5. El Jardín

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(Alex)
Los últimos días de verano pasan volando y por desgracia el insti empieza.
Empezar bachillerato me pone bastante nerviosa. Es decir, nuevo instituto, nuevos profesores, clases a las que familiarizarse y sobre todo nueva gente a la que conocer. No es que me de miedo hacer amigos, pero soy bastante desconfiada y al principio siempre me cuesta.
Intento ser positiva, intentar pensar que será fácil hacer amigos y que estos dos últimos años de instituto no serán tan duros como los pintan.
Por mucho que me esmero en pensar cosas positivas, sé que son mentira así que para que engañarme pensando que el bachillerato será un camino de rosas. Prefiero ser realista e intentar afrontar el problema de cara. Pretendo esforzarme al máximo estos dos próximos años, ya que no tengo pensado dejar que mis notas afecten a mi futuro.

-Buah, estoy bastante nerviosa la verdad.-Me dice Ana nerviosa.
-Ya somos dos.-Le contesto.
-Tu tranquila, es el primer dia, tampoco puede ser tan malo.- Intento tranquilizarla como puedo. Por suerte nos ha tocado en la misma clase y aunque hagamos bastantes asignaturas diferentes, nos podremos ver en algunas.
-Vale, venga va.- Y es en ese momento cuando entramos.
No hace falta que diga que obviamente nos perdimos.

La semana pasa, y para el finde, ya tengo dos resumenes de catalan y un comentario de texto para el lunes, el martes tendré que entregar unos ejercicios de matemáticas y de química y ya para rematar  el miércoles examen de los verbos de  inglés.
Si en solo una semana ya tengo todo esto, no me quiero imaginar que tendré de aquí a un mes.

-Madre mía, no sé cómo voy a aguantar dos años aquí.- Ana siempre muy dramática me explica su preocupación por el examen de inglés y de latín que tiene el miercoles.
El inglés nunca ha sido su fuerte, y ya si tiene que estudiar otro examen más, es lógico que se agobie.

Conseguimos superar la siguiente semana. Poco a poco nos vamos acostumbrando al agobio constante, o eso quiero creer.

Nunca nos habíamos preocupado tanto por la media ni las notas. Sobretodo Ana, ella siempre cree que todo saldrá bien por sí solo. Pero ahora que sabemos lo importante de estos próximos años, tenemos miedo a fracasar, el tener tu futuro pendiente de tus notas hace que te lo tomes más en serio.

Ana es una alma libre y todavía no sabe qué estudiar. Yo dudo, pero creo que lo tengo casi decidido. Quiero ser enfermera, no sé porque, pero simplemente quiero serlo.  Aunque siempre puedo cambiar de idea...


Las primeras semanas pasan, y a principios de noviembre nuestro nuevo grupo va cojiento forma.
Somos 8 integrantes. Están Cristina y Sara, nuestras mejores amigas, después està Marta, la novia de Cris, aunque antes de ser novia de esta ella ya era mi amiga. Después está Marc, el típico amigo de la infancia de Cris y Ana, creo que llevan juntos desde P3. Y por último pero no menos importante, Lucas, él es el más tranquilo y pacífico del grupo junto con Marc. 
Lo curioso de este grupo es la diversidad y a la vez el parecido que tenemos. En parte somos muy diferentes, por ejemplo, Sara es tímida y callada y Cristina en cambio es muchísimo más extrovertida.
Aunque también somos muy iguales ya que solemos pensar muy parecido respecto a nuestros problemas del día a día.
Lo mejor de nosotros es que aunque solemos estar con estas personas y pasar mucho tiempo con ellas, a la vez somos independientes y eso hace que nos ahorremos muchas broncas.
En fin, que hemos tenido suerte de conocerlos y ya está.

Hoy hemos quedado en El Jardín, nuestra cafetería preferida. Es un lugar muy céntrico pero que a la vez está escondido. Tiene una terraza interior que permite que Marta y Cristina fumen. A parte de su buen café y zumos, también tienen unas galletas buenísimas.

Cuando nos sentamos en nuestra mesa, Cris nos empieza a contar lo indignada que está por lo mal que según ella, imparten las clases de filosofía.
Por otra parte, Ana está estresada con el Latín, hace un hora que se ha enterado que  dentro de dos días tiene examen y no ha estudiado nada.
Mientras ellas se explayan, nosotros nos reimos de sus caras rojas por el agobio.
Al final Lucas acaba diciendo.
-Pero a ver, primero, Cristina es algo que no puedes evitar así que por mucho que te quejes no harás nada, por lo tanto..
-Cállate ya.- Ana sentencia la frase de Lucas.
-Y tu Ana, relájate, Latín no lo llevas tan mal como crees. En vez de agobiarte y perder el tiempo quejándote, empieza a estudiar.- Como podréis haber leído, Lucas es el más sabio del grupo.

-Ahora que por fin os habéis callado, tendríamos que empezar a organizar el puente de navidad.-El puente de la Purísima, son tres días donde no tenemos clase y por eso hemos decidido alquilar un apartamento entre todos para pasar dos de esos días en Andorra. Así la família de Marta nos podrá tener controlados y nuestros padres se quedarán más tranquilos.
-¡Es verdad!, sólo quedan dos semanas.-Ana como una cría lleva desde hará dos meses con la cuenta atrás fija en su teléfono.
-Pues por eso precisamente tendríamos que aclarar el tema de los coches, cuánto dinero necesitaremos para el bote de la comida y mirar si haremos alguna excursión.-El bote de la comida fue idea mía. Consiste en aclarar un precio por persona para poder comprar comida para toda la semana, ya que tendremos que cocinar.
-Pero cocinarás tu, ¿no?.- Dice Marc con cara de preocupado. Para bien o para mal, la única que sabe cocinar medianamente bien soy yo, así que me pasaré todos los días cocinando.
-Sí porque si tenemos que cocinar nosotros nos alimentariamos a base de yatekomos, y como que no es plan.
-Que no que yo ayudo en serio.- Dice Cristina muy decidida. La última vez que dejé que me ayudase, le echó azúcar a los macarrones y en vez de pimiento, puso pepino en el sofrito.

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⏰ Última actualización: Jun 18, 2019 ⏰

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