Ten

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Después de un peligroso enfrentamiento entre el científico Montgomery y su supuesto ayudante a las afueras del cine, los niños Baudelaire regresaron a casa con su respectivo tutor, sin ningún farsante al rededor. Por primera vez al llegar a casa se sintieron a salvo. Subieron a su alcoba, donde había tres camas para cada uno de los más grandes y una pequeña para Sunny. Los cuatro se alistaron para dormir y se acomodaron dónde les correspondía.

-- Niños Baudelaire.-- Por la puerta se asomó el tío Montgomery y los observó.-- Me alegra que ese hombre por fin se haya ido.

-- Nosotros igual.-- Contestó Violet en nombre de los restantes.

-- Espero que está sea nuestra oportunidad de crear una nueva familia.-- Les sonrió y los niños hicieron lo mismo.-- Que descansen, niños.-- Apagó el interruptor de la habitación y salió de ella.

Los niños se acurrucaron en sus respectivas camas suspirando y creyendo que el día siguiente sería cuando comenzarían con su nueva vida alejados de ahí y de todo lo que les fuera a causar algún daño.
Evidentemente los eventos catastróficos que ocurrieron al día siguiente, acabaron con todas sus esperanzas de que algún día su vida fuera mejor.
Pero antes de ello veamos que fue lo que pasó después aquella noche en la alcoba de los Baudelaire.

Victoria se levantó de su cama sin hacer ruido alguno y caminó sigilosamente hasta la cama de Klaus, se sentó a su lado y  el castaño se removió en su lugar mirando a la joven. Se sentó y tomó sus anteojos que estaban en el buró que estaba al lado de su cama.

-- ¿Ya es un buen momento?-- Susurró la chica lo más bajo que le dió su voz.

-- Es difícil de explicar.-- Contestó el contrario, igualmente susurrando.

-- Inténtalo.

-- Bueno.-- Se enderezó.-- Yo no sé. Me eh sentido extraño últimamente. Cuando algo tiene que ver contigo o cuando estoy cerca de ti o simplemente te miro..... Es difícil no sentir nada.

-- ¿Y que es lo que sientes?

-- También es difícil explicar. Es como cuando lees el libro del principito, que es tu favorito.-- Asintió.-- Te gusta leerlo y te gusta lo que te hace sentir, ¿No? Te sientes cómoda leyendolo o simplemente cuando lo tienes junto a ti. Eso es lo que yo siento. En pocas palabras.....-- Rascó el puente de su nariz.

-- Entiendo.-- Ambos sonrieron.-- También me es complicado no sentir nada cuando estoy contigo.-- Sonrió.

-- ¿Y ahora que?-- La chica se encogió de hombros.

-- Ya veremos mañana.-- Se acercó a él y besó su mejilla.-- Descansa.

-- Si, igual.-- No se alcanzaba a distinguir por la oscuridad del cuarto pero ambos tenían sus mejillas de color carmín. La castaña se dirigió hasta su cama y se recostó en ella.

Ambos jóvenes esperaban con ansias el día siguiente por saber que ocurriría después con ellos dos y su tierno romance de preadolescentes.

Aunque evidentemente fue todo lo contrario a lo que hubieran querido.



















































































































Aunque evidentemente fue todo lo contrario a lo que hubieran querido

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°Strange°~•Klaus Baudelaire•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora