Dix-sept

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-Rose... -la llamó Teddy, ella no respondió. -. Rose -la pelirroja continuó con la vista fija en la ventana, Teddy miró a Gabrielle, quién miró a Scorpius, él se encogió de hombros en respuesta.

-¡Rosebud! -gritó Gabrielle. La aludida dio un enorme salto en la silla giratoria y volvió a la tierra.

-¿Qué?

-Te estoy hablando desde hace un minuto... -La regañó Teddy. Rose se acomodó mientras carraspeaba.

-Claro, lo siento... ¿Qué me decías? -El castaño suspiró y se masajeo las cienes, negó con la cabeza.

-Decía, que si querías comenzar a grabar la canción ahora... -la chica parpadeo un par de veces, Scorpius estaba a su lado, demasiado cerca, según ella.

Tragó en seco cuando sin querer, se quedó mirando los labios de su novio. Negó lentamente con la cabeza y luego vio a Teddy.

-Sí..., sí, está bien... -balbuceó cofunsa. Gabriela alzó una ceja.

-¿Rose estás bien? Pareces... abrumada. -le dijo.

-Sí, eh...

-Saben que... -interrumpió Scorpius, llamando la atención de todos. -¿Por qué no nos deján solos un momento?

Teddy y Gabrielle se miraron un segundo, luego, sin decir nada, salieron por la puerta de la sala de juntas.

Rose se tensó al escuchar como la puerta de madera se cerraba, intentó evitar la mirada del rubio, pero él no aceptaría aquello.

-Ya dime qué es lo qué te ocurre. -Directo al grano, como siempre. Rose sonrió forzadamente.

-No pasa nada...

-Para ser actriz, no te estas esforzando demasiado en ocultar tu nerviosismo. -Las mejillas se le colorearon, y el rubio sonrió triunfal.
Tenía razón.

-Preferiría no hablar de ello. -Malfoy bufo.

-¿De verdad? ¿Vas a volver a hacer eso? -ella frunció el ceño.

-¿Hacer qué?

-Actuar como la vieja tú -se levantó de la silla y puso sus dedos bajo la barbilla de ella para que lo viera -, evitando mirarme..., no hablar conmigo. Rose... -se pasó ambas manos por el cabello rubio y dudó un poco en decir lo siguiente. -¿Esto es por el beso? No hemos hablado de ello y si...

-Scorpius. -lo cortó, alzando una mano, él se calló. -No hagamos esto ahora. Solo, vamos, cantemos esa canción y continuemos con esto, hasta que la fiebre Scorose acabe.

-¿Fiebre Scorose? -espeto, algo dolido. -¿Eso es lo que somos? ¿Solo una fiebre que pasará en unas semanas?

-¿No es eso lo que queríamos lograr? -El silencio inundó la sala, Malfoy abrió la boca y luego la cerró. Asintió, e intentó sonreír, pero pareció más bien una mueca.

-Bien. -caminó con paso decidido hasta la puerta, y antes de salir se volteó para verla. -Acabemos la fiebre Scorose lo mas rápido posible, para que su majestad siga con su perfecta vida. -Y luego de esto, salió azotando la puerta.

Rose dejó caer la cabeza en sus palmas y suspiró.

Si le preguntaban qué era lo que estaba pensando en ese momento, ella no sabría que responder, no lo sabía. No quería tratar así a Scorpius, pero estaba asustada. Desde aquel beso, no había podido pensar en otra cosa, nada mas que no fuera Scorpius Malfoy y su estupido beso. Que ella había pedido.

Y cuando se dio cuenta, tuvo que darse un enorme golpe por ser tan idiota, aquello era solo un truco publicitario, nada más.
Ella era Rose Weasley, y el era Scorpius Malfoy.

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