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"Para enamorarse solo se necesita un segundo, una mirada y una sonrisa"

La esquina de cupido—


..

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—Entonces teme.—hablo Naruto de repente, interrumpiendo el silencio de su habitación con su voz chillona y molesta.—¿Me dirás qué demonios te sucede?.—pregunto cerrando la puerta tras de él y encendiéndo la luz de su habitación.

—Vete.—le gruñó tapando su rostro y dándole la espalda.

No quería ver a nadie, no quería hablar con nadie, simplemente quería estar solo para hundirse en su miseria.

—¡Qué demonios Sasuke!.—grito Naruto jalando de un tirón su sábana.—¿Sabes lo preocupado que tienes a todos?, ¡No comes, no hablas, y no sales de tu maldita habitación! ¡Dime qué te sucede con un demonio!.—grito con histeria.

En contra de su voluntad se obligó a verlo, tenía el rostro rojo de rabia, y el ceño fuertemente fruncido, sus ojos de un azul claro lo veían con preocupación y molestia. Y por un momento, por un infinito momento sintió culpa, pero tan pronto como apareció se esfumó.

—Solo vete Naruto.—le volvió a decir cerrando los ojos y abriéndolos de inmediato cuando la imagen de él riendo con las mejillas sonrojadas se coló en su cabeza.

—No me iré de aquí Sasuke.—gruño Naruto con terquedad tomando asiento en el suelo y recargando su espalda contra la puerta cerrada.—Se que algo te molesta y preocupa, y hasta que no me lo digas y busquemos una solución no me iré de aquí. Estaré pegado a hasta que te de asco.—prometió con convicción cerrando los ojos y cruzando sus brazos por sobre su pecho.

—Ya me das asco.—le recordó con un poco de burla, recibiendo a cambio una mirada fulminante.

Suspiro sentándose en su cama con su rostro recargado sobre sus rodillas.

—No hay solución Naruto.—susurro con voz cansada.

Naruto lo observó unos segundos antes de suspirar.—Siempre hay una solución para todo.—dijo con positivismo.

—No para mí.—gruño con molestia.

Naruto lo observó unos segundos y en sus azules ojos pudo reconocer la preocupación, el temor y la alarma.

—¿E-estas…—carraspeo con lo que parecía ser miedo.

Sonrió una vez que entendió a donde se estaban dirigiendo los pensamientos de Naruto.

—No estoy muriendo Dobe.—lo tranquilizo.

El alivio se pintó de inmediato en aquellos ojos azules.—¿Entonces?.

Lo observó detenidamente unos segundos. Naruto era su mejor amigo, prácticamente eran hermanos, siempre habían estado juntos, ambos sabían todo sobre el otro, sus miedos, sus sueños, ambiciones, gustos y molestias. Sabia que podía confiar en Naruto hasta su propia vida y este no lo abandonaría, así era Naruto.

Suspiro y restregó su rostro, decidiéndose a confiar aquel secreto a su único amigo.

—Naruto.—susurro con los ojos cerrados, buscando valor para decir aquellas palabras.

Desde que se enteró no las había dicho, sentía que decirlas haría todo más real, pero simplemente no podía negarse a la realidad.

—S-soy gay.—susurro casi inaudiblemente, pero por el jadeó asombrado de Naruto supo que lo había escuchado.—Me gusta un hombre.—aclaro recordando aquellos ojos perla y sonrisa de mejillas sonrojadas.

Casi con temor levantó su rostro observando el sorprendido de Naruto que lo miraba con los ojos abiertos de par en par.

Prosiguió a explicarse al ver la alarma en aquellos ojos azules.

—No malentiendas Dobe.—gruño sacando a Naruto se su shock.—No me gustan todos los hombres solo uno, lo demás me dan asco.—aclaro.

—¿¡Q-quien…!?

Suspiro.

—Hyūga Neji.

Naruto lo miro con aún más sorpresa —¡El raro Hyūga!.

Él lo miró de mala manera antes de corregirlo, sentía la necesidad de hacerlo, por estúpido que sonará.—Es Hyūga Neji.

Soy GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora