ALL OF ME [Chris Evans]

Confesiones de madrugada

—Es que no te lo creo, hombre — le digo a Chris entre carcajada y carcajada. 

Eran más o menos las 3 de la mañana cuando los chicos comenzaron a retirarse, Tom fue el primero en irse, Hemsworth y Elsa debían ir a recoger a sus hijos, Scarlett igual, Chadwick y Emily se fueron 1 hora después de ellos, Susan estaba demasiado cansada por lo que decidió irse a dormir, los dos Paul y Jeremy dijeron que se pasarían por la fiesta que organiza la franquicia, al parecer esos tres tenían más aguante que todos juntos. 

Mark y Don Cheadle estaban con mi hermano tomando un café en la cocina, así como lo leen un café. 

Y de ese modo llegamos aquí, se fueron todos dejándonos a Chris y a mí solos platicando al pie de la alberca acerca de anécdotas vergonzosas de nuestra infancia.

—¿Y qué pasó después? — le pregunto, impaciente por escuchar el resto de la historia. 

—¿Después de que metimos el pavo crudo de Navidad en la funda de la almohada de mi hermana? — repite, arrancándome otra carcajada — Pues Scott y yo pensamos muy seriamente en el lugar en el que nos esconderíamos para que no nos encontraran, al final decidimos que sería el auto que papá nunca usaba.

—¿Y funcionó? 

—Para nada — niega entre risas — pasó tan solo 1 hora antes de que nos encontraran, nunca recordamos que el perro nos había visto entrar y nos había seguido, sus ladridos nos delataron. 

—Dios no me gustaría estar en los zapatos de tu hermana, con unos demonios como ustedes en casa seguro que es fácil perder la cabeza. 

—Fue peor para nosotros — se levanta de la tumbona, ya no lleva corbata y el saco lo ha dejado a un lado en algún momento de la noche, quedándose arriba únicamente con la camisa blanca que lleva ya remangada por los codos. 

Arqueo una ceja cuando veo que se quita los zapatos, se dobla el pantalón y se sienta en la orilla de la piscina para después meter los pies al agua. Yo me siento hipnotizada por la fluidez y total espontaneidad de sus movimientos. Eso es algo que he aprendido de Chris en las últimas horas, no se priva de disfrutar de las pequeñas cosas. 

 —Ven — me invita a acompañarlo con un movimiento de cabeza y yo acepto, siguiendo el mismo procedimiento que él minutos antes. 

Me quito los tacones y antes de sentarme a su lado, tomó la falda del vestido entre mis manos para evitar que se moje. Una vez que nos encontramos nuevamente a la par, pregunto por el final de la historia que me ha dejado completamente enganchada. 

Él me cuenta que su madre los castigó y durante un mes, él y Scott tuvieron que ordenar la habitación de su hermana. Entre risas y gestos exagerados relata su experiencia limpiando el espacio de una mujer y yo lo único que hago es reír, poner los ojos en blanco debido a su dramatismo y recordarle que es muy afortunado de haber crecido con tantos hermanos.