Now

14 5 0
                                    

Bueno, ahora ya todo eso pasó hace algún tiempo y digamos que conseguí recuperarme estupendamente. Quieres saber lo que pasó después de todo entre nosotros, ¿verdad?

La cosa es bastante simple. Yo acepté lo de sólo amigos y me pasé los siguientes tres meses dándole calabazas. No es muy agradable la verdad, pero ¿qué le iba a hacer? El pobre chico quería tenerme siempre para él, sólo para cuando a él le viniera en gana y yo me harté de ser el segundo plato. Quería que por una vez estuvieran todo por mí, nada de medias tintas.

Aprendí mucho más de esta experiencia de lo que puedas llegar a pensar. Me enseñó que tenemos que estar dispuestos a dar a la otra persona lo que ella esté dispuesta a entregar también. Qué una relación donde sufres el 90% del tiempo no es sana y que te tienes que querer a ti mismo antes de pretender que otros te quieran. Con esto no digo que mi vida haya sido perfecta desde entonces, simplemente digo que intento quedarme con las cosas buenas que consigo.

No mentiré diciendo que a veces no echo la vista atrás pensando en lo que pudo haber sido, porque lo hago. Aunque de una forma distinta. Miro lo que pasó orgullosa de cómo salí de ello y sabiendo que, a pesar de todo, fue como tuvo que ser y no me arrepiento de nada. Ya no quiero volver atrás para volver juntos porque no tendría sentido. He vivido y disfrutado mucho más alejándome de esto que quedándome.

Sigo siendo la misma chica del principio, la chica a la que le gusta leer, escribir y hacer deporte. La misma que se pone tímida cuando le dicen algo bonito o la que no se da cuenta que llama la atención del género opuesto, sin embargo he aprendido a quererme a mí misma y a saber que quien quiera estar, estará sin más.

Quiero vivir la vida cometiendo errores y siendo capaz de aceptar las consecuencias de ello. No quiero pasarme el tiempo tratando de no salir lastimada y por eso no vivir. En eso sí que he cambiado, ya que descubrí una última lección de esta historia: La vida es un camino de rosas pero no hay que olvidar que las rosas tienen espinas.

Así que, me llamo Sky y esta ha sido la historia de cómo destruyeron mi armadura.

La chica de la armadura [COMPLETA]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora