CAPITULO 9

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KONOHA 3 DE LA MADRUGADA

La mayoría de los habitantes de la aldea de Konoha se encontraban descansando a estas horas. Pero eso no ocurría en la casa de la familia Namikaze o específicamente no con todos.

Kushina se encontraba desmayada y acostada en su habitación desde el día anterior en la tarde debido al shock que había sufrido por ver en videos como torturaban a su hijo, mientras que sus hermanos dormían tranquilamente ya que creían que su madre solo descansaba por que llegó agotada de su misión.

Pero ahora nos encontramos en la sala de la mansión Namikaze, estaba con las luces apagadas y en el sofá se encontraba Minato, con una computadora sobre una pequeña mesa en frente de él, su rostros se encontraba en completo shock mientras que un son fin de lágrimas caían de sus azules ojos con una mirada muerta.

-¿qué fue lo que hice?- se preguntó a sí mismos-¿cómo pude hacer tal cosa?- si tono de vos se comenzó a tornar roto-¿cómo pude ser tan ciego?- fue lo último que dijo antes de desmoronarse, el Hokage con sus manos temblorosas se tapó la cara y comenzó a llorar desconsoladamente y en silencio, se odiaba tanto a si mismo por lo que cometió, si tan solo hubiera sido un buen padre, si tan solo hubiera integrado más a Naruto a la familia , si tan solo no fuera tan idiota, no le hubiera costado nada darle un poco de atención, y ahora su hijo estaba pagando las consecuencias de su error, como podría vivir con semejante cosa en su consciencia. No lo sabía.

Solo sabía que Naruto estaba vivo, y que lo buscaría sin descanso hasta encontrarlo, y cuando lo encontrara, le pediría perdón una y otra vez, y le pediría que lo juzgue a su manera, le pediría que le dé un castigo justo para poder enmendar su error, incluso si él deseaba matarlo, él se lo permitiría, era lo menos que podía hacer al condenar de esa forma a su hijo.

Minato continuó llorando por las siguientes horas. A partir de mañana, no importa que él era el Hokage, mañana saldría de la aldea y comenzaría a buscar a su hijo.

A LA MAÑANA SIGUIENTE

PAÍS DE LOS RÍOS

Naruto se encontraba caminando por un sendero largo y recto, llevaba puesto un pantalón deportivo negro algo gastado y no tenía ningún calzado ni prenda superior, mostrando un estado físico bastante delgado y con pocos músculos, con la piel algo pálida y varias cicatrices en sus brazos y torso. Llevaba en su espalda una mochila con las cosas que le habían regalado el su cumpleaños, hace 3 años, los pergaminos, en su espalda la Chokuto, y lo más importante, el collar de Touka en su cuello. Por suerte Orochimaru tenía guardadas sus cosas en su guarida, solo hizo falta buscar entre los escombros.

No sabía dónde lo llevaría este camino, pero no tenía muchas opciones, debía hacer un par de cosas, primero un lugar para asentarse temporalmente, saber dónde estaba, y lo más importante de todo...... Debía hacerle un par de modificaciones a la máscara que Mikoto le había regalado.

Si, necesitaba hacerle un par de modificaciones a la máscara, el hace unos años en una de sus torturas escuchó de Orochimaru que seres semejantes a Naruto comenzaron a aparecer en el continente elemental, se hacían llamar Gohuls, muy pocos eran conocidos y tampoco se sabía si eran muchos o pocos, solo se sabía que se podían mezclar casi perfectamente con los humanos.

Por eso necesitaría esconder su identidad, si lo llegasen a ver utilizando su Kagune o comiéndose a alguien, quedaría tachado permanente como Gohul, un monstruo, y jamás le darían la oportunidad de excusarse, no quería revelar aun lo que era, al menos no hasta decirle primero a "ella".

Con su plan ya trazado, Naruto continuo caminando por unos 30 minutos, hasta que a lo lejos pudo observar algo, el sigilosamente se acercó y pudo ver bien de que se trataba.

EL ZORRO DE UN OJODonde viven las historias. Descúbrelo ahora