Soy Gay

6

“Hay personas del pasado que traen consigo recuerdos olvidados y sentimientos enterrados.”
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Incómoda se removió en su lugar, sentía que alguien la estaba siguiendo desde hacía un buen tramo, disimuladamente volteo su mirada pero, como ya había sucedido nadie parecía genuinamente interesado en sus pasos, nerviosa y un poco ansiosa apresuró su andar, buscando rápidamente un lugar donde esconderse, un lugar donde estar a salvo de quien sea que la siguiera.

Con la respiración un poco agitada volteo su mirada a varios lados y no fue hasta entonces que su clara mirada se encontró con la oscura de él, y un sentimiento de alivio le recorrió el alma al encontrar un rostro conocido entre el montón, asintiendo rápidamente en su dirección, apresuró aún más su paso para acercarse a él.

Pero entonces sucedió, una mano grande y callosa le tocó el hombro y ella sintió como el alma le abandonaba el cuerpo, por su cabeza desfilaron rápidamente imágenes del día de la tragedia, del día en que todo se destruyó. Su cuerpo comenzó a temblar instantáneamente y justo cuando estaba lista para gritar, una gruesa voz llamo a su nombre, deteniendo toda futura acción.

—¿Hina-chan?.—pregunto el desconocido a su espalda, con una voz que ella no tardó mucho en reconocer.

Rápidamente volteo su rostro, encontrándose con sus amables y cálidos ojos café, que la miraban sorprendidos e incrédulos. Una sonrisa se pintó en sus labios, dejando al descubierto a sus colmillos, su cabellos castaños seguía tan indomable como recordaba y sus extrañas marcas aún estaban en sus mejillas, lo único que al parecer si había cambiado era su tamaño, una cabeza más grande que ella, pero de ahí más seguía siendo él, seguía siendo esa persona que había dejado en su pasado, una persona que había enterrado junto a Hyūga Hinata.

—K-Kiba-kun…—susurro, provocando que la sonrisa del desconocido se hiciera más grande.

—¡Eres tú! ¡Realmente eres tú!.—celebro, antes de apretujarla entre sus brazos.—No estaba muy seguro, pero realmente eras tú, ese andar torpe y nervioso solo puede pertenecerte a ti…

Y a pesar de la efusividad, ella no pudo hacer otra cosa más que mirarlo entre nerviosa y aterrada, y la razón era simple, él la había reconocido, aún entre las gigantescas ropas que usaba, aún cuando tapaba la mayor parte de su rostro con una peluca castaña, el la había reconocido, y eso solo significaba que esa persona también podría hacerlo.

Nerviosa volteo su mirada por todo su alrededor, en ese momento todos eran sospechosos, en ese momento cualquier persona a su alrededor podría ser un espía de Toneri.

—¡Oye…! ¡Hi…

—Hyūga…—interrumpió una tercera voz a su espalda, haciendo que Kiba lo mirará confundido y un poco curioso y ella nerviosa.

—U-Uchiha-san.—susurro dirigiendo su mirada a él, era extraño que le hablará, mucho más aún que se acercará a ella, no lo conocía mucho, solo sabía lo que todos en la escuela sabían de él.

—¿Lo conoces Hina…

—¡Kiba-kun! ¡Te presento a Uchiha-san, es mi compañero de clases!.—interrumpió completamente pálida y asustada, mirando nerviosa entre Sasuke y Kiba, quienes solo se miraron y asintieron.

—Inuzuka Kiba.

—Uchiha Sasuke.

Ambos estrecharon sus manos, por alguna razón que aún no entendía, el ambiente era realmente tenso entre ambos, lo cual para su muy mala suerte solo había que sus nervios aumentarán. ¡Dios! Solo quería estar de nuevo en su pequeño apartamento, y fingir que ese día nunca pasó, solo quería resguardarse en la seguridad que aquellas cuatro paredes de espacio reducido le brindaban.

—Y-yo ya me t-tengo que ir.—susurro, rompiendo el tenso silencio. Ambos pares de ojos se dirigieron de inmediato a ella haciéndola sentir más pequeña.

—¿Eh? ¿Ya? ¡Pero si nos acabamos de encontrar! ¡Quiero saber cómo has estado! ¡Quiero ver a la pequeña Hanabi-chan! ¡Kurenai-sensei…

—Lo siento Kiba-kun.—susurro cabizbaja, escondiendo con el fleco de su peluca su mirada cristalizada, ver a Kiba era doloroso, tenerlo frente a ella era como regresar al pasado, un pasado que jamás va a regresar y que ella aún no podía superar.—Me tengo que ir.—y sin esperar respuesta solamente hecho andar, escapando del pasado que Kiba traía de vuelta consigo.

…

Él observó su pequeña espalda, hasta que desapareció entre la multitud, por alguna razón le pareció verlo abatido como nunca antes lo había visto y pese a que desconocía la razón, de una cosa estaba seguro y era que ese chico frente a él tenía algo que ver.

Por alguna extraña razón que no quería averiguar no le agradaba, todo en él gritaba problemas y poseía un aura parecida a la de Naruto que le empezaba a exasperar.

—¿De donde conoces a Neji?.—ordeno saber, mirándolo fijamente a lo que él solo lo miró confundido.

—¿Neji?.