-" Me gustas"
Simples palabras que pueden dar vuelta tu mundo entero.
Desde aquel momento recuerdo cada día que empecé a pasar junto a él por mínimo que fuese.
Viernes 18 de Julio empece el día como cualquier otro, fui al colegio y tome las clases correspondientes del día, a la salidad me dirigía mi casa por el camino que solía tomar cada día.
Todo iba normal hasta que casi dos cuadras antes de mi casa alguien me alcanza por detrás y recuerdo perfectamente las palabras que pronunció "¿Mucho calor?" aunque reconocí no pude evitar el hecho de asustarme, gire mi cabeza y vi a Thomás con una botella de Coca-cola en su mano y una sonrisa por el hecho de asustarme.
Caminamos juntos hasta una tienda donde compre una botella de agua con gas de verdad hacia mucho calor>. Nos quedamos hablando en la esquina al frente de la casa de él, recuerdo que me pidió un beso pero me negué a ser yo quien se lo diera primero, al final se dio cuenta de que no cambiaría de opinión y me lo robo.
Ese día en la noche, le confese que empezaba a sentir algo por él.
A la semana siguiente empezamos a caminar juntos del colegio a la casa al medio día y de vez en cuando nuestras manos se entrelazaban perfectamente. Además los días de ingles nos ibamos juntos y es increible la manera en la que transformaba un simple bus en el lugar más hersomos del universo.
Comenzamos a vernos más de seguido así que uno que otro fin de semana iba hasta su casa y pasábamos tiempo en la terraza o el iba hasta la mía y nos sentábamosa hablar ya mirarnos por horas.
En el colegio casi no estábamos juntos pocas veces cruzábamos miradas o saludos, recuerdo un día que estuvimos juntos al final de la tercer hora en las escaleras del primer piso conversando, hasta que una de las hermanas casi nos ve ahí, además en las o casiones que lograbamos cruzarnos, un guiño o una brazo no estaban demás.
El Martes 12 deAgosto era su cumpleaños y me había pedido pasar todo el día con él y esa idea no me molestaba en lo absoluto.
Ese dia teniamos que ir al colegio y al no poder encontrarmelo temprano en la mañana, me salíde una de mis clases a escondidas para ir a donde él se encontraba, lo vi de espaldas mirando unos libros me acerque y lo abracé por detrás surrándo le al oído un tierno "feliz cumpleaños" por lo que él se giró y me abrazo. Al medio día le di el regalo que había comprado días antes con todo mi amor para él y en la noche salimos a comer con sus padres.
Ese es uno de los tantos recuerdos que aún conservo y de vez en cuando me sacan una sonrinsa.