Capítulo 2.

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No podía creer lo que acababa de pasar, ¿por qué esperarse hasta ahora?...
Estaba en mi habitación, acostada en mi cama llorando como probablemente no lo había hecho en años. Tenía mil cosas en la cabeza, ¿qué haría con tantas cosas que ya estaban listas para ese día?, ¿qué haría con un vestido de bodas?, ¿qué haría con todo lo que sentía? Pero sobre todo, ¿cómo y cuándo iba a superar todo esto?.
Era al rededor de la 1:00 p.m., me dolía la cabeza tan horrible, quise bajar por una pastilla o algo, pero no quería que nadie me viera así, no quería hablar con nadie, ni dar explicaciones de nada a nadie. No se escuchaba ruido, parecía que aún no llegaba nadie, así que, como era tan fuerte el dolor de cabeza, decidí bajar por fin, ya no aguantaba.
Tome unos tenis que estaban cerca de mi y me los puse, baje a la sala, y busque en el buro de mamá donde acostumbraba a guardar todo tipo de medicamentos. Encontré una caja de medicamentos, tenían un par de pastillas pero ya estaban caducadas.
Empecé a buscar en el baño, en otros cajones. Estaba yendo a la cocina, cuando pise algo, me detuve a ver que era, lo levante y en cuanto lo vi, sentí como regresaban las ganas de llorar. Era el anillo de matrimonio que le había regresado a Dave, al parecer se le había caído, o lo había dejado ahí a propósito. No pude evitar sentarme en el sofá y llorar con el anillo entre mi mano, preguntándome “¿Por qué? Si parecía que todo iba tan bien”. No podía esperar a que llegará alguien y me viera así. Fui por un vaso de agua, al menos. Me dirigí hacia la cocina, tomé un vaso de la alacena mientras intentaba limpiar un poco las lágrimas. Justo cuando estaba sirvendo el agua, llegó mamá con mi hermano, me volte para intentar que no me vieran.

—Tay, regrese, cariño. ¿Adivina quién vino? -dijo mi mamá feliz con mi hermano, supongo que él era la sopresa.

Estaba intentando esconderme para calmarme un poco, no quería hacer ruido. Mi madre, al ver que no contestaba, volvió a llamarme.

—¿Tay?.

Salí de la cocina, terminé de servir el agua y me fui algo rápido de ahí. Iba volteada.

—Aquí estoy, estoy algo cansada, me iré a dormir. -dije mientras me dirigía hacia las escaleras-

—¿A dónde crees que vas? -dijo Jani mientras iba hacia mi- hace semanas no te veo -fue conmigo- vengo, ¿y te iras a dormir?

Me subí a mi habitación, no me detuve en ningún momento pra hablar con Jani. En serio no quería que nadie se diera cuenta de como estaba. Tarde o temprano tenía que decírselos, pero al menos no hoy.
Jani se dio cuenta de que estaba actuando muy distinto.

—¿Qué tiene? -le dijo a mi madre-

—No lo sé, de hecho creí que estaría con Dave, estaba bien antes de que me fuera.

—Voy con ella, mamá.

—Esta bien, acomodo unas cosas y subo después, cariño.

Narra Jani.

Taylor definitivamente tenía algo y tenía que averiguar que era.
Tenia mucho que no la veía, pues desde que me case y me fui con Bobbie, nos veíamos menos. Estábamos muy acostumbrados a estar siempre juntos todos. Primero se fue Bonnie, ambos nos sentimos algo tristes, la extrañabamos, pero sabíamos que se iba con el amor de su vida. Después me fui yo y finalmente Tay se iría en una semana. Nos veríamos aún menos. Extraño tanto a mis dos hermanas. Quería venir a ver a mi hermana menor que siempre está feliz y verla así, en serio era algo raro.
Subi al segundo piso, donde estaba su habitación y toque la puerta. No respondió, era claro que tenía algo. No me importo y abrí la puerta.

—¿Me vas a explicar qué tienes? -entre y fui hacia ella-

—¿Quién te dejó pasar?

Estaba acostada boca abajo, se volteó y me miró enojada. Tenía los ojos muy hinchados, estaba llorando.

—Hey, ¿qué pasa?, ¿por qué lloras? -fui con ella, me senté a su lado-

—Nada, estoy cansada. -se volteó-

—No te creo, estas llorando.

—No quiero hablar con nadie ahora, Jani. Salte, por favor. -se limpio las lágrimas que tenía en el rostro-

—No, hasta que me digas que tienes.

—¡Que no tengo nada! -se levantó enojada y fue hacía la puerta-

—¡Claro que tienes algo! -le dije- te conozco... -suspiré- Tay, nos preocupas.

—No tienes nada de que preocuparte, ¿esta bien? No pasa nada. -me dijo un poco más calmada-

—Ya, dime. ¿Qué pasó? -me acerque a ella- mamá me dijo que estabas bien, creyó que estarías con Dave.

En ese momento, Taylor bajo la mirada y se puso una mano en la cara. Empezó a llorar de nuevo y me abrazó, yo le correspondí el abrazo.

—¿Qué pasa? -la separé de mi y la miré más de cerca. Limpié algunas de sus lágrimas-

—Bueno, vino Dave y lo vi bastante serio conmigo.

—Aja...

—Y... -tomó aire- Jani, Dave me terminó. -lloraba-

—¡¿Pero cómo?! -me sorprendí- ¡Si estaban a una semana de casarse!

—No lo sé, solo me dijo que no podía y que había alguien más... Me engaño todo este tiempo, Jani. Me mintió, no me amaba a mi, amaba a alguien más...

Tay se sentó en el piso, escondió su cabeza en sus rodillas mientras lloraba. Me dolía tanto verla así, no podía creer que él hiciera algo así con mi hermana a tan poco tiempo de casarse.
Me senté al lado de ella y la abrace.

—Tay, no sé porque lo hizo, pero por algo pasan las cosas... Quizá él no era para ti.

—¿Pero es que por qué se espero tanto? -me dijo- Solo jugó conmigo.

—Ya, Tay. No te tortures así. -levanté su rostro y la miré a los ojos- escúchame, tú diste todo de ti y Dave no lo valoró. No fue tu culpa, ¿ésta bien? Tú siempre fuiste buena con él, él no lo valoró.

—Es que... -la interrumpí-

—“Es que” nada. No fue tu culpa y punto. -la abracé- La verdad, yo creo que hubiera sido peor si te lo hubiera dicho el día de la boda.

—Si... Pudo ser peor. -suspiró- pero no puedo evitar sentirme así. Me siento como una basura.

—Te entiendo. Pero no puedes estar siempre así. Verás que llegará algo mejor y luego ya ni te acordarás de Dave.

—De verdad eso espero...

It's Too Late To Save A Love That's Died | (Nikki Sixx) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora