Una mañana dulce y balanceada me acompaña en este día, tal vez sea obra del universo, pero hoy me he despertado increíblemente inspirada para crear una melodía única con mi guitarra. El sol se colaba por los micro espacios de la persiana, iluminando todo a su paso y dejando una sensación de bienestar pleno, es más, es tanta la paz del día que mejor me dejo envolver por mis ganas de hacer nada y seguir durmiendo como la buena perezosa que soy.
La música puede esperar.
Doy vuelta la almohada para sentir el lado más fresco y me relajo más de lo que ya estoy, esa sensación placentera que me da el despertar sin alarmas y poder seguir durmiendo por que sé que el colegio ha acabado hace años es muy satisfactoria. Un ruido a bisagra sin aceitar me perturba en los oídos, y el rechinar de cuatro patas caminando sobre el suelo de madera de la cabaña me recuerda que tengo más responsabilidades de las que creía que tenía. El lado de mi cama se hundió de repente y me vi asaltada por una cantidad de baba impresionante, las lamidas de perro se movían con rapidez desde mi brazo descubierto hasta lo alto de mi hombro, intento cubrirme el rostro con mi almohada lo más rápido que puedo, porque realmente tener baba en la boca de un perro que pasa doce horas del día lamiendo sus partes intimas no me apetece en lo absoluto.
―Vamos Mecha, déjame dormir sólo cinco minutos más. ―me quejo empujando a mi perra de la cama para volver a cerrar los ojos por los benditos cinco minutos que deseo, pero otra vez se vuelve a escuchar ese ruido a bisagra sin aceitar que te pone de mal humor en cuestión de segundos.
Juro por mi alma que le pondré a esa puerta veintitrés mil tipos de cerraduras.
―¡Emma arriba, tienes trabajo!
Y ahora es cuando recuerdo que el colegio no es tan malo después de todo, sobre todo porque me levantaba para pasar todo un día con mis amigos, en la escuela del pueblo más cercano a mi hogar.
En fin, mi trabajo actual consiste en recoger gran cantidad de leña que mi tía, su esposo y un par de empleados más, talan a diario del gran e infinito bosque que nos rodea. No es un trabajo soñado ni de gran paga, pero me alcanza y me sobra mi sueldo, además, aquí no hay en qué gastarla, ya que literalmente, vivimos en el centro de la nada misma. Un tractor pequeño enganchado a un remolque es mi oficina de trabajo, todas las mañanas laborales me despierto temprano, desayuno unas tostadas con yogur y cereal, y así voy con la compañía de mi mascota a todos lados. Por lo general recojo leña de abetos, cuando su plantación ha sido buena, si no, leña de pícea va muy bien. Así son mis días, aburridos y poco productivos, pero eso no es que me importe mucho, no cuando tengo que llevar toda esta leña a los compradores en el pueblo y por lo tanto visitar a mis queridos amigos unas horas al día.
Hoy se suponía que era mi día de descanso, sólo espero que por trabajar un feriado me paguen mucho más, levantar todo este cuerpecito de la cama luego que mi mente asimilara que no haría falta les costará muuuy caro. De mala gana me estiro y me dispongo a cambiarme de una vez, mientras que mis movimientos son seguidos por toda la habitación por unos preciosos ojos cubiertos parcialmente de pelo. Mecha seguía sentada junto a mi cama, su cola no dejaba de moverse de un lado a otro y la expresión en su rostro podría derretir cualquier corazón. Recuerdo haberla encontrado hace un par de años merodeando junto a la carretera que va hacia el pueblo, en busca de algo para beber y comer. Pasaba por allí en la camioneta del esposo de mi tía, iba directo a la escuela hasta que ella ya no aguantó más y se desplomo en el medio del asfalto; bajamos y corrimos a ayudarla, estaba completamente sucia, delgada y consumida, tenia muchos ixodoideos(garrapatas) entre sus orejas y hocico, dejarla abandonada justo ahí a su suerte no era una opción, por lo menos no para mí. El veterinario nos había dicho que tuvo mucho suerte de encontrarnos y que llegamos justo a tiempo, sufría de desnutrición y como si fuera poco, también acarreaba dentro suyo con parásitos de todo tipo. Pues verla ahora, allí contenta de existir con notros en la cabaña después de vaya a saber Dios cuantas cosas le hayan pasado, me pone realmente feliz.
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The Elements [#Book1/ SagaTheElements]
FantasyLa Magia Elemental recibe sus características básicas como esencia formadora de todas las cosas. Los elementos tierra, aire, fuego y agua dentro del simbolismo mágico son los componentes básicos de todo lo que existe. Dentro de la astrología clásica...