EXTRA I

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Sentando en medio de gente desconocida, con un vaso que contenía un líquido desconocido para él, así se encontraba Kim Woojin, quien a simple vista daba pena, o bueno eso era lo que murmuraban los clientes de ese bar.

Ese día se cumplían 1 año y 6 meses, 1 año y 6 largos meses desde que vio por última vez a Bang Chan, y que mejor que ahogar sus penas en alcohol ¿no? Claro que no. Woojin podría tener apariencia de un adulto pero aún tenía la mentalidad de un niño, un niño que necesitaba cariño.

Visitaba ese bar casi a diario, volviéndose cliente recurrente, desde que el australiano se había marchado a su país natal, haciendo uno que otro "amigo" en el transcurso, si es que le podía llamar amigo a los chicos que solo se le acercaban para sacar provecho de él.

Woojin se sentía solo, sus amigos lo habían abandonado, la chica que prometió ser su mejor amiga, lo había dejado apenas tuvo la oportunidad, pero no se quejaba, ella había ido a buscar a su mejor amigo, a un país lejano, al cual ni recordaba el nombre, de tanto alcohol que se metía al cuerpo estaba matando sus neuronas.

Su padre después de separarle de la única persona que tenía, se largó dejándolo solo, viniendo en ocasiones a visitarlo para recordarle su tan miserable vida.

Y pues ahora se encontraba teniendo una "conversación" con el barman del lugar, no recordaba muy bien su nombre ¿BamBam? Así lo habían llamado algunos clientes.

— ¿Alguna vez te has enamorado BamBam?-pregunto al pelinegro frente a él.

—Si — se limitó a contestar mientras atendía a un cliente.

—Yo estoy enamorado- hablo más para si— ¿te conté como mi padre me separo de él? —

Claro que lo sabía, esa historia había sido contada en reiteradas veces por el mayor, llegándole aburrir ¿Qué le importaba la vida amorosa del chico frente a él? pero BamBam no podía decirle que ya conocía la historia, no, no podía, era un cliente y tenía que hacer de todo para mantenerlo ahí y consuma en el lugar— no— respondió, sabiendo lo que venía a continuación.

Siempre era la misma historia, Woojin llegaba a eso de las 8 de la noche, empezaba con bebidas suaves, y poco a poco iba subiendo, le contaba en el trayecto sobre una historia de amor imposible, variando algunas cosas en su narración, pero siempre, siempre hablaba de un chico rubio, de aspecto angelical que le había robado el corazón y como por la culpa de un ser despreciable se tuvieron que separar, una triste historia, pensaba BamBam pero eso era algo en el que él no se involucraba. Al final Woojin terminaba yéndose a altas horas de la noche con algún tipo que encontraba por ahí o cuando ya cerraban el lugar. Ese día no fue la excepción Woojin narro la misma historia, aburriendo a nuestro oyente.

—Woojin, no crees que ya deberías irte— dijo mirando su reloj, que marcaban cerca de las 5 de la mañana, ¡woah! ese chico sí que había bebido bastante- ya va a cerrar el lugar, así que...-

—sé que no te agrado BamBam—no, no le agradaba— pero eres el único amigo que tengo- dijo en medio de lágrimas.

-sí, amigo...- suspiro cansado, ese día había tenido un examen en la universidad y no había tenido tiempo de dormir— Woojin enserio, tienes que irte— hablo con su mejor expresión de seriedad.

—bien, bien, se cuándo no me quieren— hablo molesto, mientras tomaba su abrigo, que no recordaba habérselo quitado, le pago por las bebidas y salió rumbo a su carro. Su padre le había regalado ese carro, ni siquiera sabía la razón pero tampoco se negó a aceptarlo.

 Su padre le había regalado ese carro, ni siquiera sabía la razón pero tampoco se negó a aceptarlo

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prove it ~ WoochanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora