ITACHI X HINATA [FINALIZADA] (En Cambio no)

Diciembre Ya Llego... No Estas Aquí.

Aquella niña no lo era más. Los años habían transcurrido raudos y veloces sobre ella. Su gran amigo e inspiración, aquel amor secreto... Se había marchado a entrenar junto a su sensei Jiraija uno de los grandes Sanin. Sasuke aquel muchacho que le hacía sentir cierto temor habia abandonado la aldea poco después de su ultimo encuentro en el bosque. Se rumoraba que había ido tras poder junto al traidor Orochimaru para aniquilar...

Aquella sonrisa vino de nuevo a la memoria de la joven Hyuga, aquel hombre que de niña le inspiró tanto, su rostro tan calmado y esa voz que le brindo paz tantas veces. Para ella era difícil imaginar al amable joven Uchiha como el asesino que los informes ninja pintaban. El más bien le parecía un hombre que si el mundo ninja no fuese tan convulso, podría desempeñarse bien como zapatero, panadero, sensei o cualquier otro noble y pacifico trabajo mientras dirigía una linda y unida familia.

Pero este no era un mundo ideal, era el mundo ninja, lleno de batallas por poder, decisiones que ponen a prueba cualquier juicio, y donde no siempre la respuesta más lógica es la correcta. E Itachi Uchiha era un renegado, un asesino, un traidor, y una memoria cada vez más difusa en su mente juvenil, que se canso de esperar aquel regreso.

Pero claro, había mejorado. Mas era tan patética que seguían subestimandole, que no tenía la fuerza de enfrentar a su hermana y tomar su legítimo puesto como lider de clan solo por no herir a aquella arrogante chiquilla... Siempre tan gentil, tan blanda... Tan como él.

Un anbu apareció frente a ella con un pergamino, y al abrirlo supo que era requerida por la Hokage, traída por su adorado rubio para dirigir la aldea que había dejado desvalida la traición de Orochimaru.

-Que bien que llegas Hinata, tengo algo para ti.- le extendió un pergamino que detallaba una misión como mensajera, un mensaje urgente para... Naruto.

Su corazón se acelero tanto que casi salía de su pecho, estaba cerca de una villa en el país de la nube y no podía perder tiempo...

-Hai Hokage-sama, cuente conmigo- tras la respetuosa inclinación, tomo el mensaje para Naruto y se dirigió a su hogar a preparar sus implementos para partir de inmediato.
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Luego de 2 días de camino sin parar, se detuvo en una pequeña villa, estaba cerca, tenia 1 día de más para llegar a Naruto así que decidió descansar allí. Sabía que era terreno hostil para su clan, así que gracias a sus habilidades ninja logro tomar otra apariencia y con ropa adecuada para mimetizarse con los lugareños ingreso a dicha villa. Pero sus ojos no pudieron abrirse más cuando observo aquel rostro conocido.

De nuevo esa mirada llena de paz, y ese hormigueo en sus manos como si ubiese sido ayer que le vio por última vez. Sus palabras retumbaron fuerte en su memoria "-nos veremos cuando seas más fuerte-" y estuvo tan perdida en sus pensamientos que no fue consciente cuando su cuerpo choco contra el de aquel hombre apuesto que le ponía los vellos de punta.

-gomenasai- susurro por lo bajo, temerosa de que aquel peligroso hombre ubiese descubierto su identidad, pero recobrando seguridad en si misma y sus habilidades simplemente se alejo de él. Quien sintió una punzada en su sien, aquella voz, aun que diferente se le hizo familiar... Una imagen.

Imposible... Ella no lucia así. Pero quizá... El sabía que Konoha se había movilizado, que el plan de Akatsuki iba tal cual y enviarían a un mensajero que llevaría al Kiuby a su trampa... Pero no, ella no.

El miedo helo su cuerpo, el ya tenía todo previsto, el mensajero era su objetivo y debía morir "misteriosamente" para boicotear el plan de la organización y dar más tiempo a Jiraija-sama de preparar al joven hermano/rival de su tonto hermanito. Pero nunca previo que aquel mensajero pudiera ser...

Decidió seguirla, no lucia como ella, y su chakra era imperceptible, quizá era su mente que le jugaba sucio y solo era una aldeana sorprendida por la presencia de un bandido de Akatsuki en pleno festival. Pero debía descartarlo, pues sus fuentes indicaban que el mensajero se encontraba ya en dicha villa o muy cerca.

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Ya en una posada agradable, empezo a despojarse de sus ropas, estaba cansada e impactada por su hallazgo. Su corazón palpitaba con fuerza y se descubrió a sí misma pensando más en aquel hombre que casi había olvidado que en su amado rubio. Con la mente atribulada y agotada decidió tirarse en el futon de su habitación y aquella elaborada ilusión que guardaba su identidad desapareció, sin prever que un par de ojos rojos como la sangre observaban desde muy cerca.

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Aquella niña que descubrió más semejante a si mismo que su propio hermanito, había dejado de ser una niña, por lo menos debía tener 16 años, pero lo que observaba no parecia ser de una niña de 16, su cuerpo a penas cubierto por una cinta negra en los generosos senos, y esa estrecha cintura y piel lechosa tras la redesilla ninja le estaban haciendo acalorarse. Cuando empezo a despojarse de sus mallas ninja se empezo a sentir un gran pervertido, desvio la vista cuando las pequeñas bragas negras hicieron aparición, pero aun así logro notar el trasero firme y respingado de aquella chica.

Se encontro a si mismo deseando verle más, y sentirle. Y luego un golpe mental gigante... Ella era la niña a quien el apreciaba, nada más... No podía ser más.
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Continuará.... ❤️