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PATRICK

-¿Por qué demonios le hago caso a un niño de 16 años?

Patrick por fin había asistido al mini-super.
Eran las 3 a.m. de un sábado y tenía mucho sueño.
Pero la esperanza de encontrarla no dejaba que se marchara tan pronto.

-Maldito Constantine.

Seguía maldiciendo a su pequeño hermano por la idea tan tonta que al final de cuentas había optado seguir.

Siguió rondando los pasillos por 15 minutos más hasta que escuchó como la campanilla que anunciaba que la puerta se abría sonó. Dos minutos después la vio, después de tanto tiempo de espera la tenía a 15 metros de distancia.
Cómo instinto, decidió marcarle a Constantine.

-Contesta, contesta, contesta...

No había respuesta, la llamada se fue a buzón.
Volvió a marcar.

-Contesta pedazo de inút...

-¿Sí?

-¡Constantine! Adivina, adivina, adivina...

-Acabas de ver a la chica, ¿verdad?

-¡Sí!

-¿Entonces qué haces hablando conmigo pedazo de basura? ¡Ve y habla con ella!

-Sí, sí, sí. Ya voy.

Aún sin colgar, alzo la mirada y ella ya no estaba, cruzó a otro pasillo y ahí la vio, pero estaba riendo con un rubio semi-musculoso y logró percibir que este tenía un collar con la letra "J" en el.

-Demonios Constantine, tiene novio.