Capitulo VIII. Relatos de un amor clandestino

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Capitulo VIII.

Relatos de un amor clandestino.

Torre Stark - 2 días después.

Unas sonoras carcajadas de un infante se escuchaban en todo el living del penthouse, mientras la sala se llevaba de burbujas que soplaba Steve. El pequeño trataba de atraparlas en sus manos pero cuando estas reventaban soltaba más carcajadas, Steve no quitaba esa boba sonrisa cada que veía a Peter reír, cuando las burbujas se acabaron Peter levanto sus manitas y Steve no dudo en levantarlo del suelo, esa era la señal que Steve esperaba para llevarlo a dar un baño, al principio Peter se había negado rotundamente en tomar un baño con él, una vez lo intento y solo consiguió que llorara por casi tres horas, entonces con la ayuda de Bruce idearon hacer un camino con burbujas para que él accediera al baño, claro que tenía que tener el baño aun más burbujas para que Peter no volviera a llorar. Cuando el baño termino, Peter siempre tomaba una siesta, Steve amaba arrullarlo en sus brazos mientras él empezaba a quedarse dormido y cuando por fin se dormía, con cuidado lo dejaba el su cuna y no se alejaba de él hasta por 15 minutos, tenía miedo de que si quitaba su vista de Peter él al igual que su padre se alejarían de él y todos esos días solo fueran un agridulce recuerdo en su memoria y corazón. Esta vez luego del baño su rutina no fue distinto, Steve se quedo vigilando su sueño pero fue interrumpido por el vibrar de su teléfono, en silencio salió de la habitación y contesto la llamada de Star.

-"La encontramos" -se escucho con el otro lado de la línea con una mezcla entre alegría y preocupación.

-Pero... -repuso Steve cuando Star calló.

-"Ella esta inconsciente, sus signos vitales son casi inexistentes, en este momento estamos en el hospital más cercano que encontramos, cuando Pepper se estabilice la trasladaremos a un hospital de Nueva York"

-Me alegra que la hayan encontrado. -contesta sintiendo un poco de paz por la aparición de aquella dulce mujer.

-"Steve, yo ya voy de camino a la torre, en un par de horas llegare ahí, necesitamos hablar"

-Esta bien. –dijo dudoso del tono de voz que escucho en Star-. Aquí los esperare.

-"Tony te ama Steve..." -dijo Star sin esperar respuesta y colgando la llamada, el corazón de Steve palpito fuertemente en su pecho, pero lo controlo de inmediato ya que a estas alturas eso ya no podía ser cierto.

Mansión de Vincent.

Luego de la salida con Chris, Loki le pidió a Vincent que reanudaran el rompimiento del sello, pero Vincent le pidió paciencia ya que la misión de encontrar a Pepper iba mal y le pidieron su ayuda, Loki a regañadientes acepto y ahora estaban en el altar terminado esa sesión, Loki ya no gritaba de dolor a pesar de que era un dolor inimaginable, él solo ahora se conformaba en apretar sus puños y morder su labio inferior, no había tenido otro recuerdo y eso le estaba molestando. Cuando por fin Vincent termino era ahora Loki quien lo trasladaba a su habitación y lo dejaba descansar, para luego retirarse él a su cuarto, se tiro a su cama sin ánimos y giro su cabeza hacia el mueble que noche que estaba a la par de su cama, ahí encontró a su fiel teléfono, pero este se encontraba apagado, no quería encenderlo porque sabía que Chris lo acosaría con preguntas sobre la noche pasada y en verdad lo único que quería era olvidar esa noche, sus parpados se sentían pesados y a pesar de que el sol de la tarde faltara para que se ocultara, fue el cansancio quien le gano esta vez, enviando a Loki a los brazos de Morfeo.

Cuando Loki abrió los ojos, se encontraba nuevamente en aquel bosque junto a Fenrir.

-¿Por qué aun no puedo recordar nada más de lo que recordé la primera vez? –se dijo Loki mientras observaba el paisaje sin mirar a su acompañante, el otro simplemente agacho la mirada y calló, cosa rara en él, por eso Loki giro su cabeza y contemplo una mezcla de tristeza y miedo en la mirada de Fenrir-. Fenrir, hay algo que no me has dicho aun ¿verdad? –él otro solo trago saliva y se encogió un poco más, cosa que a Loki le recordó un poco a Thor de pequeño cuando su madre, Frigga, sabía que él le estaba mintiendo. –Fenrir...

Mientras el reloj siga girando. Libro 2° Trilogía "Hilos del Destino"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora