Cuándo el viejo entró a la cocina me miro unos segundos confundido, aunque despues sonrió caminando hasta la barra sirviéndose un liquido rojo en una taza.
- supongo que ya te has dado cuenta.- Dijo mientras sonreía de forma amplia.
- ¿Qué mierda hiciste? ¿Por qué Bubba no me recuerda? Y el dijo algo de...- Me quede callado, no recordaba el nombre de mi hijo.
- Leo, el mocoso se llama Leo. Salio vampiro para su suerte- Dijo restandole importancia - Los he vigilado, rompí el tiempo para lograr lo que quería
- ¿Todo esto por un capricho?- Me puse de pie lanzando la silla contra él pero un campo de fuerza rompio la silla antes de siquiera tocarlo.
Él se levantó molesto caminando hacia mi pero no retrocedi, le afronte molesto, le mire con odio y él me tomo del cuello.
- Ese mocoso y tú tienen un maldito dia de conocerse; no tengo porque dejar que tú arruines tú vida así. - Apretó un poco más su agarre en mi cuello -- Rompí el tiempo, arregle a tu hermana. Borre los recuerdos de todos. Y ahora ese chico no sabe quien demonios eres y el vampirito nunca sabra que es su maldito padre.
Patee a mi padre con todas mis fuerzas saliendo de ahí, debia volver al dulce reino y eso hice escapando por un portal que pude invocar. Al parecer seguía conservando unos cuantos poderes de cuando fui rey.
Al primer sitio que llegué fue a mi casa; no habia nada ahí, nada nuevo quiero decir, Marceline estaba ahí con un vestido nuevo. Al parecer ella si adoptó sin problemas sus poderes de reina, aunque claro. Tampoco recordaba a su pareja.
- Oye Marcie... ¿Cual sería la manera de arreglar los recuerdos de una persona? Un amigo...-
Marceline levanto una de sus manos suspirando un poco, se sentó en el sofá y el hermoso vestido rojo que adornaba su cuerpo desapareció regresando a su antigua ropa.
- No lo sé, Marshall... He intentado todo para que Mi reyna me recuerde - Suspiro ella y sonrió con dolor en mi dirección - ¿Crees qué no recuerdo tantos milenios juntas?
Al escucharla no podía creerlo, Marceline había engañado a mi padre, ella también recordaba a su amada y entonces... Seguramente.
- ¿Haz hablado con Leo? - Pregunte con un pequeño hilo de voz - ¿Él...?
- Si, es un vampirito, mi chica cree que tiene mis genes aunque en cierta forma es verdad - Sonrió un poco acariciando sus largos y brillantes cabellos - Es un chico muy lindo, como tú a esa edad... Necesita un amigo y tal vez, podría ayudarte a ser tú-
Tomo mi guitarra de un costado suyo y me la lanzó, era mi vieja hacha-guitarra lo que me causo una sonrisa.
- Vamos, hay un chiquillo que debes conocer... Por cierto, es pequeño pero adora la música-
A mi lado marceline se adelantó y con una sonrisa pues era un día nublado por lo que podríamos volar sin problemas, al llegar al dulce reino esta vez nos dejaron entrar y en la puerta apareció la dulce princesa mirándome con reproche pero al ver a Marceline sonrió de forma forzada.
- La boda sera en una semana, no veo el porque de que estés aquí.- La dulce princesa iba a darse la vuelta cuando Marceline sonrió acercándose
- El chico, quiere tocar para Leo... Es un buen guitarrista y sabés muy bien que nadie más en el Reino adoraría de un concierto en vivo que él pequeño Leo- Marceline convenció a La dulce princesa que nos dejo entrar.
- ¿En serio con eso la convenciste?- pregunté incrédulo, de saber apenas salí a buscar a bubba debí tomar la guitarra.
Nos llevó a una nueva área del castillo llena de juguetes pero en una esquina estaba el pequeño vampiro negándose a poner un traje exageradamente rosa.
"oh bubba..."
Pensé al verlo levantarse cansado de intentar, al verme fruncio el ceño pero no contaba que el pequeño Leo se acercaría corriendo a verme de pies a cabeza. Era un pequeño de cuatro años, ¿tanto tiempo había dormido?
- Toca... - Dijo apenas con un hilo de voz.
- Esta bien, tocaré- dije levantando el rostro viendo a bubba que aun no me miraba bien pero no alejo a Leo esta vez.
"He vuelto por tí, bombón"
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Atrapado en el fondo de Su infierno.
RandomAmo la temática de Omegaverse. (Así que le agregare). ambos mundos estarán juntos, Finn y Fiona serán como una familia, etc. etc. Aveces escribire como Gumball y aveces como Marshall Ser el príncipe del dulce Reino no es difícil, pues la Reina que e...