un amor amargo

creo que me gusta!

Me quedé en el salón reescribiendo las notas de Elizabeth, en cuanto la termine la busque para regresarselas pero no la encontraba y como ahora era a la única persona que le hablaba no sabía como localizarla.
Estaba a punto de rendirme cuando escuché que alguien me gritó.
-"BAMBAM"-
Voltee para ver y era Elizabeth acercándose a toda velocidad
-Me puedes regresar mis notas?- me dijo con voz un poco agitada
Yo las tenía en la mano así que solo la estire sin decir ninguna palabra. Ella las tomó, se dio la vuelta y comenzó a correr.
Yo solo me di la media vuelta y salí de la universidad. No tengo muchas clases bueno a decir verdad solo tenía álgebra así que el resto de mi día estaba libre.
Lo único que se me ocurrió fue ir por mi café ya que en la mañana no pude tomarlo.
Fui directo a la cafetería sin distraerme o desviarme. Entre a la cafetería y estaba James atendiendo.
-Hola James y en donde Mark?- le pregunté inmediatamente buscando a mi alrededor
-Fue a cambiarse tuvimos un pequeño problema con la máquina de capuccino, fue un desastre pero no debe de tardar- me contesto mientras atendía a una señora.
Yo solo asentí con la cabeza.
-Entonces lo esperaré- le dije a James y me fui a sentar a una de las sillas con mesa que se encontraban afuera de la cafetería.
Yo sabía que James podía hacerme mi café pero de alguna forma quería que el me sirviera mi café.

Pasaron más o menos 25 minutos, estaba a punto de irme cuando escuché su voz detrás de mi.
-Justamente estaba pensando en ti-
Voltee inmediatamente era Mark llevaba puesto unos pantalones negros rasgados, una camisa blanca, un chaleco negro y unos converse negros con blanco apesar de que era un atuendo simple a el le quedaba muy bien.
-Esperaba que este atuendo te gustara así como el que traía puesto en la mañana, solo que no lo verías así que no lo sabia- me dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
-Te ves muy bien te queda muy bien ese atuendo- le dije un poco apenado.
-Que bueno- y murmuró -"es muy importante para mi"-
El penso que no escucharía pero si lo logre escuchar lo cual hizo que me sonrojara.
-Vine por mi café en la mañana no pude tomarlo- le dije señalando la puerta.
-Descuida voy a hacértelo y te lo traigo hasta aqui- me respondio el estaba un poco sonrojado se veía tierno lo cual me gustaba.
-Gracias- le dije mientras me giraba.
"DESDE AHORA SOLO QUIERO QUE EL ME SIRVA MI CAFE"
Pensé dejando salir una sonrisa.