Capítulo 9. ¿Por qué yo?

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Capítulo 9

¿Por qué yo?

Theresa

Después de aquel beso Jack y yo seguimos con aquel toqueteo y besuqueo intenso, no sabía hasta donde llegaríamos o que pasaría después de esta noche, de lo que si estaba más que segura era de que Jack Howard besaba como los dioses (cabe destacar que nunca he besado a un dios, pero seguro se sentirían como los de Jack), era como si todo a nuestro alrededor desapareciera por completo, pero aquí estaba la parte confusa, era lo único que sentía, no había cosquilleo, ni ese extraño escalofrió que te recorre todo el cuerpo cuando te besa la persona que te gusta. Solo era una rara sensación de confort o conformidad pero en fin no sabía si descubriría que mierda era.

Aunque no estaba dormida me espante cuando llamaron a la puerta, mire el reloj que colgaba en la pared que marcaba las 3:30 am y era imposible que fuese Lía, ella no llamaría a la puerta porque para eso tiene su propia llave y nunca salía sin ella, también era bastante difícil que regresara después de planear quedarse con Robín, así que me quede allí tirada puesto que por un largo momento no volvieron a tocar, quizás fuese uno de los imbéciles por jugar una jodida broma, pero volvieron aporrear la puerta y no pude evitar asustarme cuando quien fuese que estuviese del otro lado pronuncio mi nombre.

-Theresa Moon, ¿estás ahí?-No conocía aquella voz y no parecía ser de uno de los chicos de la residencia -Soy el cuidador de la residencia, tienes una llamada del hospital -dijo unas octavas más alto de lo normal y rápidamente me calcé mis pantuflas y abrí la puerta -Gracias a Dios que estas aquí, niña, ¿Por qué eres Theresa verdad?-Asentí y este soltó un resoplido de alivio.

Tome rápidamente mis llaves de la mesilla y seguí al señor cuidador que iba unos pasos adelantados. Le había visto un par de veces en la caseta de la entrada sin prestarle mucha atención, pero ahora que le miraba me di cuenta en su rostro del cansancio que tenía, estaba en los cincuenta y su pelo estaba completamente blanco y cuando miro por encima de su hombro a ver si lo seguía me di cuenta de que su rostro estaba desencajado, pensé en papá y mamá pero si ese fuera el caso me hubiesen contactado al móvil, esto cada vez era más extraño.

-Hay un teléfono fuera por si quieres algo de privacidad-dijo cuando llegamos a la caseta.

-Creo que mejor la tomare dentro, el frio esta insoportable esta noche-este asintió y se alejó unos pasos para dejarme espacio, con el dedo señalo el botón parpadeante y procedí a tomar aquella inquietante llamada.

-Sí, habla Theresa Moon -dije algo precavida.

-Disculpe que se le contacte a estas horas Srta. Moon, pero usted fue el único contacto que se nos fue proporcionado, ¿conoce usted a el Sr. Marcus Lowell?-Cuando menciono aquel nombre rodé los ojos y caí en la cuenta de que se trataba aquello.

-Claro, claro ya entendí esto es una maldita broma ¿verdad? Y tú debes ser el polvo de esta noche de Lowell, ¡jodete puta de mierda!-dije con enojo, la mujer del otro lado de la línea solo resoplo.

-Srta. Moon -escuche nuevamente aquella voz cuando estuve a punto de colgar-Marcus Lowell se encuentra en cuidados intensivos del hospital regional, tuvo un accidente esta noche y no es ninguna broma está en estado de gravedad, así que si puede avisar a sus familiares creo que se lo agradecerían -con aquello ultimo la mujer cerro con estrepito y realmente sentí que aquello no era una maldita broma.

- ¿Te encuentras bien Theresa?-pregunto el cuidador con algo de preocupación, mire su gafete que ponía el nombre de Sherman -Estas muy pálida.

-Si-dije saliendo un poco del estupor-Sherman, ¿puede conseguirme un taxi?-pregunte mirándolo a los ojos.

Sherman corrió al interior de la caseta y lo escuche vagamente pedir el taxi. La palabra grave daba vueltas en mi cabeza y también el hecho de que Marcus Lowell diera mi nombre ¿Por qué yo? , aunque eso no era importante ahora, el chico se encontraba en estado grave y yo demasiado conmocionada para pensar con claridad. Sherman tuvo que decirme mi nombre varias veces para alertarme de que el taxi había llegado, le agradecí con un gesto de la cabeza y me subí al auto, aun pensado, ¿Por qué yo?

Truco o Trato (Chicas Gordas #2) BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora