No quiero que esto acabe

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“Recuerda no te acerques a personas extrañas, ten cuidado con la bebida-

“Elle deja quieta a K, ella sabe cuidarse” Joseph interrumpió a Elle cuando me volvía a decir todas las normas por octava vez, ella lo miro con cara de pocos amigos y Joseph se volvió a esconder en el sofá.

“Gracias Joseph, y Elle, okey, te entiendo estas preocupada pero todo va a salir bien” le dije mientras ponía mi mano en su hombro.

“Sabes que puedo ir contigo no importa otro día iré con Joseph-

“Elle tengo dieciocho y no vas a cancelar tus planes por mí, estoy bien en serio” esta vez se lo dije con voz más firme, aunque de verdad me estaba muriendo de nervios.

“¿Tienes todo?” me pregunto Elle mientras miraba mi pequeño bolso de ruedas que estaba a punto de estallar por todas las cosas que Elle y Rosso me obligaron a meter.

“Todo hasta creo que de más” levante el bolso mostrándole lo pesado que estaba, Elle se quedo viéndome dudosa, aunque quería que fuera ella no estaba tan segura “Elle estoy bien no es que me van a secuestrar o algo, por favor me podrías soltar para poder bajar” ella se quedo en el mismo sitio con sus manos agarrando mis brazos para que no me moviera, suspire, solo me quedaba una opción “Joseph ayuda, por favor” Joseph se paro del sofá y agarro a Elle por la cintura mientras le susurraba algo, yo solo estaba ahí parada incómodamente, Elle sonrió de repente y me soltó.

“Espero que te vaya bien, ahora debes bajar” me dijo casi empujándome para que saliera del apartamento, que le habrá dicho Joseph.  

Una vez fuera del edificio espere a que viniera Aaron en su carro, todavía no podía entender cómo íbamos a la playa con el frío que estaba haciendo, tuve que sacar mi suéter ya que mi ropa era muy ligera y el viento la traspasaba. Unos minutos después apareció una camioneta Grand Cherokee que se estaciono justo en frente mí, me quede dudosa si este era el carro de él o no hasta que Aaron salió del carro.

“¿Necesitas ayuda?” me pregunto señalando mi maletín, yo solo asentí, no creo que tenia las suficientes fuerzas para hablar, después de verlo creo que nadie podría, no sé si eran los pantalones o la camisa que llevaba pero de que se veía bien, se veía muy bien.  

Me monte en el puesto del copiloto esperando a que él volviera de arreglar mi maleta, mientras, yo solo trataba de no pensar en estupideces y calmarme un poco. Cuando entro otra vez mis ejercicios de relajación no sirvieron de mucho seguía igual de nerviosa.

“¿Todo bien?” me pregunto y su voz sonaba ronca y perfecta como algo maravilloso… okey hora de concentrarme.

“Sí, linda camioneta por cierto” le dije mientras la observa, era grande y tenia olor a nueva.

“Un regalo de cumpleaños” me dijo con una sonrisa, prendió el motor y comenzamos a andar, como era sábado no había mucho tráfico así que pudimos salir de la ciudad rápidamente.

“Nos pararemos en algunas estaciones de la carretera para descansar si no te molesta claro” me quede mirándolo dudosa no sabía que tan lejos quedaba la playa, ni siquiera sabía a cuál íbamos.

“¿A cuánto queda la playa?” le pregunte y mi voz sonó mas nerviosa de lo que quería, Aaron se quedo pensándolo un poco.

“Bastante lejos” me dijo después de un rato, yo me quede pensando cómo hacer mi siguiente pregunta sin que sonara estúpida.

“Cuando me hablas de descansar ¿A qué te refieres?”

“Dormir” me respondió como si fuera algo obvio.

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