🍂𝓞𝓾𝓻 𝓛𝓲𝓰𝓱𝓽 | KσσƙTαҽ🍂

🎆ʇɥɓıᴚ ʇI ǝʞɐW🎆

«The moment I noticed myself
I had to leave
I had to find out
All day all night...»

Kim Taehyung fue criado con mucho amor. Siempre fue querido por sus familiares pese a su hermética forma de ser. Una pena que algunas cosas simple y sencillamente no están destinadas a ser. Muchos pensaron que basado en la alegría y amabilidad de sus padres él sería algún tipo de súper amable humano con sonrisas para regalar, de consejos acertados.

Se equivocaron.

Las personas somos disimilares, a fin de cuentas, eso nos vuelve humanos.

Nunca dudó porque siempre lo supo.

Enterrado en su alma como una creencia o algún credo. Aunque trató de esconder la impertinente verdad ésta lo alcanzó con sus fervientes y maliciosas ganas. Frente al espejo observando lo que él valorizaba como su "aborrecible reflejo."

Con ganas de cubrir su rostro.

En las reuniones familiares cuando debía demostrar al menos una milésima del cariño que su familia, sin ningún reparo, le obsequiaba.

Con ganas de sentirse intocable.

Fiestas o reuniones escolares cuando su deber era socializar.

Con ganas de esconderse bajo su cama.

Salud, amor, libertad.

Todo eso se le fue dado con la mayor delicadeza de un ser vivo, en bandeja de plata como dicen algunos, tristemente sus pies jamás pertenecieron a esos zapatos.

Había que admitir que en los últimos años de su vida fue capaz de medrar como persona en ámbitos sociales y familiares. Por el contrario, esas pequeñas semillas de amor propio nunca lograron florecer en su nublado corazón.

Las personas decían que él era hermoso. Una obra de arte. Cabellos rubios y añiles ojos desbordantes de divergencia, empero Taehyung no compartía esa misma perspectiva. Para él su propio reflejo era un molde vacío.

«This eternal night with no end in sight
It's you who gifted me the morning...»

Como una bala perdida, o algún milagro mandado por los dioses en signo de misericordia, HoSeok llegó a su miserable vida. Suave, pequeño, de orbes color esperanza y una acrisolada aura rodeándolo.

Él...

Él era tan verde que Taehyung se sentía pleno a su lado. No tenía que pensar en nadie más que no fuera su bebé. Ni siquiera en la complicada aversión hacia su propia persona. Una arma de doble filo.

«Just hold me silently like you did that day, that time
The reason I survived in hell
It's for you...»

Así fue como HoSeok se convirtió en su pequeña luz. Llámenlo incorrecto o cobarde, HoSeok fue la distracción que necesitó el beta para ignorarse a sí mismo. Su corazón dejó de estar sumergido en la fuente del dolor y decidió nadar entre las aguas de una ilusión. Una futuro que podría verse afectado por injustas variables.

«A little taller than I was before
With a voice a little more solid...»

Y en muy poco tiempo teníamos a Kim Taehyung volando en las nubes. Falleciendo por tiernas sonrisas infantiles. Pequeños hoyuelos vistiendo dos desnudas y pálidas mejillas configurando el rostro más angelical que sus ojos hayan visto. Ojitos verdosos que a él claramente le encantaban. Manitas y piececitos regordetes. Un bebé cautivador. Tenía su corazón sin importar qué. Y nadie – absolutamente nadie – lo apartaría de su lado.