Gusto culposo ‖ Chaelisa▪

Capitulo 9

Debiste haber visto tu cara.- La morena rió y Lisa soltó un gruñido.

-Ash, has silencio. -Tomó un poco del vaso de smoothie que estaba frente a ella.-Eso fue vergonzoso y desagradable.- Puso su mano en su mentón.

Ambas chicas se encontraban en una pequeña cafetería que quedaba a unas cuadras del parque de diversiones. Habían pasado aproximadamente 1 hora y Lisa aun seguía lamentándose por que la torpe de Park le quitó su espacio personal en medio de tanta gente.

-Oh mira, un mensaje de Cheyoung.- Jennie tomó su teléfono y la rubia abrió mucho los ojos.

-C-Chaeyoung.- Jennie la miró raro.

-Si, Son Chaeyoung, nuestra amiga.- Dijo extrañada.

Lisa se golpeó mentalmente. Si, por supuesto que tenía que ser ella y no Park, era tonto de su parte pensarlo siquiera. Sintió nauseas.

-A-Aahh, si.- Bajó la mirada.- ¿Que te dijo?.- No quería que Jennie le hiciera preguntas.

-Me dijo que si quisieras ir a una fiesta esta noche.- Levantó una ceja.

-Unnie, sabes que tengo que ir a la iglesia hoy en la noche. Ya sabes como se pone mi mamá.-

-Ah, lo había olvidado.- Dijo sin mirarla.- Pero igual, yo si iré. Voy a ver si consigo un chico lindo.

-Agh, tu siempre con eso.- Bufó.- Deberías conseguirte un novio.

-Nah, no quiero compromisos por ahora.- Acomodó su cabello con su mano.

-Como digas.- Movió los hombros y recostó su cabeza sobre la mesa.

______

-Rosé.- Llamó el rubio.

La pelirroja bajó por las escaleras y llegó a la sala donde Jimin se encontraba sentado en el sofá, con el dedo del pie vendado.

Cuando Rosé llegó del parque de diversiones, hacia aproximadamente dos horas, se encontró con que su hermano se había lastimado mientras cocinaba, un movimiento de torpeza hizo que una pesada olla le cayera en el pié. Por suerte solo se lastimó el dedo gordo pero aun así se quejaba como niña pequeña, según Rosé.

-Dime, hermano.- Dijo sentándose a su lado.

-Me duele un poco y creo que se esta inflamando mas.- La miró como niño pequeño.

-¿Quieres que vaya a la farmacia por algunos analgesicos?.- Sugirió apretando la mejilla del mayor.

-Assh.- Dijo sobandose la mejilla.- Me harías un gran favor. Aunque es algo tarde y...

-No te preocupes hermanito, puedo hacerlo, además no quiero que sigas quejandote.- Se levantó y tomó una chaqueta del perchero.

-No me quejo.- hizo un puchero.

-A veces yo parezco la mayor.- Dijo Rosé riendo. Jimin podía ser infantil a veces, eso lo hacia tierno pero cuando se trataba de protegerla luchaba con quien sea.-No tardaré.

-Ve con cuidado.- Dijo Jimin viéndola abrir la puerta.

-Claro que si, Jimin oppa.- Se despidió haciendo un gesto con la mano y cruzó la puerta.

La noche estaba algo nublada pero no lo suficiente como para llover, Rosé se encaminó a la farmacia mientras disfrutaba de la paz que le daba la silenciosa aura nocturna. Antes salía a caminar cuando oscurecía, esto le relajaba cuando estaba estresada.