Lo que fue, lo que es y lo que será

De visitas a media noche y sentimientos encontrados

Seiya lentamente abrió los ojos, desorientado mientras se acostumbraba a la falta de luz, mientras los recuerdos se agolpaban en su en su memoria, la batalla, la herida y su mirada, esa mirada que la habían dirigido un temor y amor tan profundo que le helaba la sangre con solo recordarla. En lo más profundo de su corazón deseaba y esperaba que todavía se encontrara aquella bellísima princesa legendaria que amo con todo su corazón, hasta el borde de la locura, tal vez,  solo tal vez podría recuperar todo lo que fue.

Pausadamente se fue incorporando y se percató de que se encontraba en una mullida cama, pero no se encontraba solo, a lado un pequeño cuerpo se encontraba hecho un ovillo, reconoció de inmediato ese peinado. Se quedó contemplándolo unos instantes, hasta que finalmente se deslizo fuera del lecho, tanteo en la penumbra hasta dar con el picaporte de la puerta y lo abrió con sigilo, para su sorpresa las luces se encontraban encendidas.

-¡Vaya! Creí que nunca ibas a despertar- lo sorprendió una voz a mitad del corredor.

-Taiki…- repuso Seiya, sorprendido de verlo allí- ¿Qué haces aquí?

-Me tocaba cuidarte- se encogió de hombros, restándole importancia- Yaten se acaba de ir, ¿quieres comer algo? 

-No…

-Insisto, al menos a que me acompañes a tomar algo.

Seiya no quiso debatir, se sentía muy cansado para discutir, así que siguió a Taiki hasta la cocina, donde se sentó a observar como ponía una tetera al fuego, terminado esto se sentó frente a él

-Lo complicaste todo- soltó Taiki tras un largo silencio.

-Lo sé- respondió Seiya mirándolo fijamente- ¿Cómo esta ella? –inquirió con vehemencia.

-No lo sé, solo unas cuantas personas logran verla- declaro Taiki intentando evitar el tema- sé que se niega a comer, y que apenas duerme.

-¿Cómo…?

-Amy es una de las pocas personas que logra estar con ella-  restándole importancia

Un leve pitido comenzó a sonar, interrumpiendo la conversación, Taiki se levantó y quito la tetera del fuego, mientras soltaba unas hojas unas hojas de infusión dentro de una nueva tetera, Seiya cabildo unos instantes mientras observaba la reacción de Taiki.

-Necesito verla- murmuro Seiya y observo como se detenía un momento y se erguía más, pasado unos segundos continuo con la preparación del té sin darse la vuelta

-¿Cómo planeas hacer eso?- inquirió Taiki aun de espalda

-Por el pasadizo que utilizan- Taiki se volvió con dos tazas de té y puso una frente a él y se sentó

-El palacio se encuentra muy bien resguardado, nos estamos quedando sin excusas para desaparecer y venir hasta aquí

-No me importa- insistió Seiya con una mirada anhelante- estaré con ella, aun que eso signifique morir, si eso me permite verla por unos instantes, sabré que habrá valido la pena…

-¡Basta!– exploto Taiki golpeando la mesa provocando que las tazas volcaran su contenido- ya basta

Seiya lo miro sorprendido, mientras el líquido goteaba perezosamente por los bordes de la mesa, Taiki le dio la espalda, mientras regresaba con un trapo para limpiar el desastre sin dirigirle una mirada o una palabra, una vez limpio el accidente volvió con dos tazas llenas de té y se sentó frente a Seiya de nuevo.

-No puedes volver a pasar por eso- dijo Taiki rompiendo el silencio- no podríamos tolerarlo de nuevo

-No es igual a la última vez- rebatió Seiya testarudamente- no hay un enemigo al cual vencer y que nos pueda controlar…