dime tu nombre

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-No me haría mal un ayudante en este momento, esta bien te haré una prueba- le dijo James mientras me daba mi café
Yo solo le di el dinero a James y salí de la cafetería, la verdad no le hablé a ese chico de los grandes colmillos ya que no soy muy bueno haciendo amistades y no me interesa hacerlas.
Salí de la cafetería y me dirigí a la universidad, como es mi primer año no estoy muy preocupado aparte de que soy muy bueno en los estudios.
Mi madre me ayuda con los gastos eso es solo un decir ya que entre a la universidad con una beca completa así que la tengo asegurada. Me es fácil mantenerlo ya que mis calificaciones son perfectas
Me gusta mucho estudiar y si no estudió leo, leo de todo un poco hasta historias de amor aunque no creo mucho en ello pero me es entretenido.
Mis clases terminaron y me dirigí a mi departamento tomé un baño para relajarme y me fui a descansar
Al día siguiente en cuanto me levanté note que hacía un poco de frío así que después de mi baño me puse unos jeans, una playera de manga larga y cuello de tortuga de color negro acompañado de un suéter azul y unas botas negras, tomé mi mochila y me dirigí a la cafetería
Cada vez que camino rumbo a la cafetería me encuentro con una chica a la cual siempre se le hace tarde siempre esta corriendo nuestros encuentros son tan recurrentes que hasta ella me sonríe, yo solo le sonrio
Cuando llegue a la cafetería no estaba nadie atendiendo. Cuando salió el chico de los grandes colmillos del almacén
-Perdoname estaba en el almacén que te puedo servir?- el chico de los colmillos llevaba puesto un delantal café el cual se veía muy bien  con su camisa roja cuadriculada
-Y James?- le pregunté
-El tubo que salir a surtirse pero estoy aquí para atenderte- me contesto con una gran sonrisa
-Entiendo esque el es el único que a podido prepararme mi café perfecto por ese motivo lo busco pero bueno regreso mañana- le contesté un poco sonrojado
-Ya veo que te parece si me dices como se prepara tu café para que no te quedes sin beberlo hoy- me dijo y sonó muy insistente
-Bueno pero pon mucha atención y no me mires mucho porque me pongo nervioso- le dije mientras agachaba la cabeza
El solo me sonrió y dijo -Pondre mucha atención-
Solté un ligero suspiro lo miré y comencé a explicarle
-Mi café debe estar cargado cuando empieces, le pones una porción pequeña de leche y crema, no debe hacer espuma no me gusta la espuma por favor no lo hagas con espuma, le pones dos cucharadas de azúcar y no debe estar muy caliente pero tampoco muy frio- lo mire seriamente -Si crees poder hacerlo si no puedes no hay problema y mañana vengo ya que este James- termine bajando un poco la mirada ya que el me miraba de una manera muy extraña
-No te preocupes yo lo hare- se dio la vuelta y se dirigió a la máquina de café tomo una  taza y comenzó
El se veía como si ya lo hubiera hecho muchas veces su mirada expresaba mucha seguridad. En cuanto termino se acercó y me lo dio
-Aqui tienes pruébalo por favor- expresaba tanta seguridad
Tome la taza y le di un sorbo a ese café que no se veía tan mal, mis ojos se abrieron por la sorpresa, no podía creerlo. Era el café más horrible le que había tomado no puedo describir ese tipo de sabor pero era horrible.
Mi cara no pudo evitar expresar el desagrado
-Por tu cara supongo que no estuvo bien- solito un ligero suspiro -Esta bien este café va por cuenta de la casa y no te preocupes algún día lograré servirte tu café perfecto y ese día me dirás tu nombre- me sonrió de una manera muy coqueta pero a la vez segura

un amor amargoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora