Nine

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Para Beatriz.

Siempre planeé que pasáramos juntos el resto de nuestras vidas.

Pero ya no hay remedio para ti.

Después de que las niñas Baudelaire se enteraron de aquella situación incómoda, llegó la hora de la cena.

- Me alegra que hayas despertado, Victoria.- Habló el científico Montgomery mientras todos estaban concentrados en sus respectivos platos, incluyendo el supuesto Estéfano.- Espero que sea de tu agrado todo el lugar.

- Gracias, es bastante agradable de hecho.- Le sonrió y después dirigió su vista al chico castaño que estaba frente a ella. El estaba bastante centrado en terminar su cena y evitar la mirada de sierta chica con anteojos.

- Tío Monty.- Habló Violet.- Creí que el somnífero que le administraron a mi hermana duraría menos tiempo.- Observó al tipo de la barba de reojo y este la miró mal.

- Si bueno, dependía de cuanto le dió ese desquiciado del Conde Olaff.

- No es por entrometerme.- Habló el de barba con un particular acento.- Pero tal vez ese supuesto Conde del que hablan, tenía sus razones de hacer lo que hizo.

- ¿Envenenarme?

- ¿Obligarme a casarme con el?

- ¿Robar nuestra fortuna?

- ¿Casi asesinar a nuestra hermana menor?

- ¿Golpear a Klaus?

- Grgugrgr.(¿Lavar su ropa interior?)

- Niños, los genios son capaces de todo.- Le dió un sorbo a su bebida.

- ¿Como "actuar" como otras personas?- Preguntó Klaus.

- Si, exacto.- Después de ello hubo un momento de silencio.

- Aaah niños baudelaire.- Habló Montgomery.- Llegaremos tarde al cine.- Se levantó de su silla y los demás imitaron su acción.

- Espero que disfruten su velada.- Dijo el supuesto ayudante.

- Oh nonono. Tú también irás con nosotros, Estéfano.

- Jeje no lo creo. Preferiría quedarme aquí viendo una película desde la comodidad de tu casa.

- Pero yo te insisto en que vallas.

- Y yo le insisto en que no.

[.....]

- Espero que este cómodo aquí enfrente.- Habló el científico mientras cerraba la puerta del auto.

- No engañaras al Tío Montgomery.- Dijo Victoria dirigiéndose al hombre de barba.

- Si. El es lo bastante inteligente como para darse cuenta de que eres un farsante.- Complemento Violet.

- Oh huérfanos baudelaire.- De su chaqueta asomó un cuchillo bastante afilado.- Tarde o temprano obtendré su fortuna, así tenga que desmembrar sus cuerpos miembro por miembro, la obtendré.- La puerta del piloto se abrió y el conde Olaff guardó su arma en su abrigo.- ¿Qué estamos esperando? Muero literalmente por ir al cine.

- Es figurativamente.- Corrigió Klaus.

- Espero que estén preparados niños Baudelaire para esta noche de películas. Les aseguro que nunca la olvidarán.

- Así es.- Complemento "Estefano"

[......]

- Recuerden tener muy bien vigilado a ese hombre, niños.- El impostor se había ofrecido en comprar las palomitas para aquella función por lo que a los niños y al científico les dio tiempo de hablar antes de que llegase a la función.- Si en algún momento tengo que salir de la sala no le quiten los ojos de encima. ¿Entendido?- Los cuatro asintieron.

- Ya traje las palomitas.- "Estefano" entró a la sala con dos botes de palomitas; uno muy pequeño y otro bastante grande. Evidentemente les dejó el pequeño a los Baudelaire y el se quedó con el grande.

Pronto comenzó la película, que resultó ser más que un simple filme. Contenía mensajes ocultos que solo integrantes de cierta institución secreta lograban entender. El científico Montgomery al pertenecer a ese grupo logró decifrar algunos siertos mensajes hasta que...

- Disculpen debo salir un momento.- El tipo de barba se levantó de su asiento y le impidió la vista a Monty.

- Solo sal del aquí.

- ¿Por acá o por allá?

- ¡Solo hazlo!- Para cuando salió, ya había perdido unos cuantos datos. La película siguió transcurriendo hasta que el "ayudante regresó"- Discúlpenme debo salir un momento, niños Baudelaire.

- De hecho yo también.- "Estéfano" se levantó de su butaca pero los niños lo detuvieron.

- No puede dejarnos aquí solos.- Dijo Violet

- Si, solo somos niños.- Completo Victoria.

- Aghh- Regresó a su lugar.

Mientras la película transcurría, había algo que no dejaba en paz a la joven Victoria. No dejaba de pensar en que cabía la posibilidad de que Klaus sintiera algo por ella y digamos que no le era de mucha ayuda tenerlo a un lado. Lo observó mientras esté mantenía su vista sobre la enorme pantalla.

- Klaus.- Susurró lo más bajo que pudo.

- ¿Si?- Dijo sin despegar la vista de la pantalla.

- Lo de hace rato.... ¿Qué fue eso?

- No es un buen momento para hablarlo ahora.

- Está bien.- Regreso su vista a la pantalla.- Fue lindo.

El castaño ahogo una sonrisa.




































































































El castaño ahogo una sonrisa

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°Strange°~•Klaus Baudelaire•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora