Quarente quatre

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La abstinencia era la peor parte.
Solía despertar en las noches, sudando, con temblores, espasmos y unas terribles ganas de tomar algo, lo que sea para calmar el dolor. Dolor físico, y mental. El pecho le ardía con cada segundo que pasaba, podía olerlo, podía saborearlo en la punta de la lengua pero sabía que no había nada ahí. Y luego gritaba, le daba impotencia el no poder tener ni siquiera un cigarrillo para calmar los temblores.
Había conseguido soportarlo, apretaba los puños hasta que sentía que los dedos se le caerían, trataba de imaginar algo que no fuera aquel polvo blanco entrando por su nariz, o el alcohol quemando su garganta, o el humo del cigarrillo pasando por sus pulmones.

Si lo de los puños no funcionaba y se acalambraba antes, pensaba en Rose, pensaba en su cabello, ¿a qué olería?, en sus ojos azules, ¿qué azul eran? ¿Celeste? No, demasiado oscuros para ser celestes, pero eran muy claros para ser azul marino, eran únicos, perfectos. Un nuevo tono de azul, azul Rose, sí, no había color exacto para describir el azul de sus ojos, ella lo había creado, era su propio color, eran suyos, y de nadie mas. No los había heredado como Albus, no, ella era tan especial, que no había tenido que tomar de nadie más aquel azul, el color en el que quería hundirse, sumergirse hasta quedarse sin aire, el azul en el que pasaría perdido el resto de su vida... Y entonces, cuando menos lo esperaba, su respiración se había regulado, sus manos no estaban temblorosas, el sudor se había ido y la ansiedad también. Y podía dormir, así, con los ojos de Rose y su color único en la mente.

-¿Cuándo lo haremos? -preguntó Scorpius, Albus, Blake y Zayn también miraron a su manager, Teddy se rascó la nuca.

-Entre mas rápido sea, mejor.

-Esta noche. -dijo Albus con un suspiro -Lo haremos en twitter. -Blake se inclinó sobre la mesa y enterró su cara entre sus manos.

-No puedo creer que esto este pasando en serio. -suspiró.

-Me siento como en un sueño -concordó Zayn- Aunque no de los buenos.

-Lo lamento chicos. -mascullo Scorpius -no quiero hacer esto, lo saben, pero tengo las manos atadas.

-Lo sabemos -dijeron a coro los chicos.

-Tranquilo, estaremos bien, -lo tranquilizó Albus, Zayn puso su mano en el hombro de Malfoy -necesitas esto, y también nosotros. Todo estará bien si permanecemos juntos.

Scorpius echó una mirada a sus amigos, los amaba, había pasado la mitad de su vida junto a Albus, y casi no podía recordar como se sentía vivir sin Zayn o Blake. Sabía que sería un largo camino el cual recorrer, pero también sabía que podría hacerlo, y debía. Tenía esperanza, esa aún no moría.

.

-¿Me estás diciendo que no puedo cantar? -chillo Rose con ambas cejas alzadas. El hombre frente a ella se frotó el puente de la nariz.

-No es eso... es solo que estaba pensando que te verías mejor en otro papel, como "Lisa", es...

-¡"Lisa" es una maldita extra! -gruñó rodando los ojos.

-Sabes que no es cierto...

-Aparece como en dos escenas Miles, por favor. -el hombre negó con la cabeza.

-Fallon... ¿podrías cooperar alguna vez? -Rose apretó los labios y se cruzó de brazos, negó con la cabeza. El pelinegro rio, relajando cada músculo de su rostro -¿Qué haré contigo, cariño? -preguntó risueño. Rose desarmó su pose y caminó a su alrededor

-Darme el protagónico. -suspiró y le tomó el brazo -Vamos, tio Miles, sabes que soy perfecta para esto, pero tienes miedo de lo que puedan decir los otros por el hecho de darle el protagónico a tu sobrina.

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