Almas Lejanas

Capítulo 10

    KIARA

Todos me miraban como si no entendieran lo que decía. Jordan y Kyle se incorporaron con dificultad y sin decir palabra. Tyler se giró para mirar a Kyle.

-¿A quién? -dijo Connor.

Aquello tuvo su gracia. Entonces sonreí. Me sentía aliviada, relajada y con una gran calma. Kyle seguía sin decir nada lo que me inquietaba. ¿No era eso lo que él quería? Alargó el brazo y le cogí la mano sentándome junto a él. Jordan y Tyler seguían igual de sorprendidos.

-Podrías habérmelo dicho y te hubiera acompañado. -dijo Kyle mientras me abrazaba.

Se acercó para darme un beso justo cuando llegó una mujer de unos cincuenta años, morena y de baja estatura. Entró con un chico moreno de ojos azules bastante alto y con cara de incomodidad y con otro hombre a quien no alcanzaba ver. Me quedé en shock.

-Hola, habéis tardado, eh. -dijo Kyle a mi lado.

Su madre vino casi empujando a los que estábamos alrededor. Yo no podía dejar de mirar a mi padre que parecía igual de sorprendido que yo.

-¿Quién es? -dijo Kyle en un susurro a quien parecía su hermano.

-El nuevo novio de mamá.

-Mi padre. -dije yo casi al mismo tiempo.

Me pareció ver a Kyle con la boca abierta. Los demás alucinaban con la situación que parecía de telenovela y yo seguía sin apartar la vista de mi padre.

-Hola, Kiara.

Me levanté y me fui pasando por al lado de una enfermera que acababa de entrar. Oí a Kyle llamarme pero aún así bajé las escaleras de dos en dos.

    KYLE

Kia se fue sin decir palabra. Aquel hombre era su padre, el que dijo que la había abandonado. ¿Qué hacía el aquí? La verdad es que había sido una casualidad bastante agobiante pero no había por qué preocuparse. La llamé pero no volvió. La enfermera se giró preocupada. Yo intenté levantarme pero mi madre me empujó de nuevo a la cama. La enfermera sacó los resultados de la radiografía pero eso no me importaba ahora mismo. Mientras mi madre y mi hermano miraban los resultados, salté de la cama ahogando un grito y salí de la habitación. Bajé los escalones con un dolor que me cruzaba todo el cuerpo pero tenía que hablar con Kia. Al salir del hospital la vi sentada en un banco. Me acerqué ya más tranquilo y me senté a su lado. Ella pareció sobresaltarse y entonces me miró preocupada. Luego cambió su expresión.

-No deberías de estar aquí. -me dijo mirando al suelo.

-Tú tampoco. ¿Por qué te has ido así? Entiendo el shock de ver a tu padre pero no tienes que huir de él. Kia...

-Se acabó.

-¿Qué?

-Se acabó. -repitió mirándome.- Está relación está siendo más tóxica de lo que pensaba. He sido una egoísta pensando solo en mi pero mírate Kyle, estás en el hospital por mi culpa, has bajado las escaleras probablemente con un dolor terrible por mi culpa. No quiero seguir haciendo daño. Todo lo que ha pasado tendría que afectarme solo a mí. No quiero que vuelvas a involucrarte en mi vida, se acabó.

Me quedé sin habla. No sabía que me quisiera tanto, ahora tenía muchas más ganas de estar con ella. Ambos nos queríamos, no debía de acabar algo así. Le sonreí y me acerqué más a ella.

-Cuando tenía tres años mi padre abandonó a mí madre con dos niños pequeños. Eso tuvo que ser muy duro para ella. No tenía padre ni madre, ni ningún hermano o hermana a quién acudir. Era ella contra el mundo. Tú también estás sola. La diferencia es que tú tienes a alguien que te quiere y que al menos intenta cuidar de ti. A lo mejor no es suficiente pero es algo.

-Sí es suficiente, Kyle. No lo entiendes. No lo hago porque no te quiera, sino justo por lo contrario. Te agradezco muchísimo todo lo que has hecho por mí pero no quiero que sigas haciéndolo. Te mereces lo mejor del mundo, a una chica que te haga feliz y esa no soy yo. Ojalá lo fuera pero no lo soy. -se levantó y empezó a andar sin mirar atrás. Quise correr tras ella pero me quedé sentado aguantando las lágrimas que amenazaban por salir. Mi primer amor se estaba yendo ante mis ojos y yo no podía hacer nada por evitarlo.