¡¿Midoriya tiene un...HERMANO?!

Un objeto muy preciado

Ya habían pasado 2 semanas desde que Kaede aceptó a Eri como su hija.
Las cosas iban bien, Kaede aprovechaba cada instante libre que tenía para mostrarle a Eri el mundo, incluso le enseñó a leer y escribir, a Kaede le reconfortaba mucho cuidar de Eri, el sabía que tener que hacerse cargo de ella sería una gran responsabilidad, no solo porque debía criarla, sino porqué Chisaki estaba tras ella y debía protegerla a toda costa.
Un día Kaede revisaba unas cosas en su computadora mientras Eri miraba una película en la televisión. Luego de un rato Kaede escuchó que la televisión dejó de sonar..

Kaede: ¿Eri?, ¿Pasa algo?

Eri: No papá, sólo que la película ya se acabó jeje -dijo muy feliz y subiéndose a las piernas de Kaede- ¿Que estás haciendo papá?

Kaede: Nada importante cariño, sólo déjame terminar y te llevaré por unas golosinas

Eri: Golosinas.... -dijo babeando-

Kaede: Bien, solo espera unos minutos.

Eri: ¿Papi?

Kaede: Dime

Eri: ¿Que son esos? -señalando un estante en la pared, donde Kaede tenía varias espadas-

Kaede: Son espadas Eri, son armas que me gusta coleccionar

Eri: ¿Puedo jugar con una?

Kaede: No hija, son cosas muy peligrosas, si no tienes cuidado te puedes lastimar.

Eri: ¿Y como se usan? -curiosa-

Kaede: Cuando crezcas te enseñaré a usarlas

Eri: ¡Pero yo quiero aprender ahora! -enojada haciendo un puchero-

Kaede: No puedes Eri, aún eres muy pequeña

Eri: ¿Y eso que tiene que ver?

Kaede se levanta de la silla, pone a Eri en el piso y toma una espada de la estantería (todas las espadas estaban en sus fundas), después da media vuelta y se dirige a Eri.

Kaede: Muy bien pequeña, si puedes sostener está espada sin hacer esfuerzo te enseñaré a blandirla, ¿Te parece?

Eri: ¡Si! -toma la espada pero el peso de esta la arrastra hacia abajo-

Eri sujeta la espada por el mango con ambas manos pero le resulta muy difícil mantenerla en el aire, después de un rato se rinde..

Eri: No puedo -desanimada-

Kaede: -toma la espada- Y esta es la menos pesada, si esperas a crecer y te haces más fuerte podrás blandirla sin problemas, entonces te enseñaré.

Eri: Si papá, Oye, ¿Cual es tu espada favorita?

Kaede: ¿Porque quieres saber eso?

Eri: Porque tienes muchas, así que debes tener una que sea tu favorita.

Kaede: Pues mi favorita no está ahí jejeje

Eri: ¿Entonces donde? -curiosa-

Kaede: Está aquí abajo -sacando un baúl que estaba debajo de su cama-

Al abrirlo, había muchas cosas, fotos, libros, cajas de madera pequeñas, y del lado de la abertura del baúl había un espacio donde Kaede metió la mano, y sacó una espada. Cuando la desembainó se veía una asombrosa espada larga de una mano, era de color negro con algunos detalles plateados, Eri quedó asombrada....