Tal como Itachi le había indicado, sus amigos habían dado con su ubicación, y sin perder tiempo se encaminaron de vuelta a la aldea...
-NO SE QUE DEMONIOS TIENEN ESOS UCHIHA!!! - Siempre tan ruidoso y poco produnte, Kiba no comprendía por que esos traidores aparecían justo frente a ellos, y por que querían a Hinata.
-Es bastante sospechoso, que ambos hallan ido en busca de Hinata, pero al final Itachi decidió ir tras su hermano- Hilaba sus ideas Shino, y Kiba solo asentia a cada observación del chico insecto. -Hinata, ¿tienes alguna idea de por que te buscan?- le observo increpante justo frente a la entrada a la aldea... Aquel viaje sin descanso había sido tan agotador que la peliazul solo nego con su cabeza mientras la encaminaron a su distrito.
Su mente daba mil vueltas, y sin duda alguna no se sentía segura. ¿Qué estaba sucediendo?
Cuando estaba a punto de cerrar sus ojos ya sobre su cama, escullo unos golpesitos provenientes de su ventana. Un cuervo...
-"ven al distrito Uchiha, casa principal"- aquella simple nota escrita con impecable caligrafía... Podría ser una trampa o una respuesta a sus incógnitas.
Se escabullo entre las sombras de la noche, asegurándose que su padre no pudiera percatarse de su ausencia. Llegó a aquel lugubre lugar, y vislumbró la casa principal. Alguna vez había acompañado a su padre a reuniones del consejo de konoha llevadas a cabo allí, en aquel distrito apartado donde habían confinado a los Uchiha a permanecer. Entró temerosa, y escucho el suelo crujir bajo sos pies... Hacia tanto que nadie pisaba aquel inmenso lugar.
-Me alegra que vinieras Hinata-san- su voz apacible... Y su silueta fuerte a través de la oscuridad. No llevaba su capa de Akatsuki y lucia tan distante y perfecto... Si... El era perfecto, y desde hacía tiempo no salía de su mente ni un instante.
-Itachi-kun- bajo su mirada y se sonrojo furiosamente, lucia tan hermosa con ese tenue color carmín cubriendo sus redondas mejillas. Una niña, eso era Hinata para el. Una niña que el daría la vida por proteger.
Se aproximo a ella con cuidado, y noto como ella no huía de su cercanía, incluso sintió que se inclinaba ligeramente en su búsqueda.
-yo debo decirte algo- su voz era tan apacible, una voz que simplemente te reconforta... -Se que puedo confiar en ti... Y necesito de verdad que... Sepas ciertas cosas para- quedo frente a ella, observándola intensamente -para entender mi actuar...- tomo aquella suave mano femenina y la guió por los largas pasillos de lo que alguna vez fue su hogar. Lleno de polvo y telarañas, rechinando por donde pasaran. Pero al entrar en un gran salón parecido a donde los Hyuga realizan sus reuniones de consejo, habían dos colchones para tomar asiento. Le indico con el índice que se sentará, y curiosamente aquellos cojines no estaban empolvados y se sentian mullidos.
-¿qué debo entender?- soltó suavemente Hinata.
-Debes entender mis sentimientos- solto aquello de forma suave pero algo en ella temió. Hacia tiempo que el moreno no salía de sus pensamientos, el recuerdo de aquel gentil hombre que le había consolado y su dulzura al tratarla. ¿Se habría arrepentido de aquellos besos? ¿Habría venido a aclararle que todo fue una mentira? No... El no era así, no habría tomado tantas molestias.
-Hinata-san, bien sabra que hace años yo asesine a mi clan- dijo aquello y algo dentro de si se nubló. -No puedo darle muchos detalles, pero aquello fue una misión, y yo me negue a dañar a mi Ototo... El me odia, pero es parte del plan- Itachi sonrió, como si algún recuerdo lejano visitara su mente. -Aún rindo cuentas a Konoha, ellos son conscientes de mi posición, yo soy la sombra que resguarda a las hojas...- parecía que aquello le enorgullecia... -Pero como la sombra que soy, no puedo resguardarlos si me quedo solo en una hoja, mi deber esta con la copa completa... Hinata-san- se aproximó a ella y tomo ambas manos de la chica entre las propias. -Estoy seguro que haras muy feliz a quien tenga la dicha de amarte y ser correspondido- Los ojos de la ojiluna empezaron a empañarse... El la estaba recha... -Yo personalmente hubiera querido que mi deber no fuera tan grande, que mis manos pudieran sostener las suyas ante nuestros ancestros...- aquello... Acaso era... ¿Una declaración de amor? -Hinata-san, su compañía en nuestra infancia, su voz, su ser tan limpio... Y la oportunidad que tuve de- rozo aquellos labios rosa con su pulgar -de probar su afecto... Yo espero no haberle hecho sentir mansillada...- la observó a los ojos. -Si mi clan no ubiese tenido que ser eliminado, si yo aun fuera el heredero de este...- ella empezo a llorar, estaba impresionada, conmovida... -Yo le ubiera tomado como mi esposa sin duda. Me habría presentado ante Hiashi-sama y su consejo e ubiera cumplido con cada requerimiento que se me ubiera impuesto, para tener el honor de protegerla y amarla el resto de mis días.- no había duda... El le declaraba su afecto.
-Itachi-san- sus ojos no dejaban de gotear mientras la impresión le había dejado estática.
-Pero mi vida no fue así Hinata... Y aun cuando mis sentimientos me claman tu afecto. El amor es la muerte del deber, y yo tengo una misión que concluir, y que terminara conmigo en el proceso.- le observó y se permitió lucir abatido, triste... Y cuando una lagrima traicionera abandono sus ojos y empezo el trayecto por su mejilla... Sintió como esta nunca cayo... Unos suaves labios la detuvieron. Los suaves labios de Hinata.
-yo... Yo en... Entiendo Itachi-san- un alma tan dulce... Tan comprensiva. Así era Hinata. La abrazo. Estrecho aquel suave cuerpo entre sus brazos y disfruto su calor... Sabiendo que aquello era una despedida, y nunca tendría él la dicha de tener a la mujer amada en su vida... Vida condenada para preservar la paz de su amada Konoha.
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¿Qué tal? 🌟

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ITACHI X HINATA [FINALIZADA] (En Cambio no)
Fanfic"Por que se rompen en mis dientes... Las cosas importantes..." Un corazón atormentado por perdidas, por rechazos, por miedos... Incluso el dolor de perderse a si misma... Hyuga Hinata, una joven introvertida, dulce, amable... Pero con tantos secreto...