¿Qué siento por ti?

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"¿Y si cambias este mueble?" Elle señalaba la poltrona de la familia de Joseph, era pequeña pero estaba en medio de la gran sala y hacia que el lugar pareciera tener menos espacio. Joseph lo pensó por un momento.  

"¿A dónde?" Preguntó al final, Elle miró la sala, señaló un pequeño espacio entre el sofá grande y la chimenea. Los dos hombres de la casa movieron la poltrona, y quedó perfecta. Al principio no había entendido porque Joseph le había pedido a Elle que lo ayudara a acomodar la sala, después entendí, que era muy buena en eso. 

"Ahora la mesa" Elle siguió dando direcciones, yo me entretenía viendo a Joseph y Mathew siguiendo sus ordenes, ninguno hacia comentarios, Matt trató una vez y por la mirada de Elle ni terminó de decirlo. Daba gracia. 

"¿Y qué hacemos con la estatua?" Mathew preguntó, todos lo miramos extrañados. Este se había fumado algo porque no había ninguna estatua.  

Él señaló con su cabeza donde yo estaba, y todos rieron.  

"¡Vine obligada!" Me defendí, aunque tenían razón, no ayudaba en nada.  

"Ella es mi critica" Elle les dijo mientras descansaba su brazo en mis hombros "¿Y? ¿Qué te parece?" Me preguntó. 

"Mejor que antes" le dije. 

"Mucho mejor que antes" sonrió satisfecha. "Pueden tomar un descanso" Elle les dijo y los dos se lanzaron en el sofá.  

"¿Agua?" Joseph le preguntó a Elle, y ella me miró, obviamente no iba a traer el agua ella.

Fui a la cocina y llene tres vasos con agua, los lleve a la sala con una bandeja y le entrega un vaso a cada uno

Solo me falta el uniforme blanco

"Creo que ya es tarde, iré a casa y terminare unos trabajos" dije para despedirme.  

"Verdad que todavía es jueves" Elle parecía sorprendida, yo no entendía por qué, ella no tenia clase los viernes. Elle pareció a verse recordado porque se encogió de hombros como si la noticia no le afectara. Lo cual es verdad no le afecta, suertuda. Que no haría yo por no tener clases los viernes, ni el resto de la semana. 

"Bueno, me voy" me despedí con la mano y fui a la puerta, hasta que me acorde de un pequeñísimo detalle, no tenía carro. Volví al salón.  

"Elle, necesito tu carro" le sonreí inocentemente, ella nunca me ha prestado su carro. Se rió y cuando paro me dijo que no.  

"¿Y cómo me regreso?" Me arrepentí preguntar en voz alta cuando Mathew habló. 

"Yo te puedo llevar" él lo hizo al propósito, su mirada lo delataba.  

"Ahí está tu solución" Elle me sonrió, yo trate de sonreír también mientras apretaba mis puños tratando de controlar mi ira. 

Mathew se paró del sofá, se estiró, tomándose su tiempo agarró su chaqueta, las llaves, se vio en el espejo y después salió. Yo lo seguí, no quería discutir así que no hice ningún comentario ante su lentitud innecesaria. Nos montamos en silencio en su carro, que al parecer era nuevo. Malcriado.

Su lentitud no se fue, iba a cero por hora, hasta se paró cuando el semáforo estaba en amarillo, ¡nadie se para cuando está en amarillo! Traté de controlarme pero cuando dejó a la población completa cruzar la calle en vez de avanzar no aguante mas.  

"¿Por qué la lentitud?" Le pregunté. 

"¿Cual lentitud?" Me sonrió, oh sabia que se estaba divirtiendo. Yo también me podía divertir.  

"Y eso que todas dicen que eres rapidito" le dije con mi mejor sonrisa. 

"¿Rápido? Tu siempre llegabas primero" me puse roja y él se río.  

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