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PATRICK

Decepcionado. Patrick estaba decepcionado. Después de todo resultó que la chica tenía novio. Imposible. La decepción se apoderó de él.

La veía tan feliz con el otro sujeto que ni siquiera pudo imaginar que ella sería así de feliz con él.

Triste se dirigió al pasillo de lácteos, iba a tomar una botella de leche cuando escuchó una voz. Su voz.

-Hola, chico Huggies.

Volteó y allí estaba ella.
Sonrió sin pensarlo.

-Chica Red-Bull's, cuánto tiempo. ¿Se te acabaron los suministros de bebidas energéticas?

Ella rió.

-No, vine por otra clase de suministros. ¿Y tú? ¿Se te acabaron los pañales para tú bebé?

-Realmente no, sólo vine por leche.

No se pudo guardar lo que tanto le incomodaba, así que prosiguió.

-Veo que hoy vienes acompaña, eh. Será mejor que ya vayas con él, quizá se ponga impaciente.

-Quizá sí.- Rió.- Pero vamos, no todos los días me encuentro al chico Huggies.

Eso no respondía a nada, ¿el chico semi-musculoso era o no era su pareja?

-Tienes razón, pero ya es un poco tarde, iré a pagar esto.

-Claro, creo que yo igual, vamos, ¿te parece?

-Sí, está bien.- Aún estaba un poco decepcionado.

Se dirigieron a la caja registradora y segundos después apareció el acompañante de la castaña.
Al llegar a la caja, la señora que atendía ahí los reconoció y los saludó.

-¡Lo hermanos Fairchild! Pero que milagro verlos por aquí juntos.

Por Dios, la señora dijo hermanos. HERMANOS.
Por el momento Patrick aún tenía esperanza.
Los tres pagaron sus cosas y salieron del lugar, no sin antes despedirse.

-Bueno, chica Fairchild, fue un gusto volverte a ver. Y un gusto en conocerte...- estiró la mano hacia el rubio

-Alexander.- estrechó su mano.- El gusto es mío ...

-Patrick.

-Hasta luego, Patrick.- artículo la sonriente castaña.

Y después de decir su nombre, Pat se marchó, con la sonrisa más amplia que pudo haber existido jamás.

22Donde viven las historias. Descúbrelo ahora