tuviera miedo de lo que fuera a responder.

–No puedo creer esto... ¿POR QUÉ COÑO NO ME DIJISTE NADA? ¡PUDIMOS EVITAR TODO ESTO! –sentía mucho enojo, pero también mucha decepción y tristeza. Estaba llorando–

–Perdóname... No quería lastimarte.  –me miró triste–

–Pues ya lo hiciste. –seguía llorando–

–Hay algo más que quiero confesarte, no me sentiré tranquilo si no lo hago.

–¿Algo más?, ¿en serio?, dilo de una vez.

–No puedo seguir con esto, porque –suspiró– joder, porque hay alguien más... La conocí hace meses, no estaba seguro de que hacer, decidí pedirte matrimonio también por eso, porque quería estar seguro y no quería lastimarte... Pero me di cuenta de que no podía seguir así contigo.
Perdóname por favor, tu no merecías todo esto. –evito mirarme–

–¿Sabes qué? ¡LARGATE YA, LARGATE CON ELLA! –le grité– No quiero verte nunca más. –no podía dejar de llorar, estaba muy alterada–

–Taylor, perdón... –trataba de tomar mi mano–

–¡NO ME TOQUES! –lo empuje– ¡¿NO ESCUCHASTE QUE TE LARGUES?!

Quite el anillo de compromiso que tenia en el dedo, tome su mano y se lo di muy bruscamente.

–No lo quiero, quédatelo. Quizá quieras dárselo a la otra.

–Espero que puedas perdonarme. –me miró–

–No quiero escucharte, largate. –abrí la puerta indicándole que se fuera–

David salió, se veía triste a pesar de que quizá se sentía liberado por lo que había dicho.
Después de todo lo que acababa de pasar, subí a mi habitación, avente un par de cosas y me acosté a llorar como nunca lo había hecho. Jamás imagine que él podría hacerme algo así, me resultaba algo imposible, pues estábamos a punto de casarnos. A pesar de que Dave me había dicho todas las razones, algo dentro de mi aún quería creer que era un mal sueño, pero no, no lo era. Todo era real, pero seguía sin entender el por qué de todo. Sin duda era algo que jamás iba a olvidar. Ni siquiera sabía si superaría todo esto.