Lo que fue, lo que es y lo que será

De duelos y posibles futuros

-No fue mi culpa -repuso Yaten adentrándose en la estancia- si Taiki no se hubiera entretenido con la señorita perfección habríamos llegado antes.

-¿Qué tú? ¿qué? -inquirió Seiya fijando su mirada en Taiki.

-No te preocupes, no dije nada.

-Más vale sea así.

-¿Cuánto tiempo más planeas tenerla aquí? -cuestiono Taiki en un intento de desviar la atención.

-Hasta que recuerde lo que paso en realidad.

-Atacaste a su primogénita, dudo mucho que quiera escucharte -le recordó Yaten restándole importancia.

-Estoy seguro que lo hará -aseguro Seiya ciegamente- no puede olvidar lo que vivimos, no puede seguir engañada.

-Ella realmente no sabe nada -interrumpió Taiki- eso o es la mejor actriz que he conocido.

-Me lo temía -suspiro Seiya decepcionado.

-No es que no me encante visitarte -exclamo Yaten- pero seguro Haruka ya nos extraña y no me gusta hacer esperar a mis fans.

-Yaten tiene razón -concordó Taiki mientras abría la puerta y Yaten salía despedido al corredor- es hora de irnos.

-Espera Taiki -pidió Seiya- ¿le podrías entregar esto? le ayudaría a recordar.

-¿Puedo? -inquirió mientras veía el reluciente cofre de madera.

-Sí, supongo que no hay problema.

Taiki abrió la tapa del cofre con sumo cuidado dentro se encontraba un palacio de cristal idéntico al del Milenio de Plata que tocaba una dulce melodía ancestral.

-¿De dónde sacaste esto? -pregunto Taiki recordado uno idéntico en el Milenio de Plata.

La melodía le devolvía lentamente recuerdos ya enterrados en lo más profundo de su ser, donde se negaban de manera vehemente a salir a luz de nuevo.

-Recuerdo habérselo entregado hace mucho tiempo -respondió Seiya evitando la pregunta.

-Se lo entregare personalmente -juro Taiki solemnemente.

-Gracias.

Taiki cerro cuidadosamente el cofre y se dirigió al pasaje donde Yaten ya había desaparecido, cerro con sumo cuidado la entrada y lentamente emprendió el camino de regreso al palacio, después de un corto trayecto llegaron al palacio y salieron al jardín cautelosamente.

-Hakura -saludo Yaten burlonamente una vez dentro del palacio- por un momento temí que ya no me encontraras.

-Yaten por favor compórtate -lo callo Taiki.

-¡¿Qué es eso?! -inquirió Haruka horrorizada mientras posaba su mirada en el cofre- ¡¿De dónde lo sacaste?!

-No es de tu incumbencia -replico Yaten.

-Exijo verlo -demando Haruka autoritariamente.

-Si insistes -Taiki abrió con cuidado el cofre y Haruka se aproximó para inspeccionar el contenido.

-¿De dónde sacaste eso? -repitió Haruka paralizada.

-Es un regalo para la reina por su hospitalidad- respondió Taiki tranquilamente, mientras Yaten observaba la reacción de Haruka fascinado.

-Puedo llevárselo personalmente - se ofreció Haruka mientras forzaba una sonrisa.

-No, no te molestes, seguro tienes cosas más importantes que hacer que llevar un regalo diplomático -