Jungkook sueña con una chica misteriosa, desearía que en verdad existiera.
Pero sólo la puede encontrar en sus sueños.
Se obsesiona con la chica misteriosa, a tal punto de tener alucinaciones de ella.
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-Mi primera historia.
-Favor de respetar...
Día cinco en la cárcel. Es muy malo, es terrible, horrible, y cualquier sinónimo existente de feo.
Jungkook no lo sabía, era inocente, pero todas las evidencias apuntan a él. O una persona parecida a Jeon...
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Ese lugar lo estaba volviendo loco, literalmente.
Reía por cualquier razón, como un psicópata, afirmaba ver a Suni, por eso los oficiales mandaron a Jungkook a un manicomio.
Tal vez allí se controlaría.
–Suni, Suni, Suni, Suni, Suni... —Repitía una y otra vez—. Te extraño, te quiero ver de nuevo. Este lugar es terrible, no me gusta.
Se acurrucaba buscando calor, pues hacía mucho frío.
–Jungkook —Le habló.
–¿Suni? —La miró sorprendido pero con una sonrisa, echaba de menos verla otra vez. Corrió hacia ella y la abrazó—. Te extrañé tanto —Comenzó a llorar y, la muchacha acarició el cabello de éste tratando de tranquilizarlo.
–Yo igual, conejito —Sonrió.
–Pasaron muchas cosas desde que dejaste de aparecer en mis sueños...
–Lo sé.
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