Martes 19 de Agosto...
Empecé el día como cualquier otro, me levanté al escuchar la estruendosa alarma que como cada día suena a las 6:00 a.m, me dirigo a la ducha para darme un baño, me pongo mi uniforme, bajo las escaleras escalón por escalón tan despacio que a veces parezco medio zombie, me siento en el comedor y poco a poco digiero el desayuno, miro la hora 7:00 a.m, tomo mi bolso y salgo de mi casa corriendo, debería estar en el colegio y no esperando el bus en la esquina mirando hacia el otro lado con la esperanza perdida de ver a Thomás ahí, esperando igual que yo, era obvio que en esta fría mañana ya había salido.
Al bajarme del bus, miro la hora 7:10 a.m, no iba tan mal solo eran 10 minutos, me apresuro tenía clase de algebrá a la primera hora ese día, aún no había visto a Thomás y me hacia falta su dulce mirada y hermosa sonrisa.
A la hora del descanso, pude divisarlo a lo lejos, quería correr hacia él darle un abrazo y decirle lo mucho que le quiero pero no había tiempo, las rutas que nos llevan a la sede habían llegado y la clase de educacion física no se hace esperar.
2 horas corriendo, saltando, haciendo ejercicios, riendo por las estupideces de mis compañeros y por supuesto con él dando vueltas en mi mente.
Todos los días esperó con ansías la hora de la salida solo para caminar de la mano con Thomas, esa siempre ha sido mi parte favorita del día, estando con él me siento segura y protegida, no hay miedo, solo tranquilidad y paz, se me olvida que los demás existen porque cuando estamos juntos él se convierte en mi mundo.
12:00 p.m, estoy afuera del colegio esperando a que todos salgan, en compañía de mis amigas y sus locuras, veo a Thomas saliendo, riendo con sus amigos de no sé que, se ve tan lindo con su cabello despeinado y esa sonrisa que tanto amo. Siempre le ignoro unos minutos luego le hago saber que me voy y al final viene a mi lado me saluda y seguimos nuestro camino.
Todos los días nuestros amigos nos acompañan hasta cierta parte donde nos dividimos; ese Martes íbamos con Nicolás y David siempre nos molestaban y hacían reír, al despedirnos de Nicolás en una esquina nos hizo dar un corto pico y las burlas de David siguieron.
Al estar en casa al medio dia, me tiro en mi cama, cierro los ojos, me pongo los audífonos y recuerdo cada uno de los días con Thomas siempre se dibuja una sonrisa en mi rostro; a mitad de mi fantasía fui interrumpida, por la irritante de mi prima Anne, al parecer Thomas me necesitaba quería que saliera un poco antes, su hermano nos llevaría hasta la universidad donde veíamos clases de inglés, yo no vi ningún problema, almorcé tan rápido como pude, aliste mis útiles y muy nerviosa me dirigí hacia su casa, aunque ya había ido varias veces y conocía a su familia los nervios no se iban.
Nos sentamos en la parte trasera del auto, fue un trayecto agradable, buena música y varias risas que al parecer es lo único que se hacer cuando estoy con mas personas.
Llegamos unos 20 minutos más temprano al centro de idiomas, no había nadie, así que subimos y entramos al salón en el que yo veía clases, y en un rincón de aquel salón nos besamos. Cerré mis ojos, sus labios encajaban perfectamente con los mios, sentí pasión, amor, dulzura, mil sensaciones en un instante, bajo su mano a mi cintura y me apego a él haciendo el beso más intenso, nunca me había sentido de tal forma. Estuvimos varios minutos ahí aunque para mi fueron segundos; empezaron a llegar estudiantes y profesores, así que terminamos aquel beso, él me sonrió y se fue a su salón y yo seguí ahí recordando sus labios, sus manos, su sonrisa y me di cuenta que eramos el uno para otro y una felicidad infinita me lleno.
La profesora o mejor dicho la "teacher" así le gustaba que nos dirigiéramos a ella, nos repartió unas hojas, era la recuperación del examen pasado que todos habíamos perdido; todos se encontraban muy nerviosos querían pasar ese examen, yo me sentía muy segura tenia una felicidad indescriptible y al recibir aquella hoja empecé a realizar cada uno de los ejercicios bastante veloz como nunca antes, todo me lo sabia y estaba segura por primera vez en mi vida, fui la primera en entregar y salir del salón; minutos después nos dieron los resultados y como lo supuse tenía un perfecto 5, no lo podía creer, ¿Yo? ¿un 5? ¿En clase de inglés? Suena algo difícil y sabia que aquel beso me dio la fuerza para obtenerlo, ese día la profesora se quedó con el examen dijo que lo entregaría la próxima clase, yo quería ir donde Thomas, mostrárselo y decirle que gracias a él lo obtuve.
5:00 p.m finaliza la clase, recojo mis cosas y salgo busco a mis amigos para dirigirme a casa, veo a Thomas que se acerca, me da un beso en la mejilla para despedirse -Gracias Thomas- le dije -jaja ¿Por qué me agradeces?- me respondió -luego te explico- y le regale una sonrisa y me fui.
Me arrepiento tanto de no haberle dicho el porqué en ese mismo instante y ahora jamás lo sabra, estaba tan segura de todo, pensé que me queria y no tenía dudas después de esa tarde pero me equivoque y no me di cuenta de como las cosas cambian de un dia para otro.
