¿Por dónde debería empezar? Bueno, supongo que por el inicio de todo esto. Sé que os he dicho que no sería cliché, pero la verdad es que el principio es un poco así.
Un día de verano como cualquier otro me encontraba en mi casa hablando por el teléfono cuando sin siquiera pensarlo me llegó un mensaje del que sería mi amigo más cercano. Durante las conversaciones que manteníamos era costumbre un poco de tonteo, pero aquella vez fue distinto. Ni siquiera me había planteado tener nada con él hasta que lo propuso. No llegué a decirle que sí inmediatamente, sin embargo seguí la conversación. Aparentemente no quedamos en nada en ese momento aunque sí accedimos a que eso sería un secreto que jamás diríamos a nadie.
Para que entiendas por qué accedí, a esto deberías saber que creía en él lo suficiente como para pensar que no me estaría equivocando. Además yo no había hecho nada con nadie antes y la idea me atraía. Mirando hacia atrás, no lo cambiaría, pero me doy cuenta de mi estupidez. No estoy muy segura de sí fui demasiado ingenua o estúpida, aunque una de las dos seguro que sí.
Como iba diciendo, empezamos a hablar durante mucho tiempo. Hablando de dar el paso, de intentarlo. Lo absurdo de la situación es que tardamos dos meses y medio en darlo. Las conversaciones eran geniales, hablábamos de cualquier cosa y parecía que estábamos sólo el uno para el otro. Ingenua de mí porque mientras hablaba conmigo lo hacía con cinco más. Sin embargo, no me di cuenta y me fui ilusionando poco a poco.
El día, el mágico día en que dimos el paso, me sentía en una nube. No fue como me lo había esperado, pero fue realmente genial para mí. A él también le gustó, aparentemente. Desgraciadamente, por un conjunto de inevitables sucesos, no pudimos vernos hasta dos semanas después. Estuvimos mandándonos mensajes hablando de todo y de nada otra vez. Incluso comentamos la idea de formalizar la "situación" porque relación no llegó a ser nunca. El caso es que contra más cerca parecíamos estar, más lejos estábamos. Cuando nos veíamos era todo muy práctico, muy a por faena. Veía a un chico diferente al de los mensajes. No sabía con quién estaba en realidad. Pero, aun así, me siguió gustando. Seguimos durante un tiempo y todo parecía fenomenal. El truco ahí es la propia palabra parecía.
Lo cierto es que nunca llegamos a estar en el mismo punto. Yo quería una relación y él me quería como su capricho. Yo me la jugaba por él y él lo hacía conmigo. Es posible que muy en el fondo yo fuera consciente de esa situación, sin embargo no quería reconocerlo. No puedo decir que me arrepiento de esto ni que quisiera no haberlo hecho porque no sería verdad. Antes de hacer algo lo medito mucho por lo que no me arrepiento después. Eso sí, que me suceda esto no quiere decir que no volvería al pasado a meterme una bofetada a mí misma por mi gran estupidez.
Una semana después de que volviéramos a lo nuestro, tuvimos la gran conversación sobre la formalización. Quedamos en hablarlo en persona aunque nunca llegó ese momento.
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La chica de la armadura [COMPLETA]✔
Short StoryHola, soy Sky y esta es la historia de cómo mi armadura fue traspasada hasta destruirla. ¿Quieres saberla?