Truco o Trato (Chicas Gordas #2) BORRADOR

Capítulo 28. Te Creo

Capítulo 28

Te Creo

Marcus

Mis manos sobre el cuerpo de Theresa era algo que esperaba con ansias desde la noche de Halloween, su piel desnuda era como lana suave bajo el roce de mis manos y acariciarla ahí donde el sol no llegaba la había hecho gemir de placer, nunca pensé que después de aquel encuentro con el ex novio de Thessa la noche terminaría de aquella forma. Sus labios se posaban en mi cuello de una manera tan sensual que me encendía por completo, podía sentir mi pene más duro de lo que nunca había estado en la vida, esta mujer me excitaba más allá de lo comprensible y cuando su boca hizo aquella succión pensé que iba a morir.

—No soy experta —dijo con las mejillas sonrojadas, sabía que sentía vergüenza y excitación yo sólo deseaba que se sintiera completamente deseada.

—Sabes más de lo que crees-dije mientras la alaba por el brazo y llevaba sus labios a mi boca -Más de lo crees —volví a repetir mientras ella se hundía en mi llevándome a la locura. No quería que terminará pero sabía que no podría soportarlo más así que me perdí en el inmenso placer que me recorría todo el cuerpo y explote al tiempo que vi sus pupilas dilatarse cuando llegó al clímax.

Se dejó caer sobre mi pecho y yo acaricie su espalda con delicadeza, era la primera vez que tenía esta sensación de triunfo, había tenido sexo con muchas mujeres quizás mejores en la cama que Thessa pero por primera vez no deseaba apartarla de mí, sentía que no terminaba de tener todo de esta chica.

—Me crees —dije y esta levantó la cabeza, el pelo se le había pegado a la cara por el sudor y lo aparte para poder mirar sus ojos, me sentía un marica por contemplar embobado a esta mujer, pero que podía hacer, ya estaba perdido. Perdidamente enamorada de Theresa Moon.

—Te creo —Afirmó y sentí que aquel se convertiría en el "Te Amo" para nosotros dos, era algo íntimo, algo que sólo ella y yo compartiríamos y comprendí por primera vez las palabras de Henry aquella noche en Noise Silence una mujer como Theresa no le importaban las apariencias aunque hubiese quedado ciego ella se hubiese quedado a mi lado y entonces comprendí que toda mi vida había estado equivocado.

—Sabes —dijo Theresa sacándome de mis pensamientos —Cuando era pequeña una vez me perdí, recuerdo que discutí con mi madre y me eche a correr como una loca, termine en el patio de recreo de un colegio no sabía cómo regresar a mi madre y me quedé allí hecha un ovillo llorando entonces llegó un niño gordito y muy hermoso—Me erguí de repente no sé porque sabía cómo terminaba esa historia.

—Estoy perdida, dijiste poniéndote de pie —Theresa se enderezo y me miró con sorpresa. —Me enoje con mi madre y corrí pero ahora no puedo regresar.

—Como—dijo pero las palabras parecen haberse quedado en su garganta —¿Cómo sabes eso? -Pregunto ahora aun no daba crédito a lo que acaba de decirle.

Fuiste la primera chica que me habló en lo que llevaba de infancia cuando te vi no podía creer que me habías dirigido la palabra.

—Eras —dijo y pude adivinar la palabra que venían a continuación.

—Gordo —dije y esta pareció comprender algo porque se acurruco más cerca de mí.

—Vivías en Oregón, yo soy de allí —lo último que me esperaba era que Thess fuese aquella hermosa niña.

—Yo también —Afirme y sus ojos se iluminaron —Sabes que, creo que el destino nos unió desde aquel día  —La mire con devoción y esta depósito un corto beso sobre mis labios. —¿Me crees?—Le pregunté confirmando que aquella sería nuestra palabra secreta, sería la manera de confirmar que el uno contaba con el otro.

—TE CREO —Dijo y volvió a besarme en los labios pero ahora fue con más intensidad.