XV

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El australiano llego a su casa con sentimientos encontrados, no sabía que había pasado por su mente al aceptar la propuesta de Seungmin, pero ya estaba hecho no había marcha atrás, no se podía arrepentir, de todas formas el castaño tenía razón, el no merecía sufrir más, y con Woojin eso es lo que estaba haciendo. Quizás con el tiempo lograría olvidarse de él y enamorarse de Seungmin. Si solo es cuestión de tiempo, trato de convencerse.

Se dedicó a dormir todo lo que restaba de la tarde y parte de la noche, el día siguiente sería un día duro y necesitaba recolectar fuerzas, para poder enfrentarse al dueño de su corazón.

No fue hasta las 3 de la madrugada que todo lo del día le paso factura, un nudo en la garganta y los recuerdos junto a Woojin se apoderaron de él, haciéndolo romper en llanto. Cuando por fin amaneció no había dormido más de 2 horas, decidió darse una ducha fría y para poder quitar el sueño que lo abordaba, se puso el uniforme de la escuela y salió rumbo a ella, esperando no ver al pelinegro, o por lo menos poder ignorar su presencia, rezando el poder estar tranquilo con Seungmin, su ahora novio.

Para su desgracia llego a la escuela en menos de lo que esperaba, camino rápido por el pasillo tratando de evitar las miradas de las personas que se encontraba a su alrededor, más que todo tratando de evitar de encontrarse con cierto coreano pelinegro, de nombre Kim Woojin. Su caminar fue interrumpido con la presencia de una figura frente a él, haciéndolo detener su paso, no faltaba levantar la cabeza para saber a quién pertenecía esa figura, lo reconocería a mil años luz de él, pero aun, rezo en su interior para equivocarse, levanto la vista lentamente, encontrándose al dueño de sus lágrimas y de su corazón.

—Podemos hablar— cuestiono con voz firme.

—No, voy tarde adiós—fue detenido por el agarre del pelinegro.

— Vamos a la misma clase—quería darse un golpe, era malo inventando escusas—tenemos tiempo...por favor— rogo.

—No hay nada de que tengamos que hablar Woojin—

—Si lo hay...de lo que paso ayer...mira ayer no tuve...—fue interrumpido por otra presencia.

—Hola amor—hablo Seungmin quien beso los labios del australiano.

—eh...hola—contesto, un poco incómodo por el beso.

— ¿amor? —pregunto anonadado Woojin.

—si—contesto Seungmin por chan— ayer chan y yo decidimos ser novios, ¿no es una gran noticia? —pregunto con una sonrisa en el rostro, una sonrisa que quería desaparecer Woojin a punta de golpes.

—Chan...—murmuro en cambio—podemos hablar— miro al joven que se encontraba a lado del australiano—a solas— aclaro.

— ¿de qué tanto quieres hablar Woojin? —cuestiono Seungmin, que empezaba a ser un grano en el culo para el pelinegro— de todas formas yo puedo saberlo ¿no? —miro a chan.

—Minnie, puedes ir a dejar me mochila, por favor—miro al mencionado—tengo algo que hablar con Woojin, no demorare mucho—

—Bien— refunfuño Seungmin quien no se encontraba de acuerdo en dejar a su novio con Woojin, por obvios motivos— te espero en el salón— con último beso que duro mucho, para desgracia de Woojin, Seungmin abandono el lugar

— ¿de qué quieres hablar? —

—Vamos a un lugar más privado— hablo Woojin, sabiendo que muchos estudiantes los podrían ver, y no quería montar un show en plenos pasadizos.

Salieron rumbo al árbol que el día anterior fue testigo del dolor del australiano y también del comienzo de su nueva relación.

—ahora si me dirás de que mierda quieres hablar —cuestiono ya exhausto de todo. Dejando a Woojin sorprendido por su actitud.

prove it ~ WoochanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora