Viajeros del Tiempo

Capitulo 3: Debes irte

Oscuridad, era lo único que podía ver, hasta ahora , abrí mis ojos, mi vista era borrosa pero poco a poco fui distinguiendo el lugar, mi cuerpo no sentia el frío y duro del concreto, este era suave y cálido. Me pareció muy extraño, fue ahí donde me levante, frote mis ojos y vi mi alrededor, había sabanas, almohadas, me encontraba en el dormitorio de mis padres .

¿Qué hago aquí?

El reloj.

Debía encontrarlo, revise por mi ropa y no la encontraba, ¿A dónde lo deje?

-- La estaba esperando Señorita.

Esa voz, la conozco, mis ojos la buscaron hasta que la hallo, se encontraba de espaldas una figura femenina, el vestido real y el cabello recogido, era la Reina Idun, mi madre, se encontraba cerca de la ventana mirando una aurora boreal, ¿Cuánto tiempo me quede dormida? , me quede callada un momento, solo dije lo primero que se me ocurrió

-- ¿Donde estoy?

-- Estas en mi habitación, uno de los guardias te encontró inconciente, mientras que el Rey Adgar ha salido de paseo en su corcel, pedí que te trajeran aqui - ella voltea hacia mi con el reloj de oro puro en sus manos - tu y yo debemos hablar.

Recuerdo ese momento en la que estaba con Elsa junto con Rapunzel, Eugene y Cassandra, dentro del barco, mi madre entrego unos objetos las cuales fueron ese reloj y una perla trasparente, deje de pensar en ese recuerdo y me concentro en la realidad.

Una bofetada

Mi mejilla derecha estaba ardiendo por recibir el golpe de parte de mi madre, mis lágrimas salieron al instante, ella me toma de los hombros y me sacude con fuerza.

-- ¿QUIÉN ERES?! - me gritó, trate de responder bien pero tenia un nudo en la garganta que me impedía hablar.

-- Y-yo no robe eso mi reina - dige contendiendo mi llanto.

-- Sé que no lo robaste, no has respondido mi pregunta, ¿Quién eres?! - ya no me pude resistir, rompí el llanto dejándola sin saber que era su hija, ¿Qué me dira si le confieso? - En ningún momento no has dicho tu nombre ¿Qué quieres de mi reino? ¿Vienes por mi hija, es eso?.

-- No, no jamas haria eso sumajestad - le respondí, ella cierra sus ojos y suspira, se acerca a mi y me muestra el reloj.

-- Entonces dime ¿Quién eres? ¿Por qué tienes esto? - me quede callada un segundo, tenia que decir la verdad, es mi madre.

-- Soy Anna de Arendelle, tu hija - su rostro cambio cuando escuchó lo que dije, ella dio un paso atras y dejo caer el reloj en la cama.

-- Tu no eres mi hija - dijo, sabia que pasaría esto - ella se encuentra en su habitación en este momento.

-- Escuchame, se que es difícil de entender, pero soy tu hija, vengo de otro tiempo - explique, ella no dice nada asi que me levante de la cama, despues de ese desmayó tan extraño y de quedar dormida casi todo el dia, aun me sentí débil, pero trate de mantenerme en pie - se que Elsa tiene poderes.
-- Como sabes que una de mis hijas tiene poderes?

-- Se que ella no es mi hermana, aun no me entiendes, no es tu verdadera hija, la encontraste en medio del bosque junto con esos objetos - Ella se queda asombrada, espero que este funcionando- Soy yo Madre, soy tu hija Anna, quise volver en esta época solo por que... - di un suspiro tembloroso - queria volver a casa.

Espero que sea suficientemente para creerme, cerré mis ojos y me seque las lagrimas, mientras las limpiaba unos brazos me rodearon y quedé petrificada, abrí mis ojos, mi madre me estaba abrazando.

-- Hija mia, cuanto lo siento no debí lastimarte asi - me dijo con arrepentimiento.

-- No te preocupes Madre, se muy bien que proteges a Elsa, hiciste una promesa a su verdadera hermana.

-- Si lo hice, pero, ¿Como has llegado aqui? Has crecido mucho.

-- Con esos objetos que le diste a Elsa en otro tiempo, es mágico, pasaron cosas horribles donde solo quedamos Elsa y yo en un mundo que era dificil de adaptarme, quise volver al pasado, donde todo estaba bien, y llegue aquí- Expliqué.

-- Pero Anna, como puedes hacer eso, dejaste sola a Elsa.

-- Lo sé , lo sé! Es que perdí a la persona que amé, aun no puedo superarlo - me tape el rostro con mis manos, era la razon principal por la cual vine a este mundo, ahora se que cometí un error al venir aqui.

-- Hija asi es la vida, a todos nos pasa algo, ya sean buenas o malas, y lo único que nos queda por hacer es, seguir adelante - ella apoya una de sus manos en mi hombro y saca mis manos de mi rostro para mirarme.

-- Tienes razon Madre, nos pasaran cosas malas, tu y mi padre les...- ella pone sus manos en mis labios quedandome callada.

-- Tranquila Anna, sera mejor que no me lo digas, debo enterarme por mi misma - ella saca sus dedos de mis labios y acaricia mis mejillas- debes irte, no perteneces aqui.

-- Pero Madre...

-- Debes irte, ni se te ocurra ir a donde querías estar, vuelve con Elsa, ella te necesita mas que nada.

Mirando esa Aurora boreal me hace recordar de pequeña, cuando fui en la cama de Elsa a insistirle a que jugáramos en el gran salón... Un momento ¿Acaso ese recuerdo esta apunto de suceder ahora?.

--  Esta bien madre - la abracé por ultima vez y ella me da un beso en la frente- gracias por todas las cosas que has hecho por mi.

-- Te adoro mi niña - ella dice, nos separamos y dimos una ultima sonrisa, ella entrega el reloj en mis manos, ambas salimos de la habitación, me acompañó hasta el patio interno del castillo, ahí encontramos a mi padre, que quedo con el ceño fruncido con mi presencia.

-- ¿Qué hace ella aqui?- preguntó.

-- Es una larga historia, dejara que se vaya, no es una mala persona - respondió mi madre, estaba por hablar hasta qie se escucho un grito en el castillo.

-- Mama! Papa! - esa voz, es Elsa, el Rey y la Reina de Arendelle se alteraron, mi padre fue el primero en irse adentró.

-- Vete Anna, sigue adelante - dijo mi madre antes de que lo siguiera.

Minutos despues ya me encontraba en el bosque, donde capte desde lejos a mis padres, se iban muy rapido en su corcel y dejaban un rastro de escarcha en su camino, ya no era mi incumbencia ir a ayudarlos, doy un suspiro y estaba apunto de apretar el botón del reloj hasta que una voz se escucho detras de mi.

-- Cuidado!

Volteé y observe a una criatura oscura de ojos amarillos, no se de donde vino esa voz que me advirtió, me queda paralizada, la criatura era feroz y de una piel oscura, su aspecto muy siniestro y estaba por atacarme con sus garras, trate de moverme pero no pude.

Estoy en peligro