Capitulo 13

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Corría lo más rápido que mis piernas podían, mi vista estaba fija en el camino delante mio. Sentía la adrenalina correr por mis venas, mi cuerpo estaba extasiado de energías que nunca antes las había sentido, la sensación era mucho más intensas que la vez que me escape de Zack o cuando lo ví por primera vez en forma de lobo. Mi corazón bombeaba a un ritmo solo un poco más rápido que lo normal. Mis sentidos estaban alerta a cualquier inconveniente que pudiera aparecer.

Cuando me desperté veinte minutos atrás me abrume mucho, me hallaba en la habitación de Zack nuevamente, y a pesar de que nunca antes había tenido claustrofobia me sentía encerrada, no soportaba saber que estaba en un espacio tan reducido y poco natural. Necesitaba aspirar aire puro y fresco, sentir la brisa en mi rostro, los sonidos que producían los animales y las hojas de los arboles al mecerse , necesita oler el bosque, estar en el, ser parte del él. Necesita sobre todo las cosas rodearme de naturaleza. Escuche agua correr a mi derecha y desvíe mi trayectoria hacia esa dirección, no me había equivocado, a doscientos metros visualice un pequeño arroyo.  Merme la velocidad con la que me movía y camine hasta sentarme a pasos del agua, aspire profundamente, permitiéndome distinguir los olores que me rodeaban.

La sanción de plenitud me embargaba, recosté mi espalda sobre la hierba fresca y me dispuse a disfrutar de ese momento cerrando los ojos y dejándome llevar por mi alrededor. 

Sabía que me había desmayado cuando estaba con Mike, como también sabía la razón, no tenia en claro como lo sabía pero mi instinto me lo gritaba, era igual a Zack y a mi abuelo. Era lobo también. Y se sentía genial, sentía que era imparable, invencible. A pesar de que tenía energías como para correr una maratón deseaba tomar unos minutos para unirme al  bosque. 

El crujido que producía unos pasos sobre la hierba llego a mis oídos, aspire profundamente sin abrir los ojos, el aroma de Zack me inundo gracias a que el viento me favorecía. Su corazón latía rápido y su respiración era agitada. Identifique olores de otras personas con el suyo, aunque su esencia no se perdía. 

- Sabía que estarías por aquí- la calidez de su cuerpo se unió a la mía cuando se sentó a mi lado. abrí los ojos y le mire. Sus cabellos estaban revueltos, pequeñas gotas de sudor adornaban su piel, y sus ojos .... sus lindos ojos mieles me miraban con alivio,  a mis oídos llegaba el sonido de corazón, latía a un ritmo similar al mio. Cerré los ojos para concentrarme en ese sonido. Su mano recorrió mi mejilla hasta llegar a mis labios y delinearlos. Sus ojos estaban fijos en mi rostro detallando cada parte de él. - Se como te que sientes. Y me sorprendió mucho ver tus ojos cambiar cuando hablabas con Mike, de otra forma nunca sabría que eras una loba. No había olido ni sentido la esencia que los lobos poseen en ti. Y no es común que una sangre de lobo tarde tanto en despertar su lado licantropo. 

Yo no sabía nada de lobos en la vida real, solo lo que había visto en televisión y no tenia idea de que cosas eran ciertas y que no. Aunque esperaba que haya más habilidades por descubrir. 

- en mi familia las mujeres fueron humanas, tengo sangre humana en mi sistema- razoné.

- Puede ser que eso lo haya ralentizado... aun así- su rostro corto la distancias entre nosotros solo rozando nuestros labios. Quería besarle- ahora tienes que aprender a manejar lo- no sabía que había dicho, mis ojos estaban fijos en sus ojos que me observan con anhelo. No espere a que el intentara algo, simplemente tome sus labios entre los míos y los goce como deseaba. Lleve mis manos a su cuello y lo acerque a mi, quería sentirle complemento. De su pecho surgió un ronroneo cuando mordí y pase mi lengua por sus labios.  Sus manos tomaron mi cintura y de un salto me coloque encima suyo. Deje sus labios para probar de su piel, lamí hasta cuello. Su cuerpo se tenso y un sexy gruñido salio de sus deliciosos labios. Abrí la boca para morderle en esa zona y sentí un cosquilleo en mis colmillos, no le tomé importancia y cuando estaba por enterrarlos en su delicada piel y horrenda voz chillonona me detuvo.

Mi LobitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora