Apuesta difícil

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Apostar contra alguien que puede leer el alma, y, por ende, saber tu respuesta, no es algo muy sensato.

Pero, cuando se meten con el orgullo, con tu orgullo, entonces no puedes simplemente quedarte de brazos cruzados, ¿verdad?

—¿Y? ¿Aceptas el trato o te acobardas, Fatgum?—

Oh, sí. La gran sorpresa que tenían planeada era un enfrentamiento totalmente genuino entre héroes, bueno, Reiji no era ningún héroe, pero era maestro de la U.A, y por eso su participación era casi obligatoria. Cada profesor tenía que pelear con el héroe que paso todo el día con ellos y sus alumnos. Endeavor lucho contra Aizawa, quien era el actual tutor del grupo de 2-C, Reiji apostó a su tío, quien a pesar de verse en desventaja con su quirk anulado supo vencer sólo con un poco de inteligencia y fuerza bruta; Hawks fue contra Present Mic, pelea en la que Reiji apostó por el héroe alado, ganando la apuesta nuevamente.

Y ahora, que era el turno del mismo mercenario en pelear contra el gran Fatgum, no perdió la oportunidad de apostar nuevamente.

«—Si tú ganas, haré lo que quieras, matar a alguien, chuparte la polla, sexo, me dejaré arrestar si así lo quieres. Pero, si yo gano, no me impediras ir y decirle a todo el mundo tu más grande secreto. ¿Aceptas, Fatgum? ¿O no confías en que puedas vencerme?—»

Reiji sabía que nervio tocar en cada persona para poder conseguir su objetivo, y fue realmente sencillo conseguir que el usualmente alegre héroe le mirara con furia antes de dar su respuesta.

—Acepto. Espero que cumplas su palabra si yo gano.—

Esta vez fue el turno de Reiji de fruncir el ceño, no le gustaba, es más, odiaba que dudarán cuando el apostaba. Era un asesino, sí; un hombre supuestamente de sangre fría, pese a que irónicamente era sentimental, pero era un hombre de palabra, y bueno o malo siempre cumplía lo que decía. Taishiro sabía que eso frustraba al pelirrojo, por eso lo dijo, y el rubio no dudo en volver a sonreír cuando vio la mueca en el rostro contrario.

Se dio la orden y ambos fueron a la Arena, en las gradas estaban los héroes invitados, los profesores, los alumnos y algún que otro medio de la prensa con sus cámaras transmitiendo el evento. Ambos con sus trajes de, em, trabajo, diría héroes, pero Reiji odia ese termino en su persona así que no lo escribiré.

La pelea comenzó.

Fatgum estaba envuelto en su grasa, había consumido una enorme cantidad de alimento antes de comenzar su pelea, por lo que estaba preparado. Reiji, en cambio, mantenía su distancia, si llegaba a ser absorbido estaba frito.

El primero en lanzarse fue Reiji, no era sensato, pero necesitaba ventaja en estos momentos. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, Fatgum intento golpearlo, rozando ligeramente el rápido cuerpo del asesino, Reiji supo que si bajaba su velocidad y uno de esos golpes le alcanzaba, fácilmente podría terminar con una fractura, mínimo. Saco una de las dagas que escondía entre su traje, y al siguiente movimiento que pudo ver del gran héroe lanzó un golpe con el arma, logrando apenas si hacerle una herida en su ante brazo que poco y nada sangraba gracias a la enorme cantidad de grasa que cubría el cuerpo.

Un nuevo golpe fue lanzado, esta vez dando directo en uno de los costados del mercenario, quien debido a la fuerza termino un par de metros lejos del punto de ataque. Fatgum había medido su fuerza, de lo contrario un golpe tan cercano y tan rápido le habría roto un par de costillas, el golpe le hizo perder el aliento un momento.

Todos sabían el poder que tenia el mercenario, y muchos se preguntaban, ¿por qué no lo ataba con sus hilos? ¿Por qué no predecía los ataques leyendo su alma? Era fácil, la mente de Reiji estaba hecha un caos, igual que la de Taishiro, no había ataques premeditados, no había un plan para ganar, ambos eran muy listos en actuar bajo presión, por eso ambos estaban en desventaja, más Reiji, esa cantidad de grasa le impedía llegar hasta los músculos internos de Fatgum, y debido a los pensamientos tan confusos no podía hacer nada para evitar los golpes. Necesitaba estar más cerca para romper esa barrera, pero no tardaría mucho en recibir otro golpe para ser alejado. Necesitaba cansar al rubio, cosa que seria difícil, casi imposible debido a su gran resistencia, pero los ataques físicos no son el único punto fuerte de Melodica, y quienes lo conocían entre la multitud, sabía que había maneras más crueles que Reiji disfrutaba para poder vencer a su enemigo.

Permanece junto a miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora