Capitulo III

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El comienzo de un nuevo año...

Lleno de ilusiones y esperanza... siempre he vivido de esperanza sin saber que es lo que en verdad espero, y con el tiempo he perdido la fe.

He escuchado durante muchos años esas frases que te alientan a seguir, esos algún día que al parecer nunca llegaran, todos hablan del tiempo y que todo pasa por algo. Si, son buenas frases, tal vez si te alienten un poco pero no consuela a nadie. Al final resolví no creer en eso, no creer en nada.

Era un alma muerta en un cuerpo vivo...

Así me sentía; los días pasaban, las horas transcurrían, las aves volaban de un lugar a otro, cada minuto una vida nueva llegaba al mundo y otra se iba, y ¿yo?... yo estaba igual, nada bueno ni malo me ocurría, me dedicaba a estudiar solamente supongo que al fin de cuentas esa es mi única preocupación, no hacia nada más, me sentía muerta.

Habían días en los que la depresión me tomaba en sus manos y me encontraba totalmente vulnerable a ella. Escuchaba en mi mente a aquella voz pero esta vez no me guiaba solo me hundía más de lo que estaba, la escuchaba decirme a gritos -Eres una estúpida, buena para nada, todos están mejor sin ti- una y otra vez me lo gritaba, las lágrimas no paraban de salir, quería salir corriendo sin embargo seguía ahí en mi habitación, en aquel rincón envuelta en lágrimas hasta quedarme dormida.

Termine por habitar en un vacío que me consumía poco a poco, día tras día, segundo a segundo, se volvía más grande.

¿Quien soy? Es lo único que quiero saber, ¿Quien soy? Es la pregunta que da vueltas en mi mente ¿Quien soy? Es la pregunta que me hunde todo el tiempo.

Nunca he se sabido quien soy en realidad, y las razones por las que estoy aquí, pero a pesar de ser un alma muerta, mi cuerpo aún vive y eso tal vez sea por muchos años, aunque no niego qué he sentido unas ganas imparables de agarrar la vida por mis manos y acabarla definitivamente.

Para mi la vida es igual, los días pasan y pasan sin ninguna casualidad entre manos para mi.

El año transcurría sin ninguna novedad, no volví a cruzar ni una sola palabra con él así que mis esperanzas como era de imaginar estaban en lo más profundo del suelo, estaba empezando a encerrarme en mi misma y solo escuchar la voz en mi cabeza.

Quería ser como roca. Y al parecer lo estaba logrando, me iba bien en eso de ignorar al mundo, pero como seres humanos siempre....SIEMPRE.... tenemos una debilidad.

A mitad de ese mismo año, finalizando las vacaciones de verano, una noche mas o menos a la 1 a.m, recibí un texto, era de él, lo que me sorprendió y creo que también me alegro....

Y así fue como todo empezó, así fue como un simple "hola" cambio por completo toda mi vida....

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