Completamente diferentes

20 de octubre del 20 (An)

-¡No puedo creer que me haya dicho que no!

-Yo no puedo creer que de verdad le hayas dicho.

-¡Pero qué tiene de malo! Solamente son un par de meses, además si esto resulta nos beneficiaría mucho a todos.

-¿Cómo podría beneficiar eso a tu hermana?

-Obviamente el pago en el Gran Teatro es mucho mejor que aquí, Carla. Si lograra un contrato ahí, podríamos pagar algunas deudas.

-¿No es más fácil dejar de gastar en tanta ropa?

-¡Carla, de qué lado estás! - La vi rodear los ojos y mirarme muy seria. 

-A veces de verdad te pones insoportable Andrea.

-Entonces mejor ve a revisar si mi vestuario está quedando bien.- Ella simplemente tomó su libreta y se fue del camerino. 

Mensaje de Eduardo:
¿Estás libre?  🙄

-Supongo que no me haría nada mal un poco de aire libre.

Mensaje de Andrea:
¿Qué se te ocurre?

Mensaje de Eduardo:
¿Qué tal unos helados?

Mensaje de Andrea:
¡Perfecto! Nos vemos en el lugar de la otra vez ¿Sí?

Mensaje de Eduardo:
Claro Al, nos vemos ahí en media hora.

Mensaje de Andrea:
De acuerdo, iré yendo entonces.

Mensaje de Eduardo:
Ve con cuidado Al, te espero. 

-¿Ya estás de salida de nuevo?- Asentí mientras revisaba de nuevo mi bolso por si no olvidaba nada - Recuerda que mañana tienes ensayo con Manuel desde temprano.

-Ay, ese tipo. No hay problema, llegaré temprano mañana.

-Hablo en serio Andrea, debes llegar temprano.

-Sí sí sí, no te preocupes.- Me di una última revisada en el espejo y retoqué mi labial- ¡Perfecta! Nos vemos mañana.

-No te olvides de poner la alarma. - Asentí y salí rápido del camerino, la heladería quedaba al menos a unos 20 minutos del teatro pero a estas horas suele haber tráfico, así que será mejor ir rápido.

Luego de unos minutos en el taxi.

-¡Al!¡Al! ... ¡Alex!- Voltee y Eduardo sacudía su mano desde una mesa. Hay veces en las que olvido que para él no soy Andrea... 

-Hola. - Me senté y arreglé mi falda.

-Wao, sin duda te ves hermosa Al.- ¿Cómo puede decir eso tan fácilmente mirándome a los ojos?¡Ni siquiera a titubeado!

-Ah... Pues gracias, tu también te ves muy bien.- Sonreí intentando evitar mostrar todo el nerviosismo que hay dentro de mi, aunque no puedo negarlo, Eduardo es un chico apuesto. 

-Oh, pues gracias. - Noté un poco de rubor en sus mejillas y sonreí, algo que él hizo también- ¿Pedimos? 

-Por supuesto, adoro el helado de este lugar. 

-¿Entonces qué estamos esperando? !Mozo! - Sonreí al verlo tan emocionado y entendí porque Al decía que tenía una sonrisa imposible de olvidar. 

Tras varías horas y horas después

-No puedo creer que de verdad hayamos ido a la sala de juegos.

-¿Por qué ? Es un grandioso lugar para despejar la mente.

-Supongo que tienes razón Ed. - Lo vi mirarme sorprendido y reconocí mi descuido - Digo, Eduardo. 

-¿Por qué no "Ed"? Yo te digo muchas veces "Al".

-Pues... Tu y yo no nos tenemos tanta confianza y ... - Él comenzó a reír.

-¿En serio? Nos conocemos hace años Al, me sorprende que luego de tanto tiempo recién te hayas atrevido a decirme Ed.

-Pues... Yo... - ¿Cómo decirle que a mi me conoce solamente desde hace un par de semanas atrás?

-Al - Detuvo su caminar y lo miré - Me gusta que me digas "Ed". 

-¿En serio? - Solo podía verlo mientras sentía mi corazón latir muy fuerte.

-Sí, suena muy lindo cuando me lo dices.- Y aquí va de nuevo ese cosquilleo dentro de mi. - En sí... - Dio un paso frente a mi- La verdad es que todo lo que proviene de ti me parece muy lindo. 

-Oh ... Pues... -Di un paso atrás al notar lo cerca que estábamos mientras intentaba concentrar mi  vista en otra parte.

-Al - Él tomó mi mentón y me hizo verlo directo a los ojos - ¿Me dejarías conocerte? No solo como una amiga, sino saber de verdad de ti.

-Tú... ¿Te estás...?

-Sí, Al - Noté como sus mejillas enrojecían gracias a las luces de los faros del parque - Sé que te puede tomar un poco por sorpresa ya que nos conocemos desde hace tanto pero yo ...

-Acepto. - Me miró sorprendido- Yo acepto Ed.-Él de inmediato me cargó y me comenzó a dar vueltas.

-¡Soy la persona más feliz del mundo! - Tal vez muchas personas nos vieran en este momento pero de verdad en ese momento me daba igual ¡Estaba muy feliz! Sentía un cosquilleo por todo mi cuerpo y eso pocas veces he logrado sentir fuera del teatro.

-Gracias Ed. 

-¿Por qué me agradeces?

-Por querer conocerme... 

-Gracias a ti Al. - Me atrajo hacia él y me abrazó muy fuerte- Gracias a ti por aceptarme... - Sentí sus labios en mi frente y no tengo duda que todo mi cuerpo se estremeció - Te prometo que no te arrepentirás.