Maven x Lectora. One Shots

One Shot: Celos Enfermisos

 Mare. La persona con la que Maven tenía una extraña obsesión. Estabas absolutamente celosa y no deseabas más que su muerte. 

 Fuiste la amiga de la infancia de Maven, y como nueva sangre de la Casa Jacos te criaron con Maven y Cal. Maven era casi un familiar para ti y lo ayudabas a levantarse cada vez que se caís. 

 Por supuesto, tu locura nunca dejó de apoderarse de ti. Arrullándolo mientras dormía, le contabas lo bonita y hermosa que eras, sembrando esa idea en su cabeza. Desde luego, como arrulladora, tenías el derecho. Se te dio ese poder, así que lo utilizarías para tu mayor ventaja. 

 Preparando su cabello negro y sedoso, su aliento cayó de su nariz en el profundo sueño en el que estaba. Piensas en Julian, susurraste algo, piensas en su poder y en lo que te enseñó. Respiraste hondo y le cantaste algo a Maven. Usaste rimas para mantenerte constante, como te enseñó tu madre. 

─ Piensa en los rojos y el dañó que harás, así que solo escucha mi voz y las palabras que he de cantar, dale a Mare una celda directamente, hasta el momento de su muerte, cuando ha de caerse. ─Ejecútala, le dije, y hazlo dolorosamente. Él me escuchará, por supuesto que lo hará. Te ama demasiado como para no escuchar. 

 Soltaste una sonrisa torcida cuando te sumergiste en la cama junto a él, para verlo dormir. 

~~~

 La capa de Maven le cubría la espalda, sin darte nada que mirar. Caminaba por los pasillos, llevando a la Casa Arven hacia la celda de Mare.

 Ella se encontraba callada, le cantaste para que se adormeciera. Ella ni siquiera se daría cuenta de que ocurría hasta que fuese demasiado tarde. 

 Estabas escondida detrás de Maven, vigilando cada paso. Sus pisadas emitían fuertes ecos con cada paso, tus cejas se alzaban con cada uno Sus movimientos eran tan elegantes y te hacía amarlo más. 

 Sin embargo, obviamente él sentía lo mismo, aunque nunca miraba hacia ti. Fue amable al dejarte caminar con él, por supuesto que te ama. Siguiendo su ritmo, caminabas junto a él. Casi se daba la vuelta. 

─ ¿Qué harás con ella? ─Tu voz era apenas un murmullo. Estabas tan nerviosa como para hablar con él mientras estaba despierto, él podía escuchar tu increíble voz y elogios ahora que estaba consciente. 

─ Estuve pensando ─Se giró hacia ti y examinó tu cuerpo. ─, tal vez ejecución. ─Su voz monótona y simple, te hacía sonrojar más que nada. 

 Querías soltar tu amor hacia él en ese instante, pero te contenías mordiendo tu labio. Necesitabas esperar. 

 Las celdas se encontraban bajo tierra, así que una vez que llegaron a la escalera, se te ordenó ir primero. Maven era tan bueno ordenando a la gente, después de todo, él es el rey. Te ordenará lo que desee y no te importará, lo disfrutas. 

─ Lo estás haciendo excelente, (T/N). ─La suave voz de Maven hizo eco en los pasillos, casi te hace tropezar y caer. 

 Tapaste tu boca para ocultar tu sonrojo, gimiendo un poco. ¡Ahí estaba, él te amaba! Él solo te felicitó por lo increíble que eras, ¡El canto funcionó! 

 Una vez que llegaste al final de las escaleras, le esperaste, Maven te alcanzó y posó su mano en la parte baja de tu espalda. Sentiste el calor de su piel a través de tu ropa, su calor te asustó un poco. Él nunca es tan cálido. Algo estaba pasando. 

 La celda se abrió, la casa de Arvens traía a Mare. La satisfacción y placer resonaron en tu cuerpo cuando el pulgar de Maven dibujó círculos contra ti. Su mano se alejó, pero notaste que los Arvens no se acercaron más a Mare. 

─ ¿Maven? ─Susurraste, girando hacia él. 

 Te empujó, el calor de su mano resonó en tu espalda mientras gritabas. La celda se cerró más rápido de lo que se abrió, dejándote atrapada ahí. Gritabas y exclamabas. Golpeabas y arañabas los barrotes. 

─ ¡No puedes hacerme esto! ¡Me amas! ─Le gritaste a Maven. Él se quedó de pie allí, con una mueca de disgusto. 

─ No amo a nadie, en especial a las personas que me dicen qué hacer. ─Escupió, se giró y se alejó. Su capa cubrió su espada y esta vez lo interpretaste, mirando las dagas. 

 Maven caminó hacia las escaleras, alejándose de la casa Arven mientras arrastraba a Mare con ellos. Si ella hablará, se reiría de ti y te diría cuánto la ama Maven. Sabes que lo haría. 

 Observaste la sombra de Maven mientras se alejaba de tu rango de visión, sus pisadas emitían ecos a cada paso. Tus cejas bajaron cada uno. 

 Empezaste a temblar de ira. Sus movimientos eran tan elegantes y te hacían odiarlo más. Sin embargo, obviamente él sentía lo mismo, su mueca había eliminado todo su amor hacia él. 

 Tenías el poder de gritar algo sobre su madre, sobre Mare. Pero algo en tu interior de advirtió que no lo hicieras. Cuando salgas de ahí, estás segura de que harás que te ame otra vez.